{"id":1020327,"date":"2024-02-22T12:26:39","date_gmt":"2024-02-22T12:26:39","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/un-sistema-de-dominacion-blanca-naoise-mac-sweeney-quiere-volver-a-contar-la-historia-de-occidente\/"},"modified":"2024-02-22T12:26:42","modified_gmt":"2024-02-22T12:26:42","slug":"un-sistema-de-dominacion-blanca-naoise-mac-sweeney-quiere-volver-a-contar-la-historia-de-occidente","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/un-sistema-de-dominacion-blanca-naoise-mac-sweeney-quiere-volver-a-contar-la-historia-de-occidente\/","title":{"rendered":"Un \u201csistema de dominaci\u00f3n blanca\u201d: Nao\u00edse Mac Sweeney quiere volver a contar la historia de Occidente"},"content":{"rendered":"


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Para Nao\u00edse Mac Sweeney, Occidente es una construcci\u00f3n intelectual que pretende justificar la expansi\u00f3n y el imperialismo: el arque\u00f3logo irland\u00e9s intenta contrarrestar esto con una nueva \u201cgran narrativa\u201d.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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Homero, Plat\u00f3n, Shakespeare, Newton: en la sala de lectura de la Biblioteca del Congreso de Washington representan los valores occidentales. <\/h2>\n

Haizhan Zheng\/Getty<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

La ciencia emp\u00edrica, un estilo de vida pr\u00e1ctico y racional, una m\u00fasica racional y armoniosa, pero tambi\u00e9n la codicia ilimitada del capitalismo moderno: todo esto es t\u00edpicamente occidental, escribi\u00f3 una vez el soci\u00f3logo Max Weber. Se juntan muchas cosas y muchas contradicciones. Las caracterizaciones de \u201cOccidente\u201d a menudo se mezclan con cr\u00edticas y, a menudo, incluso con un rechazo abierto. Casi suena sorprendente cuando Nao\u00edse Mac Sweeney habla de una \u201cgran narrativa de la civilizaci\u00f3n occidental\u201d.<\/p>\n

As\u00ed llama el arque\u00f3logo, que ense\u00f1a en la Universidad de Viena desde 2020, el leitmotiv que se reproduce casi ininterrumpidamente desde hace m\u00e1s de dos mil a\u00f1os. Seg\u00fan Mac Sweeney, esto pretende reforzar la idea de un origen com\u00fan, una historia com\u00fan, una herencia com\u00fan y una identidad com\u00fan para Occidente.<\/p>\n

Esta \u201cnarrativa est\u00e1ndar\u201d, critica Mac Sweeney, es, en primer lugar, objetivamente incorrecta y, en segundo lugar, altamente ideol\u00f3gica: \u201cJustific\u00f3 la expansi\u00f3n occidental y el imperialismo occidental y hoy justifica los sistemas continuos de dominaci\u00f3n blanca\u201d, escribe. Por supuesto, el lector se pregunta contra qui\u00e9n y hacia qu\u00e9 apuntan estas tesis, presentadas con aplomo, y los esfuerzos del autor por crear una nueva historia de la vieja idea del pensamiento occidental.<\/p>\n

De Mois\u00e9s a Beethoven<\/span><\/h2>\n

Nao\u00edse Mac Sweeney responde a la pregunta cont\u00e1ndonos acerca de una experiencia clave que desencaden\u00f3 su libro \u201cThe West. \u00abLa nueva historia de una vieja idea\u00bb fue: En la sala de lectura de la Biblioteca del Congreso en Washington, mientras sus ojos vagaban por la sala, descubri\u00f3 en la galer\u00eda bajo la c\u00fapula dorada diecis\u00e9is estatuas de bronce de tama\u00f1o natural que obviamente estaban destinadas a para encarnar a Occidente: Mois\u00e9s y Homero, Sol\u00f3n y Her\u00f3doto, Plat\u00f3n y Pablo, Col\u00f3n y Miguel \u00c1ngel, Bacon, Shakespeare, Newton, Beethoven y Gibbon, pero tambi\u00e9n el abogado James Kent, el ingeniero Robert Fulton y el f\u00edsico Joseph Henry.<\/p>\n

Se pregunta si estas personalidades representan realmente a Occidente. Como hija de padres chino-irlandeses, la respuesta le result\u00f3 clara de inmediato: era necesario corregir la reducci\u00f3n de Occidente a grandes intelectuales varones blancos. Mac Sweeney toca as\u00ed la fibra sensible de una \u00e9poca en la que el dominio occidental es criticado en un esp\u00edritu de descolonizaci\u00f3n e igualdad de g\u00e9nero.<\/p>\n

La cr\u00edtica del arque\u00f3logo e historiador no se expresa en cartas abiertas o manifiestos sobre una de las muchas situaciones de crisis actuales en las que se estigmatiza la actitud de Occidente. Pero en un libro cuyo objetivo es escribir una nueva historia de Occidente: en catorce cap\u00edtulos, cada uno con un t\u00edtulo program\u00e1tico y con referencia a figuras hist\u00f3ricas en su mayor\u00eda menos conocidas, Mac Sweeney recuerda aspectos del mundo occidental que se caracterizan por una creciente masculinidad. y se perdi\u00f3 el dominio blanco.<\/p>\n

Con la mirada de la otra persona<\/span><\/h2>\n

Algunas objeciones resultan inmediatamente convincentes. Por ejemplo, cuando bajo el t\u00edtulo \u201cEl rechazo de la pureza\u201d se disipa el fantasma arcaico pero a\u00fan vivo de una poblaci\u00f3n homog\u00e9nea en Europa y superior a sus vecinos. Aunque aborda la reinterpretaci\u00f3n de la antig\u00fcedad a partir de la fil\u00f3sofa renacentista Tulia de Arag\u00f3n, la autora se topa con puertas abiertas.<\/p>\n

El Renacimiento no fue en modo alguno s\u00f3lo una reconstrucci\u00f3n ideol\u00f3gica de la antig\u00fcedad con el objetivo de instrumentalizarla para los prop\u00f3sitos de la dominaci\u00f3n mundial europea. La acusaci\u00f3n de islamofobia contra los pensadores del siglo XVI es in\u00fatil y la tesis de que el racismo tiene su origen en la antig\u00fcedad es dif\u00edcilmente sostenible. Hubiera sido interesante afrontar el fen\u00f3meno del racismo con la idea de universalizaci\u00f3n de las tradiciones jud\u00eda y cristiana. Sin embargo, Mac Sweeney s\u00f3lo trata el cristianismo como una \u201cilusi\u00f3n\u201d, lo que subestima su inmensa influencia en las ideas de la gente sobre la \u00e9poca y su importancia para la legitimaci\u00f3n del gobierno secular.<\/p>\n

Hay un hilo interesante que recorre este libro y que, en \u00faltima instancia, hace que su lectura sea beneficiosa para todos: Nao\u00edse Mac Sweeney destaca la capacidad de \u201cOccidente\u201d para ser cr\u00edtico de su propia identidad y de s\u00ed mismo desde la perspectiva del otro: \u00abEl Gran La narrativa de la civilizaci\u00f3n occidental puede haber proporcionado a Occidente un arma ideol\u00f3gica poderosa para su arsenal\u00bb, escribe, \u00abpero tambi\u00e9n proporcion\u00f3 a una variedad de voces subalternas un poderoso instrumento de subversi\u00f3n\u00bb.<\/p>\n

Voces subalternas<\/span><\/h2>\n

Un total de catorce de estas voces \u201csubalternas\u201d tienen voz en el libro. A veces m\u00e1s, a veces menos convincentes. Voces que se ven a s\u00ed mismas como oponentes de los santos pilares de la autoimagen occidental de la Biblioteca del Congreso. Por supuesto, algunos de ellos no son tan subalternos y desconocidos como afirma el autor:<\/p>\n

Al rechazar la idea de la pureza \u00e9tnica occidental, Mac Sweeney invoca el examen autocr\u00edtico de Her\u00f3doto de la hostilidad greco-persa. Sin embargo, no est\u00e1 claro por qu\u00e9 Pericles y su discurso a los ca\u00eddos de la Guerra del Peloponeso sirven como contraste negativo. Y en el cap\u00edtulo sobre Occidente y sus cr\u00edticos, Edward W. Said, una voz que durante mucho tiempo ha sido parte del discurso de autocomprensi\u00f3n del pensamiento occidental y, por lo tanto, ya no es subalterna, tiene voz.<\/p>\n

Probablemente no sea tanto el legado de los viejos blancos lo que plantea una amenaza a la diversidad, la innovaci\u00f3n, el cosmopolitismo y la capacidad de autocr\u00edtica: ser\u00e1 peligroso para \u201cOccidente\u201d si este legado se deja en manos de quienes lo utilizan para protegerse. Europa y… aislar a Am\u00e9rica del Norte del resto del mundo. El libro de Nao\u00edse Mac Sweeney es un recordatorio de lo valioso que es este patrimonio y de que su historia debe contarse una y otra vez.<\/p>\n

Nao\u00edse Mac Sweeney: Occidente. La nueva historia de una vieja idea. Propyl\u00e4en-Verlag, Berl\u00edn 2023. 528 p\u00e1ginas, Fr. 49,90.<\/p>\n

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