{"id":1005170,"date":"2024-02-12T00:21:57","date_gmt":"2024-02-12T00:21:57","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/tras-la-masacre-de-hamas-los-incidentes-antisemitas-aumentaron-en-suiza-palestina-libre-en-el-cementerio-de-mis-abuelos\/"},"modified":"2024-02-12T00:22:00","modified_gmt":"2024-02-12T00:22:00","slug":"tras-la-masacre-de-hamas-los-incidentes-antisemitas-aumentaron-en-suiza-palestina-libre-en-el-cementerio-de-mis-abuelos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/tras-la-masacre-de-hamas-los-incidentes-antisemitas-aumentaron-en-suiza-palestina-libre-en-el-cementerio-de-mis-abuelos\/","title":{"rendered":"Tras la masacre de Ham\u00e1s, los incidentes antisemitas aumentaron en Suiza: \u201cPalestina libre\u201d en el cementerio de mis abuelos"},"content":{"rendered":"


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Muchos jud\u00edos se preguntan cu\u00e1nto tiempo estar\u00e1n seguros aqu\u00ed.<\/p>\n

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El guijarro sobre la l\u00e1pida es una costumbre jud\u00eda: para conmemorar al difunto.<\/h2>\n

Annette Riedl \/ DPA \/ Keystone<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Era una fresca tarde de noviembre cuando unos desconocidos se acercaron al cementerio jud\u00edo de Basilea. Se detuvieron frente al muro exterior. La noche era oscura, la calle estaba vac\u00eda. No hab\u00eda nadie presente cuando se agitaron los botes de spray. Colocaron claramente visible la \u201cPalestina Libre\u201d, justo al lado de la entrada del cementerio. Letras negras hasta los codos.<\/p>\n

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A la ma\u00f1ana siguiente, estos estaban grabados como una marca en el fr\u00e1gil muro del cementerio. Las im\u00e1genes del graffiti pronto circularon en las redes sociales. As\u00ed me enter\u00e9. Lo que sent\u00ed fue tristeza, rabia. Pero tambi\u00e9n impotencia. Me pregunt\u00e9 qu\u00e9 significaba este ataque para el futuro del pueblo jud\u00edo en Suiza. Estas cartas imperiosas, en el muro de este cementerio. Mis abuelos est\u00e1n enterrados detr\u00e1s de ella.<\/p>\n

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Cuando pienso en mis abuelos, pienso en su sala de estar. En el interior hab\u00eda muebles de color verde menta y estanter\u00edas que llegaban hasta el techo. No tengo recuerdos de mi abuela. Pas\u00f3 los \u00faltimos a\u00f1os de su vida luchando contra una grave enfermedad. Yo ten\u00eda apenas dos a\u00f1os cuando ella sucumbi\u00f3. Mi abuelo, en cambio, vivi\u00f3 hasta una edad avanzada. Era un hombre capaz. Nacido en 1917 como hijo de un inmigrante polaco, creci\u00f3 en circunstancias sencillas en Basilea. Fue el primer miembro de su familia en asistir a la escuela secundaria y luego a la universidad. Pronto se hizo un nombre como abogado en Basilea.<\/p>\n

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Mi abuelo trabaj\u00f3 mucho. Rara vez se permit\u00eda descansos. Luego pas\u00f3 tiempo con la familia. Su generosidad fue \u00fanica, al igual que su conocimiento. Cada vez que lo visitaba en Basilea, lo encontraba en el sill\u00f3n del sal\u00f3n, con un grueso libro en el regazo. Siempre hablaba despacio, eligiendo sus palabras con cuidado. Sin embargo, apenas habl\u00f3 de sus sentimientos. Apreciaba y admiraba a mi abuelo. Al mismo tiempo, no me sent\u00eda a la altura de \u00e9l. Con demasiada frecuencia evitaba hablar con \u00e9l.<\/p>\n

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Un grito de batalla en la pared<\/span><\/h2>\n

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Cuando muri\u00f3 mi abuelo, viv\u00ed temporalmente en el extranjero. S\u00f3lo despu\u00e9s de su muerte me di cuenta de que hab\u00eda olvidado comprometerme seriamente con \u00e9l y su vida. Llor\u00e9 mucho en su funeral. Unas semanas m\u00e1s tarde estaba con mi padre en el sal\u00f3n vac\u00edo de Basilea. Metemos libros en cajas de cart\u00f3n. Una carpeta cay\u00f3 en nuestras manos. En el interior se guardaban letras amarillentas. En las cartas, mi abuelo intentaba conseguir documentos de entrada a Estados Unidos. Era el a\u00f1o 1942.<\/p>\n

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El cementerio jud\u00edo de Basilea se encuentra en Theodor-Herzl-Strasse. Lleva el nombre del fundador del sionismo pol\u00edtico. Bajo la impresi\u00f3n del odio a los jud\u00edos en la Europa del siglo XIX, Herzl se propuso asegurar un hogar nacional para los jud\u00edos de todo el mundo. All\u00ed deber\u00edan poder vivir en paz, libres de exclusi\u00f3n y persecuci\u00f3n. Su objetivo era claro: Si\u00f3n \u2013 Jerusal\u00e9n en alem\u00e1n.<\/p>\n

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Herzl luch\u00f3 incansablemente por el regreso del pueblo jud\u00edo a su patria hist\u00f3rica. Bajo su presidencia se celebr\u00f3 el primer Congreso Sionista, no en Munich como estaba previsto, sino en Basilea. El evento se convirti\u00f3 en un hito. En Basilea el movimiento sionista recibi\u00f3 un impulso decisivo. Aunque llevara d\u00e9cadas, el camino hacia la fundaci\u00f3n del Estado de Israel estaba allanado.<\/p>\n

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Los desconocidos que fallecieron en el cementerio de Basilea parecen estar familiarizados con la historia jud\u00eda. Pintaron con pintura negra el cartel de la calle que adorna la pared del cementerio y tacharon el nombre de Herzl. Agregaron m\u00e1s graffiti debajo. Dice: \u201cSionismo = Terror\u201d. Una ecuaci\u00f3n que lo tiene todo. Probablemente pretenda dar a entender que la b\u00fasqueda de una patria jud\u00eda es una forma de terrorismo. De este modo se retira sumariamente la legitimidad del Estado de Israel. Degenera en una construcci\u00f3n ilegal.<\/p>\n

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En este contexto, el primer grafito, \u201cPalestina libre\u201d, s\u00f3lo puede entenderse como un grito de batalla: un llamado a la erradicaci\u00f3n del Estado jud\u00edo. Un estado en el que vive la gente. Donde hay librer\u00edas y salones de tatuajes. Donde los ni\u00f1os corretean por las aceras y los perros por el c\u00e9sped verde.<\/p>\n

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C\u00f3mo se producir\u00eda este proceso de extinci\u00f3n sigue siendo una cuesti\u00f3n abierta. Tal vez simplemente derribar\u00edan las fronteras. Millones de jud\u00edos israel\u00edes quedar\u00edan entonces abandonados a su suerte. O tal vez quieras sacarlos de sus casas y meterlos en autobuses y vagones de carga. Son transportados de regreso a la di\u00e1spora de la que huyeron hace generaciones porque no pod\u00edan vivir con seguridad en Alemania y Polonia, en Etiop\u00eda y Libia, en Yemen e Irak.<\/p>\n

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mis abuelos tuvieron suerte<\/span><\/h2>\n

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Cuando estall\u00f3 la guerra en Europa, mis abuelos ya eran pareja. Se casaron en la sinagoga de Basilea en 1940 y poco despu\u00e9s mi abuelo se uni\u00f3 al servicio antia\u00e9reo. Cuando mis abuelos esperaban su primer hijo en 1941, Suiza estaba rodeada por las potencias del Eje. Nadie sab\u00eda si las tropas alemanas invadir\u00edan ni cu\u00e1ndo. Y cu\u00e1les ser\u00edan las consecuencias para la poblaci\u00f3n jud\u00eda. Tambi\u00e9n hab\u00eda gente en este pa\u00eds que simpatizaba con los nacionalsocialistas.<\/p>\n

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Mis abuelos participaron activamente en la comunidad jud\u00eda durante los a\u00f1os de la guerra. Hab\u00eda familias de refugiados que cuidar. Luego, en 1942, se cerraron las fronteras y los jud\u00edos perseguidos ya no entraron al pa\u00eds. A Basilea llegaron mensajes desesperados de familiares en Francia y Polonia. Mis abuelos pensaron en huir al extranjero. La fundaci\u00f3n del Estado de Israel a\u00fan estaba muy lejos: no hab\u00eda ning\u00fan refugio seguro para el pueblo jud\u00edo. Sin embargo, Estados Unidos parec\u00eda lo suficientemente seguro. Por eso mi abuelo intent\u00f3 conseguir los documentos de entrada.<\/p>\n

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Pero sus aspiraciones quedaron en nada. Era un joven abogado y sus clientes todav\u00eda eran modestos: no cumpl\u00eda los requisitos econ\u00f3micos para obtener un permiso de residencia. Entonces mis abuelos se quedaron all\u00ed. De todos modos, las maletas segu\u00edan hechas. En el peor de los casos, hab\u00eda que huir, sin importar d\u00f3nde. Las noticias de familiares en Francia y Polonia se hicieron cada vez m\u00e1s escasas. Luego las cartas de los campos. Algunos de ellos seguir\u00edan siendo los \u00faltimos.<\/p>\n

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Mis abuelos tuvieron suerte: Suiza sigui\u00f3 siendo una isla segura. Los a\u00f1os posteriores a 1945 fueron una \u00e9poca de silencio. S\u00f3lo entonces se hizo tangible para mis abuelos el alcance total de la aniquilaci\u00f3n de los jud\u00edos. Despu\u00e9s de la fundaci\u00f3n de Israel en 1948, consideraron emigrar. Pero estaban demasiado apegados a su vida en Suiza. Mis abuelos decidieron quedarse en Basilea. El odio a los jud\u00edos parec\u00eda haber superado su punto m\u00e1ximo: en toda Europa estaba pasando a un segundo plano. Mi abuelo se arrodill\u00f3 para trabajar, mi abuela se dedic\u00f3 a la casa. Formaron una familia y tuvieron nietos. Fue una \u00e9poca de nuevos comienzos, de esperanza.<\/p>\n

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El miedo esta creciendo<\/span><\/h2>\n

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La esperanza viene y se va. El 7 de octubre del a\u00f1o pasado fue un punto de inflexi\u00f3n. No s\u00f3lo por la masacre asesina que tuvo lugar en el sur de Israel. La ola de odio que azot\u00f3 a los jud\u00edos en todo el mundo en las semanas siguientes tampoco tiene paralelo. Desde intentos de ataques incendiarios a sinagogas hasta ataques f\u00edsicos, intimidaci\u00f3n y graffiti. En poco tiempo desde la Sho\u00e1 los jud\u00edos de la di\u00e1spora temieron m\u00e1s por su seguridad. Tambi\u00e9n aqu\u00ed en Suiza.<\/p>\n

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La ola ahora ha vuelto a amainar. El mundo sigue girando. Lo que le queda al pueblo jud\u00edo es un regusto amargo. Adem\u00e1s de una pregunta. Es decir, cu\u00e1nto tiempo estar\u00e1s a salvo aqu\u00ed. La pregunta resuena en los pasillos de los centros comunitarios: las familias reflexionan sobre ella durante la cena, los j\u00f3venes en los caf\u00e9s. Del mismo modo que generaciones anteriores a ellas han reflexionado sobre ello. Mientras tanto, multitudes de personas se api\u00f1an en las calles cantando \u201cPalestina libre\u201d en el fr\u00edo aire invernal. Y los jud\u00edos intercambian miradas nerviosas, pregunt\u00e1ndose qu\u00e9 significa eso.<\/p>\n

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Muchos jud\u00edos son conscientes de que la fundaci\u00f3n de Israel tambi\u00e9n dej\u00f3 heridas. Hasta el d\u00eda de hoy no han sanado. Los palestinos merecen una buena vida en su propio Estado. Como el pueblo jud\u00edo tambi\u00e9n. Porque, como pueblo ap\u00e1trida, los jud\u00edos siempre dependieron del favor de los dem\u00e1s. A menudo recib\u00edan s\u00f3lo una protecci\u00f3n limitada y, de ser as\u00ed, a plazos. Hasta que los volvieron a poner en la picota, si es que no los mataron a golpes. O sus sinagogas fueron profanadas. O sus cementerios.<\/p>\n

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La maleta siempre estaba lista.<\/span><\/h2>\n

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Me tom\u00f3 un tiempo decidirme a hacerlo. Pero recientemente visit\u00e9 el cementerio de Basilea. Cuando gir\u00e9 por la Theodor-Herzl-Strasse me detuve. Los graffitis ya no eran visibles en la pared exterior. Tambi\u00e9n se ha sustituido el cartel de la calle. Bajo el cielo nublado, la pared parec\u00eda p\u00e1lida y desmoronada. Todo era igual, de alguna manera.<\/p>\n

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Mientras cruzaba la puerta hacia el patio lluvioso, me vino a la mente un texto de mi abuelo que hab\u00eda ca\u00eddo en mis manos hac\u00eda alg\u00fan tiempo. En \u00e9l registr\u00f3 pensamientos sobre su 85 cumplea\u00f1os. Cuando habl\u00f3 de su tierra natal, expres\u00f3 su agradecimiento. Sus antepasados \u200b\u200btodav\u00eda viv\u00edan en gran pobreza en Polonia. En Suiza pudo construir un negocio exitoso y llevar una vida plena.<\/p>\n

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Y sin embargo: mi abuelo hab\u00eda aprendido la lecci\u00f3n de la historia. Era consciente de que la situaci\u00f3n de los jud\u00edos podr\u00eda empeorar en cualquier momento. No importa cu\u00e1n establecidos estuvieran. No importa d\u00f3nde vivieran. Las maletas en su cabeza permanecieron hechas durante toda su vida.<\/p>\n

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Me detuve frente a la tumba de mis abuelos. Hice una pausa durante unos minutos. Luego cog\u00ed una piedra y la coloqu\u00e9 sobre la l\u00e1pida. Es una costumbre jud\u00eda conmemorar a los que han muerto. Mir\u00e9 hacia el cementerio. La llovizna ca\u00eda sobre los bancos de los parques y los \u00e1rboles desnudos. Me abroch\u00e9 el abrigo y sal\u00ed. De camino a casa pens\u00e9 en mis abuelos. Pero pronto me alej\u00e9. Intent\u00e9 imaginar las generaciones que les hab\u00edan precedido. Esta improbable cadena de personas. El guijarro tambi\u00e9n deber\u00eda ser para ellos. En memoria de los antepasados \u200b\u200bque han desafiado a los siglos. Que su recuerdo sea de bendici\u00f3n.<\/p>\n

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