{"id":1011077,"date":"2024-02-15T21:53:32","date_gmt":"2024-02-15T21:53:32","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/resena-de-pequenas-cosas-como-estas-cillian-murphy-es-excelente-como-un-hombre-embrujado-en-el-tenue-pero-poderoso-estreno-irlandes-de-berlin\/"},"modified":"2024-02-15T21:53:34","modified_gmt":"2024-02-15T21:53:34","slug":"resena-de-pequenas-cosas-como-estas-cillian-murphy-es-excelente-como-un-hombre-embrujado-en-el-tenue-pero-poderoso-estreno-irlandes-de-berlin","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/resena-de-pequenas-cosas-como-estas-cillian-murphy-es-excelente-como-un-hombre-embrujado-en-el-tenue-pero-poderoso-estreno-irlandes-de-berlin\/","title":{"rendered":"Rese\u00f1a de ‘Peque\u00f1as cosas como estas’: Cillian Murphy es excelente como un hombre embrujado en el tenue pero poderoso estreno irland\u00e9s de Berl\u00edn"},"content":{"rendered":"


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\tA diferencia del mordaz ganador del Le\u00f3n de Oro de Venecia de 2008 de Peter Mullan, Las hermanas Magdalena<\/em>o la balada desgarradoramente triste de Joni Mitchell, \u00abThe Magdalene Laundries\u00bb, el nombre dado a las notorias instituciones de asilo controladas por \u00f3rdenes religiosas irlandesas nunca se pronuncia en Peque\u00f1as cosas como estas<\/em>. Pero su evocaci\u00f3n b\u00edblica de la \u201cmujer ca\u00edda\u201d es clara como una campana en este drama profundamente conmovedor sobre c\u00f3mo un atisbo de crueldad detr\u00e1s de los muros del convento reabre las heridas psicol\u00f3gicas de un amable hombre de familia que se ha esforzado por construir una vida libre de estigma y dolor de su infancia.<\/p>\n

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\tEse hombre es Bill Furlong, un trabajador comerciante de carb\u00f3n y amoroso padre de cinco hijas, interpretado por Cillian Murphy en una actuaci\u00f3n que te arranca el coraz\u00f3n a pesar de ser un modelo impecable de moderaci\u00f3n.<\/p>\n

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\t\t\t\t\tPeque\u00f1as cosas como estas\t\t<\/p>\n<\/h3>\n

\n\t\t\t\t\tLa l\u00ednea de fondo<\/span>
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\tAs\u00ed es como se sigue una superproducci\u00f3n inteligente.
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\t\t\t\t\t\t\tEvento<\/strong>: Festival de Cine de Berl\u00edn (Concurso)
Elenco<\/strong>: Cillian Murphy, Eileen Walsh, Michelle Fairley, Emily Watson, Zara Devlin, Agnes O’Casey, Mark McKenna, Helen Behan, Liadan Dunlea, Louis Kirwan
Director<\/strong>: Tim Mielants
Guionista<\/strong>: Enda Walsh, basado en el libro de Claire Keegan
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\t\t\t\t\t\t\t\t1 hora 37 minutos\t\t\t<\/span>\n\t\t<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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\tEl trabajo del actor aqu\u00ed dif\u00edcilmente podr\u00eda contrastar m\u00e1s con su caracterizaci\u00f3n fina como la figura principal, de voz suave pero imponente, en oppenheimer<\/em>, con su toque de arrogancia que irrita a tantos compa\u00f1eros. Bill es un hombre reservado pero profundamente decente que parece haber pasado su edad adulta ocupando el menor espacio posible. Murphy lo da cuerpo con silencios cargados y gestos de dolor, sus ojos p\u00e1lidos y expresivos transmiten un mundo de dolor, de trauma sacado a la superficie por una experiencia sorprendente.<\/p>\n

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\tEl director belga Tim Mielants asegur\u00f3 que trabaj\u00f3 anteriormente con Murphy en Peaky Blinders<\/em>, mientras que la guionista Enda Walsh colabora con el actor en proyectos teatrales desde hace 20 a\u00f1os. A diferencia de algunas de sus obras expresionistas m\u00e1s abstractas, la escritura de Walsh aqu\u00ed es sobria pero cristalina, lo que la convierte en una combinaci\u00f3n ideal para la prosa de Claire Keegan, quien escribi\u00f3 la novela original.<\/p>\n

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\tKeegan, uno de los principales autores contempor\u00e1neos de Irlanda, escribi\u00f3 el cuento, Alentar<\/em>que se convirti\u00f3 en la base del maravilloso La chica tranquila<\/em>. La misma compasi\u00f3n l\u00facida que adorn\u00f3 la pel\u00edcula de Colm Bair\u00e9ad eleva esta nueva adaptaci\u00f3n igualmente de peque\u00f1a escala pero totalmente satisfactoria. Es sutil pero resonante, \u00edntimo pero emocionalmente expansivo y en cada paso claramente nada sentimental.<\/p>\n

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\tSi bien los Lavaderos de la Magdalena, a veces denominados asilos, funcionaron desde finales del siglo XVIII, lo m\u00e1s impactante de este vergonzoso cap\u00edtulo hist\u00f3rico es cu\u00e1nto tiempo se permiti\u00f3 que continuara gracias al silencio c\u00f3mplice de un pa\u00eds bajo el control de la Iglesia cat\u00f3lica. Se estima que entre 1922, cuando se estableci\u00f3 el Estado Libre Irland\u00e9s, y 1996, cuando se cerr\u00f3 la \u00faltima de las lavander\u00edas, m\u00e1s de 10.000 mujeres fueron institucionalizadas y obligadas a realizar trabajos no remunerados. Muchas eran madres solteras cuyos beb\u00e9s les fueron arrebatados y dados en adopci\u00f3n.<\/p>\n

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\tPrimeros indicadores: los trabajadores de Bill discuten un combate de boxeo de Barry McGuigan; Una canci\u00f3n de Dexys Midnight Runners suena de fondo en el pub; sit\u00faa la acci\u00f3n a mediados de la d\u00e9cada de 1980. Pero al igual que el escenario de La chica tranquila<\/em>, la ciudad de New Ross en el condado de Wexford muestra tan poca evidencia de cambio que podr\u00eda confundirse con 20 o incluso 30 a\u00f1os antes. Frank van den Eeden, colaborador frecuente de Mielants DP, fotograf\u00eda las calles estrechas y las casas poco elegantes en grises y marrones que casi se inclinan hacia el sepia, con flashbacks de la infancia de Bill que parecen fotograf\u00edas antiguas te\u00f1idas a mano. La sensaci\u00f3n texturizada del lugar es transportadora.<\/p>\n

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\tBill est\u00e1 ocupado en el per\u00edodo previo a la Navidad de 1985, entregando carb\u00f3n y combustible a familias y empresas locales y luego regresa a casa cada noche, donde se limpia el polvo negro de las manos y las u\u00f1as antes de sentarse a cenar en una cocina animada por las disputas juguetonas de sus chicas. Los escucha a pesar de su fatiga y preocupaci\u00f3n, dejando claro con s\u00f3lo una mirada o una o dos l\u00edneas de di\u00e1logo que los afectos son profundos en la familia, incluso con la solidaria esposa de Bill, Eileen (Eileen Walsh). <\/p>\n

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\tUna entrega en el Convento del Buen Pastor, separado s\u00f3lo por una pared de la escuela secundaria a la que asiste Kathleen (Liaden Dunlea), la inteligente hija mayor de Bill, deja a Bill muy conmocionado. De pie, medio escondido en la oscura entrada del cobertizo de carb\u00f3n, es testigo de c\u00f3mo una joven angustiada suplica a su madre y se resiste f\u00edsicamente antes de ser puesta por la fuerza en manos de las monjas.<\/p>\n

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\tUn encuentro con el t\u00edmido hijo de un alcoh\u00f3lico del pueblo el mismo d\u00eda exacerba a\u00fan m\u00e1s la vulnerabilidad de Bill. Cuando comenta en casa que le dio al ni\u00f1o algunas monedas sueltas, Eileen lo reprende amablemente por ser bondadoso. Ese momento se repite m\u00e1s tarde cuando su pragm\u00e1tica esposa le dice: \u201cSi quieres seguir adelante en esta vida, hay cosas que debes ignorar\u201d.<\/p>\n

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\tWalsh, quien interpret\u00f3 a una de las cuatro mujeres j\u00f3venes en el centro de Las hermanas Magdalena<\/em>, es excelente en los momentos tranquilos de la pareja a solas. Parece dividida entre la preocupaci\u00f3n genuina por Bill y el nerviosismo de que cualquier cosa que \u00e9l diga p\u00fablicamente y que pueda considerarse hostil a la Iglesia pueda exponerlos a la desaprobaci\u00f3n de la comunidad.<\/p>\n

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\tLas peque\u00f1as cosas del t\u00edtulo que rompen la fr\u00e1gil serenidad de Bill lo env\u00edan a una espiral de tristeza que nunca ha sanado, s\u00f3lo se ha mantenido a raya. En flashbacks de la infancia, Louis Kirwan lo interpreta con un tierno dolor. El bullying que sufre en la escuela cuando era un ni\u00f1o nacido fuera del matrimonio s\u00f3lo se ve en la angustia en el rostro de su madre Sarah (Agnes O’Casey), mientras le frota la chaqueta para eliminar los restos de saliva y cualquier otra cosa que le hayan arrojado. a \u00e9l.<\/p>\n

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\tSarah muri\u00f3 joven, dej\u00e1ndolo al c\u00e1lido cuidado de la Sra. Wilson (Michelle Fairley), una viuda financieramente acomodada que los acogi\u00f3 a ambos, y su pe\u00f3n Ned (Mark McKenna), quien es a la vez una figura de padrastro y un amigo.<\/p>\n

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\tLa econom\u00eda con di\u00e1logo en el gui\u00f3n de Enda Walsh significa que no es necesario decir nada para que nos demos cuenta de lo que est\u00e1 pasando por la cabeza de Bill mientras contempla con qu\u00e9 facilidad \u00e9l y su madre podr\u00edan haber corrido un destino peor y lo temeroso que est\u00e1 por sus propias hijas. Cuando la vigilante Eileen se da cuenta de su melancol\u00eda repentinamente profundizada y de su insomnio nocturno, Bill lo ignora diciendo que simplemente est\u00e1 demasiado cansado o que est\u00e1 resfriado.<\/p>\n

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\tPero su estado depresivo y aprensivo se intensifica cuando entra al convento para cobrar una factura. La adolescente que vio antes, tambi\u00e9n llamada Sarah (Zara Devlin), est\u00e1 de rodillas fregando el suelo hasta que se arroja hacia \u00e9l, rog\u00e1ndole entre l\u00e1grimas que la lleve hasta el r\u00edo, s\u00f3lo para sacarla de all\u00ed. all\u00e1.<\/p>\n

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\tPermaneciendo fiel a la novela de Keegan, Peque\u00f1as cosas como estas<\/em> no se trata principalmente de las Lavander\u00edas Magdalene (que tambi\u00e9n sirvieron de tel\u00f3n de fondo para la pel\u00edcula de Stephen Frears). Filomena<\/em>). Se centra m\u00e1s en la forma en que la verg\u00fcenza y el abuso institucional pueden ser un secreto sucio y enconado. Bill comienza a luchar con su conciencia sobre si debe hacer algo o mirar hacia otro lado en silencio, como tiende a hacer la mayor\u00eda de la gente en New Ross.<\/p>\n

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\tEsto lo deja claro la se\u00f1ora Kehoe (Helen Behan), que dirige el pub, cuando lleva a Bill a un lado y le advierte que no se haga enemigo de las monjas, que intervienen en todo lo que sucede en la ciudad. Sin ni siquiera insistir, la aquiescencia se describe como una forma de c\u00e1ncer social.<\/p>\n

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\tLa pieza central dram\u00e1tica de la pel\u00edcula es una escena impactante en la que Bill encuentra a Sarah asustada y temblando en el cobertizo de carb\u00f3n y la acompa\u00f1a de regreso al interior del convento, donde lo invitan (u ordenan) a sentarse junto a la chimenea y tomar una taza de t\u00e9 en el oficina de la Madre Superiora, Sor Mar\u00eda.<\/p>\n

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\tLa gran Emily Watson la interpreta como una mujer de Dios que ha hecho todas las justificaciones necesarias para continuar dirigiendo un bullicioso servicio de lavander\u00eda con fines de lucro, basado en una servidumbre por contrato. Sus muestras externas de preocupaci\u00f3n hacia la joven Sarah, al igual que sus cordiales intercambios con Bill sobre su negocio y su familia, apenas ocultan t\u00e1cticas de intimidaci\u00f3n que no necesita expresar con palabras. Mientras liquida su cuenta, tambi\u00e9n saca una tarjeta de Navidad y se la dirige a Eileen, deslizando en su interior dinero en efectivo que se presenta como un regalo, pero que claramente es dinero para guardar silencio. La hermana Mary es un papel secundario elegido y Watson lo transmite con una firmeza subyacente que es escalofriante.<\/p>\n

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\tMielants, cuyos cr\u00e9ditos como director incluyen FX Legi\u00f3n<\/em> y la fant\u00e1stica primera temporada ambientada en el \u00c1rtico de la antolog\u00eda de terror de AMC, El terror<\/em>, tiene un agarre firme sobre el material que nunca flaquea. Saca el patetismo de forma natural y mantiene fuera de la pantalla lo peor de lo que sucede en El Buen Pastor, una elecci\u00f3n discreta que se refleja en la letra ligera de la partitura de Senjan Jansen. Las tomas frecuentes observadas a trav\u00e9s de las puertas subrayan h\u00e1bilmente el peso de los secretos de la historia.<\/p>\n

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\tDirigido con dolorosa sensibilidad por Murphy (tambi\u00e9n productor, junto con su oppenheimer<\/em> compa\u00f1ero de reparto Matt Damon), este es un drama sombr\u00edo y pausado que se inspira en la aparente tranquilidad del t\u00edtulo y es a\u00fan m\u00e1s intensamente conmovedor. Termina en lo que podr\u00eda ser un punto medio cargado de dramatismo para muchas historias, pero los realizadores simplemente lo dejaron quedarse aqu\u00ed, con gran efecto.<\/p>\n<\/p><\/div>\n


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