Hazte a un lado, Richard Donner.

En “Detrás de las montañas”, que se estrena en la sección Horizontes de Venecia, Mohamed Ben Attia asegura que “creerás que un hombre puede volar” una vez más. Aunque puede que no sea tan elegante.

“No quería que fuera como un superhéroe ni que volara como Superman. Está flotando, luchando con la gravedad”, dice sobre su protagonista Rafik, quien entrega toda su vida –e incluso termina en la cárcel– persiguiendo un sueño imposible. Pero hay un lugar donde los sueños se hacen realidad y quiere que su hijo también lo viva.

El director tunecino, también detrás de “Hedi” y “Dear Son”, al principio dudaba en jugar con elementos sobrenaturales.

“No tengo ningún conocimiento técnico. ¡No soy nada técnico! Pero me he obsesionado con este hombre, que se aleja de su comunidad de una manera tan radical. Seguí viendo una imagen de alguien corriendo hacia el borde. Salta y luego empieza a volar”, dice.

“Todos teníamos un poco de miedo. Especialmente mi productora Dora Bouchoucha Fourati, que no dejaba de preguntar: ‘¡¿Pero puede volar o no?! ¡Es imposible!’ No es una película de Marvel, eso es seguro, pero el cine puede ser divertido. Nos da la esperanza de que mañana será completamente diferente”.

Ben Attia introdujo algunos de sus propios miedos en la historia, dice. También reconoció la ira de Rafik.

“Últimamente todos hemos pasado por momentos muy difíciles. Pero a muchas personas que leyeron el guión les resultó difícil empatizar con él. Realmente se comporta como un loco”.

Consumido por la violencia, destruye su oficina, secuestra a su hijo y acaba aterrorizando a otra familia mientras huye.

“Confié en Majd Mastoura para aportar cierta ambigüedad a este personaje porque, al final del día, simplemente quiere escapar. Simplemente lo hace de una manera radical. Hoy en día estamos muy preocupados por ser políticamente correctos, pero también podríamos ser un poco más radicales”, añade.

Los dos ya colaboraron en “Hedi”, premiada en Berlín. También protagonizan Samer Bisharat, Walid Bouchhioua, Selma Zeghidi, Helmi Dridi y Wissem Belgharek.

“Cuando miras estas películas, sus temas son casi los mismos. La única diferencia es que ahora esta rebelión se volvió más extraña”, observa.

“Para mí, todavía se trata de nuestras instituciones contemporáneas, nuestra sociedad y familia. Su rabia también proviene de mí: de estar atrapado en esta forma de vida conformista. Cada vez que intentamos cambiar las cosas, se percibe como violento”.

Cuando Rafik comienza a explorar las montañas del noroeste de Túnez con su hijo, acompañado por un pastor, las cosas se complican. Pero también se vuelven más misteriosos.

“No lo explico todo y me doy cuenta de que me costará algunos espectadores, pero hay historias donde las fronteras entre lo conocido y lo desconocido son muy finas. No sabes si es una película realista o fantástica, como en [Jeff Nichols’] ‘Take Shelter’, que era uno de nuestros referentes”, afirma.

“Empiezas con algo ordinario y luego tienes una puerta que potencialmente podría llevarte a otra parte. Eso es todo lo que necesitas”.

En la película, hay otros que quieren escapar de su entorno asfixiante, incluida una mujer que se ve obligada a dejarlos entrar a su casa.

“Ella y Rafik son iguales. No se sienten cómodos en el lugar que la sociedad ha elegido para ellos. Aún así, cuando ve algo extraño, no puede admitirlo. Ella hará todo lo posible para proteger este modo de vida ‘falso’ y Rafik, una vez que entra en su casa, regresa a lo que tanto intentaba escapar”.

Ben Attia también podría dejar de lado la realidad en sus próximos proyectos.

«Tengo la estúpida idea de volver a hacer las cosas extrañas», se ríe.

“Cuando vemos algo raro, tenemos miedo, pero también nos atrae. Queremos explorarlo. Rafik compartirá parte de su locura con su hijo. Él le demostrará que hay otro camino y que a pesar de lo que te digan, no hay límites”.

Bouchoucha Fourati y Lina Chaabane producen para la tunecina Nomadis Images. Los hermanos Dardenne y Delphine Tomson, de Bélgica, también participan en Les Films du Fleuve, así como el francés Nadim Cheikhrouha, de Tanit Films, los italianos Giovanni Robbiano, Lorenzo Rapetti, Giovani Giusto, de 010 Films, y Paolo Maria Spina.

La francesa Luxbox se encarga de las ventas internacionales.