{"id":1034212,"date":"2024-03-02T21:02:28","date_gmt":"2024-03-02T21:02:28","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/resena-de-roush-kate-winslet-gobierna-un-regimen-ridiculo\/"},"modified":"2024-03-02T21:02:31","modified_gmt":"2024-03-02T21:02:31","slug":"resena-de-roush-kate-winslet-gobierna-un-regimen-ridiculo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/resena-de-roush-kate-winslet-gobierna-un-regimen-ridiculo\/","title":{"rendered":"Rese\u00f1a de Roush: Kate Winslet gobierna un ‘r\u00e9gimen’ rid\u00edculo"},"content":{"rendered":"


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Calificaci\u00f3n de Matt: <\/div>\n<\/p><\/div>\n

El cielo (o su opuesto) sabe que estos tiempos turbulentos son propicios para extraer humor negro de la pol\u00edtica, pero El r\u00e9gimen<\/em> est\u00e1 tan demasiado maduro que a menudo parece demasiado y muy poco al mismo tiempo.<\/p>\n

Este raro fallo de HBO de Will Tracy (Sucesi\u00f3n, El Men\u00fa<\/em>) es tan torpe y c\u00ednicamente predecible que no logra sacudir o sorprender como s\u00e1tira pol\u00edtica, y es demasiado tonto para resonar como una alegor\u00eda de un gobierno peligrosamente desp\u00f3tico. Por suerte, esta ficci\u00f3n R\u00e9gimen<\/em> est\u00e1 gobernada por Kate Winslet, quien gan\u00f3 dos premios Emmy por proyectos anteriores de HBO (Mildred Pierce<\/em> y Yegua de Easttown<\/em>). Ella es deslumbrante y est\u00e1 completamente comprometida con la broma incluso cuando afirma: \u00abNo soy para nada rid\u00edcula\u00bb mientras est\u00e1 completamente loca.<\/p>\n

Y es tan exagerada desde el principio que su extravagante y fren\u00e9tico personaje de la delirante canciller Elena Vernham casi no tiene ad\u00f3nde ir. La idea de humor absurdo de esta serie dolorosamente arqueada es hacer que los sofocos perimenop\u00e1usicos de Elena sean tan extremos que env\u00ede a todo el palacio a un congelamiento profundo. Pero primero, tenemos que soportar su paralizante fase de miedo al moho y su creencia de que purificar el \u201cvapor de papa\u201d la librar\u00e1 a ella y a su palacio de sus muchas toxinas.<\/p>\n

\u00bfQu\u00e9 tiene que ver la pol\u00edtica global con esto? A lo largo de seis episodios, la vanidosa, paranoicamente f\u00f3bica e infantilmente petulante Elena, que se supone que alguna vez fue m\u00e9dica, logra arruinar su an\u00f3nimo pa\u00eds centroeuropeo, apreciado por su agricultura y miner\u00eda. Cruel con su personal (en particular, la inquietante Andrea Riseborough como la leal ni\u00f1era de su hijo abandonado) y sin el respeto de sus ministros, Elena, descuidada y despistada, aliena a sus aliados occidentales, incluida Martha Plimpton, terriblemente mordaz como una senadora que intenta la diplomacia.<\/p>\n

Elena impulsa a su pa\u00eds y a sus ciudadanos, a quienes alegremente se dirige como \u00abmis amores\u00bb, a la guerra civil despu\u00e9s de caer bajo el hechizo rasputiniano de un soldado inestable y violento (un intenso Matthias Schoenaerts) a quien inexplicablemente sac\u00f3 de la oscuridad. Pronto, este atormentado criminal de guerra se insin\u00faa en su gabinete y, finalmente, en su cama, mientras sus reformas populistas idealistas se transforman en una cruel pesadilla autoritaria.<\/p>\n

Al final de la serie, conocemos a Hugh Grant como el l\u00edder de su oposici\u00f3n injustamente encarcelado, una trama secundaria que es inevitablemente desconcertante por sus similitudes con la tragedia de Alexei Navalny. Ser\u00eda oportuno si no fuera todo tan aburrido.<\/p>\n

El r\u00e9gimen<\/em>Estreno de la serie, domingo 3 de marzo, 9\/8c, HBO<\/strong><\/p>\n<\/div>\n