Guillaume Domínguez / Crédito de la foto: GEOFFROY VAN DER HASSELT / AFP
Debido a una huelga sindical que denunciaba una mala gestión financiera por parte del ayuntamiento, la Torre Eiffel no pudo abrir sus puertas a los visitantes este jueves, por cuarto día consecutivo. Los turistas están decepcionados, pero comprenden la movilización de los empleados del monumento.
Casi siete millones de visitantes al año, pero ninguno desde el lunes. Debido a una huelga sindical denunciando la mala gestión financiera por parte del ayuntamientola Torre Eiffel permaneció cerrada este jueves por el cuarto día consecutivo. Al pie del emblemático monumento de la capital francesa, los turistas tuvieron que conformarse.
Como Mehdi y su esposa, paraguas en una mano y cámara en la otra. Tendrán que contentarse con una simple foto de la torre, vista desde abajo. El joven, sin embargo, quiere ser comprensivo. «Es una verdadera lástima, pero prefiero no subir y que, detrás, hay gente que se está movilizando por la supervivencia de la Torre Eiffel».
Enormes costos de mantenimiento
Los huelguistas suelen contar con el apoyo de turistas, incluidos los que vienen de muy lejos. Kathleen cruzó el Atlántico desde Atlanta, Estados Unidos, para ver a la Dama de Hierro. «Estoy triste porque quería subir, pero lo entiendo. Será para la próxima vez, no importa».
Los empleados exigen un aumento de los honorarios que la Torre Eiffel paga a la ciudad de París. «En 2023 estábamos en 8 millones de euros al año. Este año estamos en 16 millones y los próximos años serán 50 millones al año. Sobre una facturación que puede estar entre 100 y 120 millones de euros al año, por ejemplo la Torre Eiffel, es insostenible”. Tantos fondos que no se utilizarán para el mantenimiento del monumento carcomido por el óxido. Sólo el coste de los últimos trabajos de pintura de la torre asciende a más de 35 millones de euros.