El número de víctimas está creciendo en Corea del Sur: nueve personas murieron y otras siete siguen desaparecidas después de que lluvias récord inundaran las principales carreteras, estaciones de metro y viviendas, anunciaron las autoridades el miércoles 10 de agosto.
Los aguaceros, que comenzaron el lunes, son los más fuertes registrados en Corea del Sur desde las primeras observaciones meteorológicas hace 115 años, según el presidente Yoon Seok-youl, quien se disculpó por el «inconvenientes».
“Hay un total de dieciséis víctimas, incluidos nueve muertos y siete desaparecidos”, dijo un funcionario del Ministerio del Interior entrevistado por la Agence France-Presse. En total, casi seiscientas personas se vieron directamente afectadas en diversas capacidades, agregó, y muchas se vieron obligadas a abandonar sus hogares.
Tres personas atrapadas en su apartamento
Según el ministerio, de las nueve personas que perdieron la vida, tres quedaron atrapadas en sus banjiha inundado: estos son apartamentos estrechos en el sótano, como en el que vive la familia en la película Parásito, por Bong Joon Ho. Según medios locales, se trata de un adolescente, su madre y su tía.
Otra persona murió mientras movía un árbol caído en la acera, posiblemente por electrocución. Un deslizamiento de tierra sepultó la casa de otra víctima en la montañosa provincia de Gangwon.
El exclusivo barrio de Gangnam de Seúl fue particularmente afectado, con autos estacionados parcialmente sumergidos. Imágenes circularon a principios de esta semana en las redes sociales de personas moviéndose en el agua hasta la cintura y estaciones de metro sumergidas.
El presidente coreano reconoció que los surcoreanos habían “sufrió mucho daño” y pidió, en una reunión de gobierno, cuidar especialmente a los más desfavorecidos. “Las personas que tienen dificultades financieras o físicas son necesariamente más vulnerables a los desastres naturales”, declaró. Yoon se enfrenta a críticas por no acudir al centro de control de emergencia del gobierno cuando empezó a llover.
Según medios locales, su ausencia se debió a una inundación en los alrededores de su casa, pero sus servicios desmintieron esta explicación, asegurando que había decidido quedarse en casa porque su equipo ya tenía la situación bajo control.