{"id":1016800,"date":"2024-02-20T05:39:49","date_gmt":"2024-02-20T05:39:49","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-sangre-aun-estaba-fresca-como-los-militantes-palestinos-lloran-a-su-comandante-asesinado\/"},"modified":"2024-02-20T05:39:52","modified_gmt":"2024-02-20T05:39:52","slug":"la-sangre-aun-estaba-fresca-como-los-militantes-palestinos-lloran-a-su-comandante-asesinado","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-sangre-aun-estaba-fresca-como-los-militantes-palestinos-lloran-a-su-comandante-asesinado\/","title":{"rendered":"La sangre a\u00fan estaba fresca: c\u00f3mo los militantes palestinos lloran a su comandante asesinado"},"content":{"rendered":"


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Los tiroteos con las fuerzas israel\u00edes son algo cotidiano en el campo de refugiados de Tulkarem en Cisjordania. Cualquiera que caiga en la batalla es glorificado como m\u00e1rtir.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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\u201cEntra y ver\u00e1s sangre palestina\u201d, dice el hombre de la barba negra. Es uno de los m\u00e1s de cien hombres reunidos frente a la casa en el campo de refugiados de Tulkarem, en Cisjordania. El hombre barbudo no anunci\u00f3 demasiado. En la entrada, las mujeres limpian las huellas del ataque, en las escaleras todav\u00eda hay mucha sangre fresca y dos casquillos de bala.<\/p>\n

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En el primer piso, Esram al-Ufi se sienta en el sill\u00f3n a la izquierda de la puerta y mira el rastro de sangre en su sala de estar. All\u00ed, bajo los cinco agujeros de bala, junto a la cachimba volcada, todav\u00eda yac\u00eda hace una hora su hermano Mohammed. Ahora est\u00e1 muerto: el hombre de 36 a\u00f1os fue herido de muerte por las fuerzas especiales israel\u00edes el domingo despu\u00e9s de un intercambio de disparos que dur\u00f3 tres horas. Unos diez primos y hermanos del muerto se sientan alrededor de Esram y fuman.<\/p>\n

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\u00abMi hermano todav\u00eda estaba vivo cuando los israel\u00edes estaban aqu\u00ed, quer\u00eda salvarlo\u00bb, dice Esram, que lleva un collar\u00edn. Pero las fuerzas especiales sacaron al hombre gravemente herido de la sala de estar, lo bajaron las escaleras, lo metieron en un veh\u00edculo frente a la casa y se lo llevaron. Eso es lo que informa el hermano. Un poco m\u00e1s tarde, Esram recibe una noticia de un familiar que genera certeza: su hermano Mohammed se ha convertido en m\u00e1rtir, como \u00e9l dice.<\/p>\n

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Un rastro de sangre de Mohammed al-Ufi, el comandante de las Brigadas Tulkarem, que fue herido y arrastrado por las fuerzas especiales de las FDI en un tiroteo de tres horas.<\/h2>\n

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Esram al-Ufi, hermano del comandante asesinado (derecha), sentado en su sala de estar en el campo de refugiados de Tulkarem.<\/h2>\n

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Israel mata al comandante de una brutal milicia<\/span><\/h2>\n

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Mohammad al-Ufi era comandante de las Brigadas Tulkarem. Pocas horas despu\u00e9s de la operaci\u00f3n militar israel\u00ed, la milicia public\u00f3 un documento en su sitio web canal de telegramas<\/a>. \u00abLa sangre del m\u00e1rtir, el comandante Mohammed al-Ufi, seguir\u00e1 siendo una maldici\u00f3n que atormenta a la ocupaci\u00f3n y a sus agentes, y continuaremos por el camino que hemos elegido\u00bb, escribi\u00f3 la organizaci\u00f3n militante palestina, con sede cerca de operaba la frontera israel\u00ed.<\/p>\n

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Seg\u00fan la familia, Mohammed al-Ufi dispar\u00f3 desde las ventanas del primer piso contra los israel\u00edes que hab\u00edan rodeado la casa. Una hora m\u00e1s tarde result\u00f3 herido por un disparo a trav\u00e9s de la ventana y dos horas m\u00e1s tarde los soldados israel\u00edes irrumpieron en la casa. \u201cQuer\u00edan a mi hermano porque formaba parte de la resistencia\u201d, dice Esram al Ufi. Su hermano viv\u00eda en la planta baja y \u00e9l ten\u00eda su apartamento un piso arriba.<\/p>\n

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Las Brigadas Tulkarem son un grupo armado que tiene como objetivo poner fin a la ocupaci\u00f3n israel\u00ed de Cisjordania. La \u00faltima vez Los milicianos se hicieron famosos con un acto cruel en noviembre<\/a>. Asesinaron a dos presuntos informantes israel\u00edes. Una multitud enojada arrastr\u00f3 los cuerpos de los dos hombres por las calles. M\u00e1s tarde, la turba intent\u00f3 colgar los cuerpos de un poste de electricidad. <\/p>\n

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El humo se eleva sobre Tulkarem poco despu\u00e9s del final de la operaci\u00f3n militar israel\u00ed.<\/h2>\n

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Seg\u00fan una declaraci\u00f3n conjunta de la Polic\u00eda Fronteriza israel\u00ed, las fuerzas armadas y el servicio de inteligencia interno de Israel, Mohammad al-Ufi era un terrorista buscado que estuvo involucrado en el asesinato de los dos hombres. Un oficial de la polic\u00eda fronteriza israel\u00ed result\u00f3 gravemente herido en el tiroteo con Ufi. El campo de Tulkarem ha sido el principal escenario de enfrentamientos mortales entre el ej\u00e9rcito israel\u00ed y militantes palestinos durante varios meses. La Agencia de Obras P\u00fablicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) estableci\u00f3 el campo en 1950. Con el paso de los a\u00f1os se ha convertido en un barrio de Tulkarem en el que m\u00e1s de 10.000 personas viven en casas destartaladas en un espacio reducido.<\/p>\n

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Tres salvas de armas para el comandante ca\u00eddo<\/span><\/h2>\n

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Una hora y media despu\u00e9s de que los soldados israel\u00edes se marcharan, los ni\u00f1os est\u00e1n en la casa y se\u00f1alan las manchas de sangre en el suelo y el techo. Los empleados de la Media Luna Roja recogen los trozos de piel esparcidos por las escaleras. Uno de los primos de Mohammed tiene l\u00e1grimas en los ojos, pero la mayor\u00eda de las personas que lo rodean est\u00e1n tranquilas. <\/p>\n

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\"Empleados <\/div>
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Empleados de la Media Luna Roja recogen partes de la piel del comandante asesinado Mohammad al-Ufi.<\/h2>\n

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\"Amigos <\/div>
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Amigos cercanos y familiares se re\u00fanen en la casa familiar para llorar.<\/h2>\n

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Para los residentes del campo, los tiroteos entre milicianos y soldados israel\u00edes no son nada nuevo. \u201cLa \u00faltima vez que los israel\u00edes vinieron al campo fue hace doce d\u00edas\u201d, dice uno de los hombres de pie junto al charco de sangre en el sal\u00f3n.<\/p>\n

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No pasa mucho tiempo antes de que a los afligidos familiares se les unan los antiguos compa\u00f1eros de armas de Mohammed al-Ufi. Un joven con un rifle de asalto al hombro abraza al hermano del comandante asesinado. Poco despu\u00e9s, una docena de combatientes armados se re\u00fanen en el s\u00f3tano para rendir homenaje a su comandante asesinado. Est\u00e1n de pie en fila, con los rifles en alto y algunos con la cara cubierta.<\/p>\n

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Los hombres de aspecto oscuro y armados suben las escaleras, las mujeres desaparecen en el apartamento de la planta baja. Entran resueltamente en la sala de estar de su l\u00edder asesinado. Le entregan a Esram al-Ufi un rifle de asalto y \u00e9l dispara tres saludos por la ventana, que resuenan por toda la habitaci\u00f3n: el saludo final a su m\u00e1rtir. Con toda probabilidad, estos no ser\u00e1n los \u00faltimos disparos en Tulkarem.<\/p>\n

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\"Al <\/div>
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Al poco tiempo, los combatientes de las Brigadas Tulkarem tambi\u00e9n se despiden de su comandante asesinado.<\/h2>\n

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Los tiroteos con las fuerzas israel\u00edes son algo cotidiano en el campo de refugiados de Tulkarem en Cisjordania. Cualquiera que caiga en la batalla es glorificado como m\u00e1rtir. \u201cEntra y…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":1016801,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1],"tags":[4766,83,6133,216,1910,33374,9076,8,12423,6916,1589],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1016800"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1016800"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1016800\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":1016802,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1016800\/revisions\/1016802"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/1016801"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1016800"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1016800"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1016800"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}