La transición energética está en marcha. Los europeos acordaron el jueves 30 de marzo un objetivo del 42,5% de energía renovable en su consumo para finales de la década. EL energía renovable se trata de energía eólica, hidroeléctrica, pero también fotovoltaica. En todas partes, los paneles solares invierten nuestra vida diaria. Incluso en el supermercado.
En Chilly-Mazarin, en Essonne, la marca Lidl ha cubierto todo el techo de la tienda con paneles solares. El objetivo es reducir la dependencia de la red eléctrica. Situada al final de una zona comercial, la tienda destaca por su fachada verde y sus grandes ventanales. En la parte trasera, una escalera oculta da acceso al techo.
1.300 m2 de paneles fotovoltaicos
“Llegamos a la azotea principal. Tenemos aquí 1300 m2 de paneles fotovoltaicos”. Este dispositivo costó más de 100.000 euros, pero con las facturas de energía altísimas, la marca no se arrepiente en absoluto, asegura Romain Recq, gerente de Higiene, Seguridad y Medio Ambiente.
“En 2017, esta inversión tardó entre 10 y 15 años en ser rentable. Hoy, con el aumento muy fuerte de los costos de la electricidad, (los paneles, nota del editor) son mucho más atractivos financieramente”.
40% de las necesidades de electricidad
Iluminación, climatización o cámaras frigoríficas… Estos paneles cubren el 40% de las necesidades eléctricas de la tienda. Una fuente de energía importante, pero es difícil ir más allá: “No podríamos poner más placas fotovoltaicas en el tejado”.
Y hay otro problema: estos paneles solo funcionan durante el día, gracias al sol. “En un mundo ideal, podríamos almacenar la energía sobreproducida que no se utiliza en el consumo de la tienda durante el día. Para poder utilizarla durante la noche y así evitar el consumo de la red”. Desde 2019, los paneles o plantas solares deben cubrir al menos el 30% del techo de una nueva tienda por departamentos.