\u201cLos agricultores est\u00e1n desapareciendo\u201d<\/span><\/h2>\n\u201cEn este libro entraron muchas copas de vino blanco\u201d, dice el escritor. Las conversaciones tomaron tiempo, especialmente con personas que est\u00e1n m\u00e1s acostumbradas a callar que a hablar. Hofmann tambi\u00e9n era consciente de que algunos de sus interlocutores lo ve\u00edan como un habitante de la ciudad, como una \u201ccriatura hors sol dubitativa y perezosa\u201d; despu\u00e9s de todo, hab\u00eda estudiado literatura y vivido en Lausana antes de regresar al campo para tener sus hijos.<\/p>\n
Al final, Hofmann abre tambi\u00e9n una botella de Chasselas, es su propio vino. Desde hace cinco a\u00f1os cultiva una hect\u00e1rea de vi\u00f1a que hered\u00f3 de sus padres y produce hasta 9.000 botellas al a\u00f1o. Eso no lo convierte en un verdadero granjero, pero es alguien que cultiva la tierra y se ensucia las manos antes de regresar a su escritorio. \u00abEs realmente extra\u00f1o que haya terminado en el mundo de la literatura. Vengo de una cultura en la que las palabras y los libros no desempe\u00f1aban ning\u00fan papel\u201d.<\/p>\n
Hoy Blaise Hofmann se mueve alegremente entre mundos, es un malabarista comunicativo de diferentes perspectivas: el periodista de \u00abL’Hebdo\u00bb, el hijo del granjero, el intelectual que quiere comprender la sociedad, el escritor que busca la condensaci\u00f3n ling\u00fc\u00edstica y el en\u00f3logo, que escucha podcasts literarios mientras poda las vides.<\/p>\n
Desde que se public\u00f3 \u201cFaire paysan\u201d, ha pasado mucho tiempo comunic\u00e1ndose con los lectores. Podr\u00eda llenar tres libros m\u00e1s con las historias que le contaron en respuesta a su libro. \u201cSe habla mucho de la divisi\u00f3n urbano-rural, pero \u00bfexiste realmente? En Suiza las ciudades son peque\u00f1as, mucha gente tiene una conexi\u00f3n con el pa\u00eds. Ya sea que tus abuelos fueran agricultores o que estuvieras de vacaciones en una granja\u201d.<\/p>\n
Blaise Hofmann se niega a tomar posici\u00f3n en el conflicto sobre la agricultura. En cambio, dibuja un \u201czigzag de posiciones\u201d, que ilumina los diferentes lados de un sistema complejo y, en su opini\u00f3n, opaco, que desde hace mucho tiempo incluye no s\u00f3lo a agricultores, autoridades y pol\u00edticos, sino tambi\u00e9n a una poblaci\u00f3n que tiene ideas ideales. sobre ecolog\u00eda, sin saber lo que realmente significa la prohibici\u00f3n de los pesticidas, y los gigantes de la industria alimentaria, los grandes distribuidores Migros y Coop con sus enormes m\u00e1rgenes en productos agr\u00edcolas, el conglomerado Fenaco, al que pertenecen Landi y Volg, y la agroqu\u00edmica industria. Hofmann habla sobre todo de la vida cotidiana de los agricultores. No se trata de acusar a alguien, sino de buscar conversaci\u00f3n. \u00abNo hay soluciones f\u00e1ciles. \u00c9sa es la \u00fanica certeza que tengo sobre la agricultura\u201d.<\/p>\n
Pero es obvio que hemos llegado a un punto de inflexi\u00f3n: \u201cLos agricultores est\u00e1n desapareciendo\u201d. En Suiza, cada d\u00eda cierran tres empresas y cada a\u00f1o se hunden mil explotaciones agr\u00edcolas. Los salarios son bajos, los requisitos burocr\u00e1ticos son inmensos y las jornadas laborales largas. La tasa de suicidio entre los agricultores es un cuarenta por ciento m\u00e1s alta que la de la poblaci\u00f3n promedio. \u201cLa extinci\u00f3n de los agricultores es un deseo pol\u00edtico\u201d, afirma el autor.<\/p>\n
Aunque los agricultores est\u00e1n excesivamente representados en el parlamento nacional y, en consecuencia, son poderosos, la pol\u00edtica persigue un \u201cdarwinismo rural\u201d. Los pagos directos se asignan principalmente en funci\u00f3n del n\u00famero de hect\u00e1reas cultivadas, lo que apoya a las grandes explotaciones. Surge la pregunta sobre el futuro: \u201c\u00bfQueremos una industria a gran escala o una agricultura con dimensiones humanas?\u201d La opini\u00f3n de Hoffmann no es del todo negativa, ya que el n\u00famero de graduados de las escuelas agr\u00edcolas est\u00e1 aumentando nuevamente.<\/p>\n
El hombre, la tierra y la humildad.<\/span><\/h2>\nDetr\u00e1s del debate pol\u00edtico se esconden preguntas m\u00e1s profundas: \u00bfQu\u00e9 paisajes queremos? \u00bfQu\u00e9 papel juega la agricultura en el calentamiento global? \u00bfY qu\u00e9 efecto tiene el calentamiento global en la agricultura? Y sobre todo: \u00bfde qu\u00e9 vivimos? \u00abLa agricultura nos alimenta. Deber\u00edamos reconocerlo\u201d, afirma Hofmann. Hoy en d\u00eda, los suizos s\u00f3lo gastan el siete por ciento de su presupuesto en alimentaci\u00f3n.<\/p>\n
La comida tiene un significado existencial y cultural. El cultivo de la tierra crea cultura, surgen tradiciones, algo que el autor considera positivo: \u00abNo debemos dejar las tradiciones rurales a la derecha\u00bb, afirma el autor, que ha viajado mucho y cuyas paredes est\u00e1n adornadas con textiles asi\u00e1ticos. Hofmann coescribi\u00f3 la letra de la F\u00eate des Vignerons 2019 en Vevey. Cuando particip\u00f3 en este espect\u00e1culo, se sorprendi\u00f3 al comprobar lo vivaz que puede ser la cultura popular.<\/p>\n
Cuando Hofmann habla de agricultura, a menudo se menciona la palabra \u00abdignidad\u00bb. El t\u00e9rmino se refiere al n\u00facleo inherente a la profesi\u00f3n milenaria, pero que se niega cuando los agricultores son vistos como contaminadores ambientales, maltratadores de animales o meros receptores de dinero de los impuestos. \u00abCreo que la agricultura es una profesi\u00f3n buena para la sociedad\u00bb. El idioma lleva dentro de s\u00ed este conocimiento: \u201cTenlo en franc\u00e9s humanidad, homme, humus<\/em> y humildad<\/em> misma raiz.\u00bb El hombre, la tierra y la humildad van de la mano. \u00abSi quieres trabajar con la naturaleza, primero tienes que mirarla y observarla sin tener inmediatamente una opini\u00f3n. Me gusta la gente del pa\u00eds que hace cosas en lugar de hablar\u00bb.<\/p>\nHofmann cree que el presente virtual y en r\u00e1pido movimiento podr\u00eda beneficiarse de la humildad y la moderaci\u00f3n que caracterizaron al mundo agr\u00edcola. \u00abLos agricultores tienen una relaci\u00f3n diferente con el tiempo. Sigues el ritmo de las estaciones y el clima y no el pulso acelerado del capitalismo. Es casi subversivo\u201d.<\/p>\n
Y est\u00e1 el asunto de las vacas, Heidi y la SVP-S\u00fcnneli. Los hijos de la naturaleza en los Alpes, las verdes praderas y los animales pastando tienen que servir para todo tipo de cosas. La publicidad, el turismo y los partidos pol\u00edticos utilizan la imagen de los agricultores para construir la imagen de lo suizo y tambi\u00e9n para fines pol\u00edticos. La identidad nacional se basa en el mito de los pastores y agricultores. Estas im\u00e1genes poco tienen que ver con la realidad: s\u00f3lo el dos por ciento de la poblaci\u00f3n sigue trabajando en la agricultura y su vida cotidiana no se parece a la de las pel\u00edculas publicitarias de Coop y Migros. \u201cLa pastora Heidi fue inventada por un habitante de la ciudad deprimido.\u201d<\/p>\n
La imagen de los agricultores se caracteriza por clich\u00e9s e ilusiones, afirma Hofmann. Le gusta borrar clich\u00e9s y sacar a relucir fragmentos de realidad. Como escritor, no le interesa tanto la invenci\u00f3n sino una \u201cliteratura de lo real\u201d. En su libro, esto conduce a una estimulante mezcla de reportajes, an\u00e1lisis y recuerdos personales y a la conclusi\u00f3n de que no existe un agricultor t\u00edpico.<\/p>\n\n <\/div>\n
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