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El compositor Joe Hisaishi es el cerebro detrás de cada película que Hayao Miyazaki ha dirigido en Studio Ghibli. Así que era natural que el director recurriera a su colaborador más confiable para su último proyecto, “El niño y la garza”.
Excepto que esta vez el dúo hizo las cosas de manera diferente. «Normalmente me muestran guiones gráficos y memorandos, y a menudo hablamos de la película mientras continúa la producción», dice Hisaishi, hablando a través de un traductor. Miyazaki le mostró una película que estaba completa en un 95%, confiando a Hisaishi en su proceso y dejando pocas o ninguna nota.
Lo que llamó la atención del compositor fue el argumento de la película. Mahito, un niño de 12 años, lucha por aceptar la muerte de su madre. Poco después, su padre se vuelve a casar y le dicen que su nueva madrastra está esperando un bebé. Cuando la familia se muda a un pueblo, Mahito se ve obligado a enfrentarse a su nueva familia y a afrontar la ira y el dolor que siente. Allí también se encuentra con una garza parlante que le dice que su madre todavía está viva, pero que tiene que entrar en una torre abandonada para encontrarla. Hisaishi dice: “La primera mitad trataba sobre un niño que se sentía solo y tenía una especie de oscuridad. El segundo era un mundo de fantasía”. Decidió abordar la música de una manera minimalista con poca música: un piano y algunos instrumentos en el mundo real, y un poco más de música cuando Mahito está en el reino de la fantasía.
Hisaishi era consciente de los temas, pero a la hora de componer la música, no quería enfatizar la tristeza o la emoción, ni tampoco quería explicar lo que se mostraba en pantalla a través de la música. «Traté de mantener la distancia», dice.
La garza se mueve entre ambos mundos y finalmente se revela como el «Hombre Garza». Hisaishi explicó que cuando la garza apareció por primera vez en la ventana de Mahito, Miyazaki no pensó que fuera necesaria ninguna música para esa escena. “No quería exagerar la apariencia de la garza. Pero cuando lo vi, pensé que era una escena especial y que debería haber algún indicio de eso con la música”, dijo. Entonces, compuso algunas notas musicales y las tocó para el cineasta. Dice que “era demasiado y exagerado, pero pensé que lo necesitábamos. Seguí restando partes de la música y, finalmente, terminamos con una sola nota, que se convirtió en la nota distintiva de Heron y luego, la próxima vez, la construí con algunas notas más. La siguiente vez que escuchó esa secuencia, estuvo de acuerdo en que era mejor tener música”.
En cuanto al tema principal de la película, «Pregúntame por qué», la canción se escucha tres veces a lo largo de la película. Escribió la melodía en un día. En lugar de utilizar diferentes orquestaciones, de acuerdo con su enfoque simple, lo mantuvo pequeño. «Utilizo instrumentación apagada y solo toco el piano». Y añade: «Deseché el concepto de utilizar variaciones de un tema a lo largo de la película».
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