\n<\/aside>\n<\/p>\n
Establecer un momento preciso de la muerte (el intervalo post mortem, o PMI) tras el descubrimiento de un cad\u00e1ver es notoriamente un desaf\u00edo, por muy f\u00e1cil que los m\u00e9dicos forenses ficticios puedan hacer que parezca. Algunos cient\u00edficos forenses utilizan el ciclo de vida de las moscas azules, que buscan y ponen huevos en los cad\u00e1veres. Pero hay mucha variabilidad entre las especies de moscas y los efectos estacionales, por lo que ser\u00eda \u00fatil desarrollar nuevos m\u00e9todos.<\/p>\n
Resulta que estudiar los microbios que prosperan en los cad\u00e1veres en descomposici\u00f3n puede proporcionar pistas \u00fatiles. Los cient\u00edficos forenses han identificado unos 20 microbios que creen que constituyen una especie de red universal que impulsa la descomposici\u00f3n de la carne de animales muertos, seg\u00fan un nuevo art\u00edculo publicado en la revista Nature Microbiology.<\/p>\n
\u201cUna de las preguntas principales de cualquier investigaci\u00f3n de muerte es ‘\u00bfcu\u00e1ndo muri\u00f3 esta persona?’\u201d, dijo Nancy La Vigne, directora del Instituto Nacional de Justicia, que financi\u00f3 la investigaci\u00f3n. \u00abEsta l\u00ednea continua de investigaci\u00f3n financiada por el NIJ est\u00e1 mostrando resultados prometedores para predecir el momento de la muerte de restos humanos, ayudar en la identificaci\u00f3n del difunto, determinar posibles sospechosos y confirmar o refutar coartadas\u00bb. <\/p>\n
El trabajo se basa en casi una d\u00e9cada de investigaciones previas. Por ejemplo, en 2015, los cient\u00edficos pudieron estimar con precisi\u00f3n el momento de la muerte de ratones y cad\u00e1veres humanos dentro de un per\u00edodo de dos a cuatro d\u00edas, incluso despu\u00e9s de que los cuerpos se hubieran descompuesto durante semanas. Experimentos anteriores hab\u00edan demostrado que, independientemente de la estaci\u00f3n, el entorno y la especie de los muertos, las comunidades de microbios carn\u00edvoros parecen tener un horario predecible para comer cad\u00e1veres. Como inform\u00f3 Beth Mole para Ars en ese momento, \u00abEsos tiempos de cena se relacionan con las etapas de descomposici\u00f3n que atraviesa un cuerpo: desde carne fresca hasta cad\u00e1veres hinchados, pasando por la ruptura y filtraci\u00f3n de fluidos ricos en nitr\u00f3geno hasta la descomposici\u00f3n activa y luego a un eventual estado seco\u00bb. \u00abCada etapa atrae microbios devoradores de cuerpos espec\u00edficos, muchos de ellos con gusto por los amino\u00e1cidos\u00bb.<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nPero los investigadores no estaban seguros de si la transici\u00f3n de los microbios en el momento preciso se ver\u00eda igual en diferentes escenarios, como cad\u00e1veres en un desierto versus en un bosque, en verano versus invierno, o en cad\u00e1veres que se pudren pac\u00edficamente versus aquellos que son picoteados por carro\u00f1eros. Los resultados experimentales de 2015 mostraron que la temperatura determinaba el ritmo del horario de comidas microbianas. Pero el cronograma fue notablemente similar entre los cuatro cuerpos humanos utilizados en el experimento, as\u00ed como el de los ratones, incluso dada la exposici\u00f3n al aire libre. Por tanto, el patr\u00f3n de masticaci\u00f3n microbiana podr\u00eda ser un reloj universal para indicar la hora de la muerte.<\/p>\n
Este \u00faltimo art\u00edculo ampl\u00eda el alcance de la investigaci\u00f3n para observar m\u00e1s de cerca los tipos espec\u00edficos de microbios que tienden a florecer en los cad\u00e1veres en descomposici\u00f3n. \u00abCuando se habla de investigar escenas de muerte, hay muy pocos tipos de evidencia f\u00edsica que se pueda garantizar que estar\u00e1n presentes en cada escena\u00bb, dijo el coautor David Carter, cient\u00edfico forense de ciencias forenses en la Universidad Chaminade de Honolulu en Hawaii. . \u201cNunca se sabe si habr\u00e1 huellas dactilares, manchas de sangre o im\u00e1genes de la c\u00e1mara. Pero los microbios siempre estar\u00e1n ah\u00ed\u201d. En el caso de este \u00faltimo estudio, \u00abestamos hablando de escenas de muerte al aire libre\u00bb, a\u00f1adi\u00f3. \u00abPuede resultar dif\u00edcil recopilar informaci\u00f3n en ese tipo de investigaciones\u00bb.<\/p>\n\nJ. Metcalf y otros, 2024<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
Esta vez, el equipo realiz\u00f3 experimentos al aire libre entre 2016 y 2017 en 36 cad\u00e1veres humanos en tres instalaciones diferentes (granjas de cuerpos): la Estaci\u00f3n de Investigaci\u00f3n de Investigaci\u00f3n Forense de la Universidad de Colorado Mesa (FIRS), la Universidad Estatal Sam Houston de Ciencias Forenses Aplicadas del Sudeste de Texas (STAFS). ) y el Centro de Investigaci\u00f3n Antropol\u00f3gica (ARF) de la Universidad de Tennessee. Los cuerpos fueron estudiados durante 21 d\u00edas durante diferentes estaciones (primavera, verano, oto\u00f1o e invierno). Se tomaron muestras diarias tanto de los suelos de las tumbas asociados con la descomposici\u00f3n como de la piel de la cabeza y el torso de los cuerpos, as\u00ed como muestras de suelo de control. Tambi\u00e9n se registraron la temperatura diaria, la humedad y otros factores ambientales.<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nLas tres instalaciones est\u00e1n ubicadas en dos tipos de clima distintos (bosque templado y estepa semi\u00e1rida), sin embargo, el equipo identific\u00f3 los mismos 20 microbios en descomposici\u00f3n en todos los cuerpos, que una vez m\u00e1s aparecieron en patrones de masticaci\u00f3n predecibles independientemente de las variables exteriores. \u00abEs realmente genial que existan estos microbios que siempre aparecen para descomponer restos de animales\u00bb, dijo la coautora Jessica Metcalf de la Universidad Estatal de Colorado. \u00abCon suerte, estamos abriendo toda esta nueva \u00e1rea de investigaci\u00f3n ecol\u00f3gica\u00bb.<\/p>\n Bones<\/em>.\u00bb src=\u00bbhttps:\/\/cdn.arstechnica.net\/wp-content\/uploads\/2024\/02\/corpse2-640×426.jpg\u00bb width=\u00bb640″ height=\u00bb426″ srcset=\u00bbhttps:\/\/cdn.arstechnica.net\/wp-content\/uploads\/2024\/02\/corpse2.jpg 2x\u00bb\/>\nAgrandar
\/<\/span> El agente Booth (David Boreanaz) y Temperance Brennan (Emily Deschanel) visitaron una granja de cuerpos en un episodio de 2011 de Huesos<\/em>.<\/div>\nTelevisi\u00f3n del siglo XX Fox<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
Estos microbios en particular no se encuentran en bases de datos de microbios que se encuentran com\u00fanmente en el suelo, la piel humana y los microbiomas intestinales, entonces, \u00bfc\u00f3mo encuentran su camino hacia la sabrosa carne en descomposici\u00f3n? Los autores sugieren que los insectos probablemente desempe\u00f1en un papel clave, ya que estos microbios descomponedores universales se encuentran com\u00fanmente en insectos como los escarabajos carro\u00f1eros y las moscas azules.<\/p>\n
Los autores tambi\u00e9n utilizaron sus nuevos datos junto con el aprendizaje autom\u00e1tico para desarrollar un modelo predictivo del momento de la muerte basado en la actividad microbiana. El modelo funcion\u00f3 notablemente bien, prediciendo la hora de la muerte dentro de tres d\u00edas calendario en pruebas independientes. El equipo atribuye los errores persistentes a factores intr\u00ednsecos como el IMC\/masa corporal total y a factores extr\u00ednsecos como los carro\u00f1eros y las precipitaciones. Estos se estudiar\u00e1n en futuras investigaciones para mejorar a\u00fan m\u00e1s los modelos predictivos.<\/p>\n
Nature Microbiology, 2024. DOI: 10.1038\/s41564-023-01580-y (Acerca de los DOI).<\/p>\n<\/p><\/div>\n
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