«Magazine Dreams» debutó en Sundance este año, donde la actuación de Majors nuevamente recibió elogios generalizados, aunque algunos críticos criticaron la película por su duración y trama. A Chris Evangelista de /Film le gustó la película y escribió en su reseña que Majors «domina la pantalla con su actuación aterradora, divertida e imponente». Tiene razón, pero las palabras en la página no le hacen justicia a la experiencia de ver «Magazine Dreams». El brutal e implacable thriller de Elijah Bynum pone al público a prueba con una historia que comparte varios paralelos con «Taxi Driver» de Martin Scorsese y Paul Schrader. Es tan difícil ver «Magazine Dreams» como apartar la mirada; cuando la película llegó a su clímax, yo estaba contando los minutos restantes y mirando a través de mis dedos.
La ambiciosa película de Bynum tiene éxito gracias a una combinación de elementos estrechamente entrelazados, desde su dirección y edición hasta su partitura, pero Majors une la insoportable lentitud psicológica con una actuación que induce a un ataque de pánico. Killian no se encuentra bien en más de un sentido. Es una bola feroz de trauma, ira de esteroides, masculinidad tóxica, enfermedad mental y una profunda incapacidad para conectarse socialmente de la manera que él quiere. Es esa última parte lo que hace que la película, y la actuación de Majors, sean tan memorables. El fascinante ritmo de la película lleva a los espectadores al límite de nuestra capacidad de sentir empatía, mostrándonos a Killian en su forma más aterradora e imperdonable antes de regresar, como una banda elástica, a escenas que nos hacen desear poder darle un abrazo.