El ministro de Energía, Rösti, media entre la izquierda y la derecha


El Parlamento quiere aumentar la producción de electricidad en Suiza. Esto significa que los recortes en la protección del medio ambiente son necesarios. Albert Rösti ha hecho campaña en el Consejo de Estados para asegurarse de que estos no vayan demasiado lejos.

Albert Rösti: «La política climática comienza con la política energética y no al revés».

Alessandro Della Valle / Keystone

El invierno pasado, Suiza superó a duras penas una escasez de energía. Sin embargo, el peligro inminente ha agudizado la sensación en la política de que la producción doméstica de electricidad debe expandirse considerablemente. Para 2035, debería haber disponibles al menos 35 teravatios hora de electricidad renovable. Eso es lo que quiere el Parlamento. Esto no incluye la energía hidroeléctrica. Hoy en día, el consumo anual de electricidad en Suiza es de alrededor de 60 teravatios hora. Además, el consumo de energía per cápita se reducirá en un 13 por ciento para 2035 (en comparación con 2020).

El debate del jueves en el Consejo de Estados sobre el decreto del manto energético demostró que el camino hacia la meta es todo menos fácil. Chocan varios intereses: conservación del paisaje y la naturaleza, producción, seguridad del suministro, aspectos económicos y regionales. En el medio estaba el ministro de Energía, Alber Rösti. Su lema es: «La política climática comienza con la política energética y no al revés». Su objetivo principal es eliminar el riesgo de una escasez de energía lo más rápido posible. Es importante para él que el decreto esté diseñado de manera equilibrada. Rösti quiere evitar que la propuesta fracase en un posible referéndum.

Cantidades disputadas de agua residual

La cuestión de la cantidad de agua residual es particularmente controvertida. Esto es sorprendente dado que la cantidad de electricidad de invierno involucrada es comparativamente pequeña. Con el fin de asegurar más agua para la producción de energía eléctrica, el Consejo Nacional pretende suspender el aumento de los volúmenes de agua residual previsto en la ley hasta por lo menos 2035. Rösti resistió en vano en el debate del pasado mes de marzo. Su advertencia de que la decisión pondría en peligro los 15 proyectos hidroeléctricos que la industria eléctrica, las organizaciones ambientalistas y los cantones habían acordado en una mesa redonda no fue escuchada.

El jueves, el Consejo de Estados debatió la misma cuestión durante casi dos horas. Una candidatura individual de Stefan Engler (Graubünden, centro) ganó por un estrecho margen, con el voto de calidad del presidente del Consejo. De acuerdo con esto, el Consejo Federal debería poder obligar a los operadores de centrales hidroeléctricas a aumentar su producción de electricidad por un período limitado para alcanzar los objetivos de producción e importación y en caso de escasez inminente. En este caso, sólo se aplicarían las cantidades mínimas de agua residual según la Ley de Protección de Aguas vigente.

La comisión asesora preliminar había sugerido no cambiar nada sobre el aumento planificado en los volúmenes de agua residual. Sin embargo, la moción perdió por poco ante la propuesta de Engler. El Consejero de Estado Roberto Zanetti (Solothurn, sp.) habló de «tonterías económicas». La decisión trae tanta electricidad de invierno como la adición de paneles solares en un mes, dijo el presidente de la asociación de pescadores. Los opositores coincidieron en que la aplicación individual es el mal menor que la variante del Consejo Nacional. No solo los representantes de la izquierda-verde votaron a favor de la solicitud de la comisión, sino también miembros de los estados Central, FDP y SVP, incluido el presidente de SVP, Marco Chiesa.

En cuanto a la protección del medio ambiente, el Consejo de Estados decidió en el caso de biotopos de importancia nacional, así como reservas de agua y aves migratorias: la construcción de centrales eléctricas debe ser excluida en estas áreas.

Consejo de Estados contra la obligación solar para nuevos edificios

A diferencia de la gran cámara, el Consejo de Estados no quiere que la energía solar sea obligatoria para todos los edificios nuevos. La usurpación de la propiedad privada y la soberanía de los cantones es demasiado grande. Sin embargo, la pequeña cámara decidió introducir el uso obligatorio de energía solar para edificios con una superficie de 300 metros cuadrados o más de forma indefinida. A diferencia del Consejo Nacional, el Consejo de Estados no quiere ninguna regulación para cubrir con paneles solares los estacionamientos de más de un tamaño determinado.

El Consejo de Estados seguirá dirimiendo las diferencias al decreto general el próximo jueves. Está previsto sanear definitivamente la plantilla en la actual sesión estival.



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