{"id":1006794,"date":"2024-02-13T03:41:14","date_gmt":"2024-02-13T03:41:14","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/trauma-times-3-munich-medea-autorretratos-deluxe-y-no-tienes-que-hacer-nada\/"},"modified":"2024-02-13T03:41:16","modified_gmt":"2024-02-13T03:41:16","slug":"trauma-times-3-munich-medea-autorretratos-deluxe-y-no-tienes-que-hacer-nada","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/trauma-times-3-munich-medea-autorretratos-deluxe-y-no-tienes-que-hacer-nada\/","title":{"rendered":"Trauma Times 3: Munich Medea, Autorretratos (DELUXE), y no tienes que hacer nada"},"content":{"rendered":"


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De Munich Medea: familia feliz,<\/em> en el Teatro WP.
\n Foto: Julieta Cervantes<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\n

La capital de Baviera y la tragedia del infanticidio de Eur\u00edpides tienen mucho y muy poco que ver con los acontecimientos de Munich Medea: familia feliz<\/em>, la inquietante obra de Corinne Jaber sobre el abuso infantil, contada con todo detalle. Y los detalles son lo que Munich y medea<\/em> son: Los acontecimientos principales de la obra tienen lugar en el sur de Alemania y giran en torno a un actor de teatro cuyos papeles aclamados incluyen a Jason en medea<\/em>. Interpretado por Kurt Rhoads y acreditado simplemente como \u00abPadre\u00bb, el personaje acecha el nivel superior del set como un gran felino enjaulado, interrumpiendo ocasionalmente a las dos mujeres, Alice (Heather Raffo) y Caroline (Crystal Finn), mientras cuentan mon\u00f3logos trenzados. sobre sus relaciones adolescentes con \u00e9l en el nivel inferior.<\/p>\n

La palabra que segu\u00eda viniendo a mi mente mientras miraba Medea de M\u00fanich<\/em> es \u201ccristalino\u201d: claro, agudo y susceptible de hacerte sangrar. Nada en la escritura de Jaber, ni la direcci\u00f3n n\u00edtida y siniestra de Lee Sunday Evans, suaviza la incomodidad de lo que Alice y Caroline tienen para compartir. Las dos mujeres est\u00e1n volviendo a contar sus historias desde la mediana edad, mientras r\u00e1pidamente nos enteramos de alguna ruptura que ocurri\u00f3 entre ellas en su adolescencia y de las distintas formas en que el padre se aprovech\u00f3 de ellas. Alice es hija de refugiados sirios y de Alemania del Este, una outsider en la escuela que, siendo adolescente, ve la actuaci\u00f3n del actor y entabla una relaci\u00f3n sexual con \u00e9l. Carolina es su hija. El suyo puede ser el Familia feliz <\/em>lado del t\u00edtulo de la obra, pero claramente hay una oscuridad enterrada en su descripci\u00f3n de los intentos de su familia de lograr una fachada alegre. Su padre, dice desde el principio, trabaja hasta tarde en la habitaci\u00f3n contigua a su dormitorio y le teme el sonido de su televisi\u00f3n deportiva. \u201cTodav\u00eda no s\u00e9 qu\u00e9 es eso\/Familia feliz\u201d, dice, \u201cpero s\u00ed existe\/lo s\u00e9\u201d.<\/p>\n

Caroline y Alice nos presentan sus historias en lados opuestos del suelo casi desnudo del escenario, que se asemeja al s\u00f3tano de una casa con una l\u00e1mpara a un lado y un lavabo al otro. No hay ninguna divisi\u00f3n f\u00edsica entre ellos, aparte de una escalera que conduce siniestramente a un piso encima de ellos, que est\u00e1 dividido en dos. Por un lado, encima de Alice, la escen\u00f3grafa Kristen Robinson ha creado una interpretaci\u00f3n m\u00e1s realista del camerino del padre de Caroline. Por el otro, encima de Caroline, hay un espacio separado del p\u00fablico con una ventana, aparentemente una vista exterior de su casa. Pero cuando comienza la obra, es como si Caroline y Alice estuvieran en confesionarios separados, sin darse cuenta la una de la otra, cada una compartiendo un lado de una historia que la otra no conoce del todo.<\/p>\n

Ah\u00ed es donde entra en juego el compromiso de Jaber con los detalles. El abuso que el padre de Caroline promulg\u00f3 contra Alice y Caroline no se representa en el escenario (eso ser\u00eda demasiado insoportable), pero se describe expl\u00edcitamente, al igual que todo tipo de otros fragmentos de contexto: la forma en que Los alemanes no conf\u00edan en la capacidad de Alice para hablar su idioma, en la apat\u00eda de la madre de Caroline, en las formas en que la hora de comer era diferente en cada una de sus casas. Esos detalles, el Munich y medea<\/em> de todo, suman un nivel de realidad convincente, perturbadora y confusa. Jaber, un escritor y actor sirio alem\u00e1n nacido en Munich, presenta los t\u00e9rminos en los que estos acontecimientos pueden haberse desarrollado con un nivel de plausibilidad que los hace a\u00fan m\u00e1s dif\u00edciles de descartar. Los personajes y sus acciones no son par\u00e1bolas f\u00e1ciles. Mientras Alice describe su atracci\u00f3n por su padre (\u201cno amor\u201d, dice, \u201ceso es justo lo que me gustar\u00eda imaginar\/contribuye a una mejor obra\u201d), desaf\u00eda al p\u00fablico a comprender c\u00f3mo sucedi\u00f3:<\/p>\n

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No me digas \u00bfC\u00d3MO PUDISTE?<\/p>\n

Y POR QU\u00c9 \u00c9L<\/p>\n

Y toda la otra mierda que recibo de ti<\/p>\n

Solo intenta seguir ese camino por un rato.<\/p>\n<\/blockquote>\n

Tambi\u00e9n es mucho pedir a los actores que sigan ese camino, pero Raffo y Finn logran mantener el rumbo. La Alice de Raffo, con botas, jeans y una camisa arremangada, es m\u00e1s abiertamente conflictiva, acostumbrada a toda una vida como una outsider, mientras que Caroline de Finn es recatada y retra\u00edda, luciendo como Shelley Duvall con un traje pantal\u00f3n de tres piezas. Sus dos energ\u00edas se complementan e incluso cuando hablan por separado, fluye entre ellos un sentimiento de apoyo. Debido a que est\u00e1n tan separados durante la mayor parte de la actuaci\u00f3n, hay una carga cada vez que Raffo y Finn se acercan, incluso antes de que sus personajes hayan comenzado a tomar conciencia de las experiencias del otro con el padre de Caroline. Algunos destellos de calidez comienzan a entrar en escena.<\/p>\n

Hay una sensaci\u00f3n crucial de que, al describir este horror, algo bueno aparecer\u00e1, asumiendo la carga colectivamente. De lo contrario, la obra podr\u00eda llevarnos simplemente a la desesperaci\u00f3n. Evans, que ha dirigido tanto la man\u00eda adolescente de Naci\u00f3n de la danza<\/em> y la grandeza de Oratorio de los seres vivos<\/em>marcas Medea de M\u00fanich<\/em>, por todo el malestar que provoca, se siente como un rito sagrado. A medida que avanza la obra, Alice y Caroline comienzan a verse con la misma plenitud con la que nosotros, el p\u00fablico, hemos llegado a comprenderlas. Al igual que los personajes, estamos aqu\u00ed en la oscuridad para recibir estas historias y tal vez, al compartirlas, para sanar.<\/p>\n

Si Medea de M\u00fanich<\/em> ataca un tipo de trauma a trav\u00e9s de una especificidad extrema, Phillip Howze Autorretratos (DE LUJO) <\/em>toma un rumbo opuesto, m\u00e1s opaco, aunque Howze revela mucho al dejar que su trabajo se desvincule de la interpretaci\u00f3n literal. Su obra se desarrolla a trav\u00e9s de una serie de autorretratos representados; seg\u00fan su gui\u00f3n, los primeros se hacen antes de que el p\u00fablico entre en escena, incluida la instrucci\u00f3n a los artistas de escribir una carta a su yo futuro y luego convertirla en un papel mach\u00e9. objeto, muchos de ellos enmarcados en referencia al sentimiento de esguince y expansi\u00f3n de ser negro en Estados Unidos. Los primeros segmentos que presencias como miembro de la audiencia involucran a Howze, con un mono blanco pintado con una figura negra y sombr\u00eda, trabajando en la sala como un t\u00edmido stand-up en un micr\u00f3fono abierto. \u00c9l y el director Dominique Rider intensifican la energ\u00eda nerviosa de los extra\u00f1os que lo miran, solicitan los nombres de las personas con su micr\u00f3fono y luego cuentan una historia sobre una mujer que dice la palabra N en una fiesta profundamente inc\u00f3moda en Connecticut para una eminencia art\u00edstica sudafricana blanca. cuyo chiste bien podr\u00eda ser: \u00abPor supuesto que no tenemos apartheid aqu\u00ed en Estados Unidos\u00bb.<\/p>\n

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\n\"De <\/picture>\n <\/div>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\n

De Autorretrato (De lujo)<\/em>en JACK.
\n Foto: Mar\u00eda Baranova<\/span>\n <\/p>\n<\/div>\n

El trabajo, cuando Howze est\u00e1 operando a su m\u00e1ximo nivel, tiene ese humor negro de alta frecuencia, entregado sobre un golpe de incomodidad. En otra secuencia, Howze yace bajo un espejo distorsionado con los esqu\u00eds colgando sobre \u00e9l, como si hubiera ca\u00eddo en la nieve. Es una configuraci\u00f3n inteligente, tal vez demasiado inteligente (hay un chiste acerca de que esta no es la cima de la monta\u00f1a a la que se refer\u00eda Martin Luther King Jr.) y me mantuvo a mayor distancia. Est\u00e1 mejor de pie, como lo est\u00e1 en una secuencia que sigue la escena de la nieve, meticulosamente cronometrada internamente (\u201cDios est\u00e1 en los detalles, en los ojos y en los silencios\u201d, se lee en el gui\u00f3n), en la que organiza a los miembros del grupo. audiencia a lo largo de una pared, pidi\u00e9ndoles gentilmente que posen, pronto se dar\u00e1 cuenta, con las manos en alto de una manera que se asemeja a los delincuentes detenidos por la polic\u00eda. Toda la tranquilidad y el cuidado de Howze, entonces, hacen que la actividad sea a\u00fan m\u00e1s inquietante. Le sigue otro autorretrato en el que Howze, con su sombra proyectada en la pared, expresa reacciones silenciosas ante un mon\u00f3logo de una figura materna que le pide que comparta los detalles de un aparente acto de violencia contra \u00e9l. La combinaci\u00f3n de los dos y la absoluta negativa a dar m\u00e1s detalles crean este espacio en blanco pero rico en el que se puede proyectar tanto.<\/p>\n

Se siente mal revelar m\u00e1s autorretratos que Howze ha planeado, pero la pieza comienza desde ah\u00ed, y como Medea de M\u00fanich<\/em>, apunta a una especie de curaci\u00f3n, esta vez con la ayuda de la m\u00fasica de Devon Gates. Howze y Rider presentan un ritual reconfortante a modo de concierto, con algunos miembros m\u00e1s entusiastas del p\u00fablico invitados a contribuir con sus propias peque\u00f1as reacciones a las melod\u00edas. Se pod\u00eda sentir una liberaci\u00f3n colectiva por parte de aquellos de nosotros que est\u00e1bamos mirando, despu\u00e9s de que nos conocimos con la insistencia de Howze, mientras la m\u00fasica pasaba de deslizamientos atonales a armon\u00edas m\u00e1s suaves. Aunque probablemente no podr\u00edamos articularlo exactamente, hab\u00edamos pasado por muchas cosas juntos.<\/p>\n

Al finalizar un fin de semana sumergi\u00e9ndome en un trauma escenificado, vi la mirada puntiaguda y segura de Ryan Drake. no tienes que hacer nada<\/em>, que vigila las secuelas persistentes de una relaci\u00f3n manipuladora. El narrador de la obra, Teddy, un Yaron Lotan alegre hasta el punto de preocuparse, se presenta como ese tropo familiar de un forastero gay con el que se puede identificarse, que llega a una nueva escuela privada para cursar s\u00e9ptimo grado, donde conoce a Clark (Will Dagger). de Corso<\/em>; Will Arbery produce esto), un t\u00edpico chico raro que, a sus 15 a\u00f1os, es dos a\u00f1os mayor para su grado; en una de las primeras se\u00f1ales de alerta, ofrece explicaciones contradictorias por haber sido retenido. Clark se aferra a Teddy de inmediato, tratando de que se salte una orientaci\u00f3n y pasen el rato, luego le env\u00eda mensajes insistentes a trav\u00e9s de AIM y, finalmente, anima a Teddy a invitarlo a una fiesta de pijamas, donde Clark presiona a Teddy para que realice actos en el dormitorio para los que no est\u00e1 preparado.<\/p>\n

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\n\"De <\/picture>\n <\/div>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\n

De no tienes que hacer nada,<\/em> en AQU\u00cd Artes.
\n Foto: Mar\u00eda Baranova<\/span>\n <\/p>\n<\/div>\n

No tienes que hacer nada<\/em> es un poco como un gemelo oscuro del estilo adolescente YA de \u201cIt Gets Better\u201d Detiene el coraz\u00f3n<\/em>, donde dos solitarios queer se encuentran, sanan y enfrentan juntos la homofobia. El apego de Clark a Teddy lo desorienta y lo inquieta en gran medida, alejando a Teddy de sus amigos (Andrea Abello es un soplo de aire fresco como su amiga Enid, profundamente normal pero gentilmente perceptiva) y hacia las profundidades cargadas de las salas de chat en l\u00ednea (Miles Elliot aparece como un serie de masc doms, o como un extra\u00f1o haci\u00e9ndose pasar por tal). El director Ryan Dobrin evoca el temor, la incomodidad y la emoci\u00f3n que conlleva un tipo particular de experimentaci\u00f3n sexual mediada a trav\u00e9s de Internet, haciendo que los actores imbuyan transcripciones textuales del chat (incluidos sus \u00abjaja\u00bb y \u00abpor cierto\u00bb) con la emoci\u00f3n del personaje escribiendo. a ellos. Como soy alguien que creci\u00f3 en el mismo contexto que Teddy, los sentimientos m\u00e1s crudos detr\u00e1s de la postura concisa de l\u00edneas como \u00ab\u00bfASL?\u00bb y \u00abenviar fotos\u00bb era tremendamente familiar (y ocasionalmente simplemente divertido).<\/p>\n

Aunque Clark deja la escuela de Teddy, Teddy nunca podr\u00e1 escapar de \u00e9l o, como propone Drake, puede que no quiera hacerlo. Dagger puede ser totalmente amenazador en un momento y luego suave como un ni\u00f1o rega\u00f1ado en otro, y te mantiene desequilibrado con las confesiones y manipulaciones de Clark (\u00bfrealmente tiene novio? \u00bfEst\u00e1 realmente en Espa\u00f1a?), de modo que entiendes la situaci\u00f3n de Teddy. se desliza hacia el perd\u00f3n. Es notable, tambi\u00e9n, que no tienes que hacer nada<\/em> no apunta hacia una salida a esta din\u00e1mica, a diferencia de Medea de M\u00fanich<\/em> o Autorretratos<\/em>, no hay mucho camino hacia la curaci\u00f3n, porque una relaci\u00f3n definida en gran medida por la conexi\u00f3n en l\u00ednea puede ser muy dif\u00edcil de terminar. Hay tantas v\u00edas para mantenerse en contacto que una ruptura clara es imposible. Clark puede desaparecer de la vida de Teddy y luego reaparecer de la nada, sus conversaciones progresan a trav\u00e9s de AIM, mensajes de texto y Facebook, los nombres de usuario cambian pero la din\u00e1mica permanece igual. \u00c9l est\u00e1 ah\u00ed, incluso, como una presencia fantasmal durante el sexo con otra persona. En lugar de llegar a la mayor\u00eda de edad, Teddy se queda atrapado en la adolescencia, gracias a la mec\u00e1nica de Internet. Quiz\u00e1s estemos congelados emocionalmente por el mismo medio por el cual aceptamos con tanto entusiasmo permanecer conectados.<\/p>\n