{"id":1060579,"date":"2024-03-22T07:59:48","date_gmt":"2024-03-22T07:59:48","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-ia-un-empleado-descuidado-al-que-siempre-hay-que-mirar-por-encima-del-hombro\/"},"modified":"2024-03-22T07:59:51","modified_gmt":"2024-03-22T07:59:51","slug":"la-ia-un-empleado-descuidado-al-que-siempre-hay-que-mirar-por-encima-del-hombro","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-ia-un-empleado-descuidado-al-que-siempre-hay-que-mirar-por-encima-del-hombro\/","title":{"rendered":"La IA: un empleado descuidado al que siempre hay que mirar por encima del hombro"},"content":{"rendered":"


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En la Elbphilharmonie se discutir\u00e1n las oportunidades y limitaciones de la inteligencia artificial y sus posibles usos en el negocio de la m\u00fasica. La industria todav\u00eda se siente segura y cree que la m\u00fasica creada por humanos es superior a la IA a largo plazo.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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Desde ruidos primarios hasta sonidos altamente complejos, el baterista Alexej Gerassimez recorre su historia de creaci\u00f3n \u201cGenesis of Percussion\u201d e interact\u00faa con im\u00e1genes asociativas del videoartista James Chan-A-Sue.<\/h2>\n

Claudia Hohne<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

A mediados de febrero, Sora caus\u00f3 sensaci\u00f3n en todo el mundo. La nueva aplicaci\u00f3n de la empresa americana Open AI crea v\u00eddeos fotorrealistas mediante comandos de texto cortos: de personas, animales, ciudades o mundos de fantas\u00eda. todo es enga\u00f1osamente real y casi libre de errores<\/a>. Una demostraci\u00f3n igualmente impresionante y bastante preocupante de lo que la inteligencia artificial, o IA para abreviar, es actualmente capaz de hacer (y de enga\u00f1arnos para hacernos creer).<\/p>\n

Mucho antes de la presentaci\u00f3n de Sora, la Fundaci\u00f3n K\u00f6rber de Hamburgo y la vecina Filarm\u00f3nica del Elba hab\u00edan centrado precisamente este tema: las oportunidades, los l\u00edmites y los peligros de la IA, en el centro de un simposio que se celebraba por novena vez. Esta vez se trataba tambi\u00e9n del papel futuro de las salas de conciertos en una sociedad completamente tecnol\u00f3gica. La serie de eventos no es s\u00f3lo una conferencia especializada para la industria musical, sino m\u00e1s bien un intercambio de ideas que debe enriquecerse espec\u00edficamente con interesantes perspectivas externas. As\u00ed lo asegur\u00f3, entre otros, la especialista en \u00e9tica de datos Sandra Wachter, profesora del Oxford Internet Institute.<\/p>\n

Agradablemente desencantado<\/span><\/h2>\n

En su discurso de apertura, Wachter describi\u00f3 de forma clara y sucinta las posibilidades de la IA generativa, que puede incluso imitar obras de arte como un cuadro de Rembrandt, pero tambi\u00e9n mencion\u00f3 sus riesgos y desventajas. Por ejemplo, que estas m\u00e1quinas contribuyen ahora m\u00e1s al cambio clim\u00e1tico que el tr\u00e1fico a\u00e9reo. Tambi\u00e9n se refiri\u00f3 a la falta de regulaci\u00f3n legal en cuanto a los derechos sobre los datos y las plantillas utilizadas por la IA y, finalmente, habl\u00f3 de las graves debilidades del sistema en t\u00e9rminos de contenido.<\/p>\n

Seg\u00fan Wachter, una IA no est\u00e1 dise\u00f1ada en modo alguno para buscar la verdad, un error com\u00fan en el pensamiento. Con sus m\u00e9todos estad\u00edsticos no puede distinguir entre realidad y ficci\u00f3n y, por lo tanto, a menudo (en el caso de textos, por ejemplo) fabrica informaci\u00f3n falsa que parece plausible, las llamadas alucinaciones. Por eso es mejor tratarlos como a un \u00abempleado descuidado y poco confiable\u00bb al que siempre hay que \u00abmirar por encima del hombro\u00bb. Con esta imagen pegadiza, Wachter desmitific\u00f3 gratamente el fen\u00f3meno y, m\u00e1s a\u00fan, la creencia ciega en el funcionamiento de la IA.<\/p>\n

Varios estudios de casos de la pr\u00e1ctica musical han demostrado que la IA ya puede ser un enriquecimiento, incluso para los procesos creativos. Como coorganizadora de un concurso musical internacional (\u201cAI Song Contest\u201d), que desde 2020 elige una vez al a\u00f1o la mejor coproducci\u00f3n entre humanos e IA, la investigadora de medios Rebecca Leger del Instituto Fraunhofer tiene una amplia visi\u00f3n de la actualidad. tendencias. Esto incluye, por ejemplo, la integraci\u00f3n de elementos de la m\u00fasica folcl\u00f3rica tradicional en mundos sonoros modernos utilizando IA.<\/p>\n

Por ejemplo, con el grupo gallego Pamp!, cuyo folk AI Rebecca Leger present\u00f3 con un breve v\u00eddeoclip, as\u00ed como las ideas del tecn\u00f3logo cultural y compositor nacido en Bangkok Yaboi Hanoi. Transfiri\u00f3 las melod\u00edas del Pi Nai, un instrumento de viento de madera de Tailandia, a varios instrumentos de la tradici\u00f3n occidental utilizando una herramienta de inteligencia artificial. Es fascinante escuchar y ver las posibilidades sonoras que abre el uso inteligente de la IA y c\u00f3mo puede enriquecer directamente el rango expresivo de la m\u00fasica.<\/p>\n

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Oscar Whyman (derecha) y el rapero Seb\u00f3 presentan la canci\u00f3n \u00abOver\u00bb de Whyman, desarrollada con ayuda de IA.<\/h2>\n

Claudia Hohne<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

Otro ejemplo lo presentaron el rapero Seb\u00f3 y Oscar Whyman de la Jugendkunsthaus Esche de Hamburgo. Whyman, un joven que est\u00e1 en silla de ruedas y conectado a un ventilador debido a una rara enfermedad muscular, se articula utilizando una computadora de habla. Whyman dijo que era un gran fan\u00e1tico del rap, pero rapear a s\u00ed mismo con esta voz de computadora le parec\u00eda dif\u00edcil. Hasta que particip\u00f3 en el taller \u201c\u00a1Pasa la Palabra!\u201d. Pudo escribir y producir su propia canci\u00f3n. Despu\u00e9s de que su entrenador Seb\u00f3 rapeara la letra, la IA transfiri\u00f3 el sonido de la voz de la computadora de Whyman al canto. As\u00ed surgi\u00f3 la canci\u00f3n \u201cOver\u201d<\/a>, que trata temas como la p\u00e9rdida y la lucha por uno mismo. El resultado suena convincente, suena y conmueve.<\/p>\n

Patetismo pl\u00e1stico<\/span><\/h2>\n

Stefan G\u00f6llner, director de innovaci\u00f3n del campus de IA de la Stifterverband, explic\u00f3 con qu\u00e9 realismo los modelos de c\u00e1lculo de inteligencia artificial ahora pueden calcular e imitar el sonido de determinados g\u00e9neros musicales. G\u00f6llner hab\u00eda proporcionado a un programa de inteligencia artificial un texto sobre el simposio y la especificaci\u00f3n de una \u201ccanci\u00f3n bailable\u201d. El t\u00edtulo resultante (\u201cEl sonido de la educaci\u00f3n\u201d) fue ciertamente pegadizo, aunque la m\u00e1quina s\u00f3lo necesit\u00f3 un minuto para escupir la pieza. Por el contrario, una contribuci\u00f3n del mismo programa a la secci\u00f3n \u201cOpera Aria\u201d todav\u00eda sonaba fuertemente a patetismo pl\u00e1stico. Cuanto m\u00e1s complejas son las estructuras de un estilo musical, m\u00e1s dif\u00edcil le resulta a la IA capturarlas y derivar predicciones estad\u00edsticas a partir de ellas.<\/p>\n

Los asistentes a la conferencia lo vivieron la primera noche. Una breve actuaci\u00f3n a d\u00fao en el pabell\u00f3n 424 del Oberhafen de Hamburgo reuni\u00f3 a Asya Fateyeva, una saxofonista de carne y hueso, y un piano de cola controlado por IA al que el investigador musical Sebastian Trump hab\u00eda suministrado informaci\u00f3n a trav\u00e9s de un ordenador port\u00e1til. El objetivo era una improvisaci\u00f3n conjunta entre humanos y m\u00e1quinas. Pero este \u00faltimo parec\u00eda abrumado. Una reacci\u00f3n coherente a las sonoras propuestas de di\u00e1logo de Fateyeva s\u00f3lo se pudo sentir por parte de la IA en una de las piezas cortas. Por lo dem\u00e1s, las interjecciones del piano parec\u00edan en gran medida aleatorias y de peque\u00f1a escala, sin conexi\u00f3n aparente con los motivos del saxof\u00f3n.<\/p>\n

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La saxofonista Asya Fateyeva intent\u00f3 interactuar con un piano de cola controlado por IA al que el investigador musical Sebastian Trump le estaba suministrando informaci\u00f3n a trav\u00e9s de una computadora port\u00e1til.<\/h2>\n

Claudia Hohne<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

Esto puede resultar tranquilizador para algunos. A d\u00eda de hoy, evidentemente no hay que temer que la m\u00fasica \u201creal\u201d creada por el hombre sea sustituida muy pronto por alternativas generadas artificialmente. Esta opini\u00f3n tambi\u00e9n fue representada por el director de la Filarm\u00f3nica del Elba, Christoph Lieben-Seutter, en una conversaci\u00f3n con el polit\u00f3logo y econ\u00f3mico Ayad al-Ani del Centro Einstein Digital Future de Berl\u00edn.<\/p>\n

Al-Ani expres\u00f3 escepticismo sobre las perspectivas futuras del tradicional concierto de m\u00fasica cl\u00e1sica. Tambi\u00e9n porque all\u00ed hay poca interacci\u00f3n y los visitantes se comportan mayoritariamente de forma pasiva. Qu\u00e9 enriquecedor puede ser sumergirse en una experiencia auditiva con otras personas en una habitaci\u00f3n, seguir la m\u00fasica y sentir una conexi\u00f3n incluso sin interacci\u00f3n externa; aparentemente al-Ani a\u00fan no ha tenido esta experiencia. Lieben-Seutter contradijo vehementemente su predicci\u00f3n y mencion\u00f3 expl\u00edcitamente como una ventaja la ausencia de medios digitales durante un concierto. Puedes estar desconectado durante dos horas, respirar profundamente, inspirarte, tener una experiencia trascendente a trav\u00e9s de la m\u00fasica o simplemente quedarte dormido.<\/p>\n

Como prueba de la constante demanda de conciertos en vivo, Lieben-Seutter cit\u00f3 la gira prevista de la cantante pop Adele, que tambi\u00e9n la llevar\u00e1 a M\u00fanich. El pr\u00f3ximo verano actuar\u00e1 diez veces ante 80.000 personas en un estadio especialmente construido; A pesar de los elevados precios de las entradas, de al menos 370 euros, m\u00e1s de dos millones de personas se han registrado para comprar entradas. Seg\u00fan Lieben-Seutter, esta fiebre demuestra un enorme deseo por la experiencia musical en vivo.<\/p>\n

El senador de Cultura de Hamburgo, Carsten Brosda, tampoco considera que los actuales avances t\u00e9cnicos representen una amenaza existencial para el funcionamiento de los conciertos. En su intervenci\u00f3n del \u00faltimo d\u00eda del simposio, con su tranquilidad caracter\u00edstica, clasific\u00f3 las nuevas ofertas como una \u00abampliaci\u00f3n del espacio de posibilidades\u00bb y no le preocupaba que la creatividad humana fuera restringida o incluso sustituida por la inteligencia artificial. Todo lo contrario: en \u00faltima instancia, la inteligencia artificial nos permitir\u00e1 apreciar de una nueva manera \u201cque las cosas est\u00e1n hechas por el hombre\u201d.<\/p>\n

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