{"id":1064502,"date":"2024-03-25T16:48:47","date_gmt":"2024-03-25T16:48:47","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/las-bicicletas-electricas-estan-avanzando-en-nueva-york\/"},"modified":"2024-03-25T16:48:50","modified_gmt":"2024-03-25T16:48:50","slug":"las-bicicletas-electricas-estan-avanzando-en-nueva-york","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/las-bicicletas-electricas-estan-avanzando-en-nueva-york\/","title":{"rendered":"Las bicicletas el\u00e9ctricas est\u00e1n avanzando en Nueva York"},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

\n
\n
\n <\/picture>\n <\/div>\n<\/p><\/div>\n

Cuando nos conocimos, Baruch Herzfeld admiti\u00f3 que estaba nervioso por su nueva creaci\u00f3n, PopWheels. No es que Herzfeld, normalmente imperturbable e implacablemente optimista, careciera de confianza en el producto. Ese producto, un gabinete de recarga al aire libre que permitir\u00e1 a los aproximadamente 75.000 repartidores de bicicletas el\u00e9ctricas de la ciudad cambiar de forma segura una bater\u00eda de iones de litio gastada por una de reemplazo reci\u00e9n recargada, fue excelente. Probado rigurosamente una y otra vez, result\u00f3 totalmente s\u00f3lido. M\u00e1s bien, fue el momento transitorio lo que inquiet\u00f3 al empresario de Brooklyn, el paso de una etapa de la existencia a otra, como asistir de nuevo a su bar mitzvah a los 52 a\u00f1os.<\/p>\n

Durante las \u00faltimas tres d\u00e9cadas, desde su graduaci\u00f3n de la Universidad Yeshiva en 1994, Herzfeld se hab\u00eda contentado con desempe\u00f1ar el papel del t\u00e1bano que gui\u00f1a el ojo, un yiddish<\/em> Feliz bromista. Un empresario compulsivo, hab\u00eda iniciado varios negocios, muchos de ellos operando en esa zona gris entre la letra de la Ley y la zona ligeramente litigada de todo vale. Algunas de estas empresas, que atienden principalmente a inmigrantes recientes y a personas que por lo dem\u00e1s son migratorios, como una tarjeta telef\u00f3nica internacional de larga duraci\u00f3n utilizada por inmigrantes solitarios para llamar a casa, generaron buenos ingresos. Otros, como su \u201cparque de casas rodantes cubierto\u201d, para el cual coloc\u00f3 un grupo de casas rodantes destartaladas compradas en Craigslist dentro de un cavernoso almac\u00e9n de Bushwick y las alquil\u00f3 a crust punks vagabundos, estaban m\u00e1s cerca del arte esc\u00e9nico. Luego estaba Zeno Radio, quiz\u00e1s su obra maestra. Al descubrir que lo que los taxistas inmigrantes de Nueva York extra\u00f1aban m\u00e1s de su hogar, adem\u00e1s de sus familias, eran los programas de radio (gente chismeando, discutiendo, gritando sobre los eventos del d\u00eda a d\u00eda), Herzfeld se puso en contacto con algunos de los presentadores de entrevistas m\u00e1s populares en algunos lugares. como Ghana, Guinea, Bangladesh y Hait\u00ed: \u201cLes ofrec\u00ed un trato para distribuir sus programas en Estados Unidos. Eso me dio las transmisiones diarias que los taxistas de aqu\u00ed pod\u00edan obtener en sus tel\u00e9fonos celulares. Necesitaba un punto de transferencia en Estados Unidos, un n\u00famero al que los conductores pudieran llamar por poco dinero. As\u00ed es como nos conectamos con Pine Ridge, esta enorme reserva india Lakota donde tuvo lugar la Batalla de Wounded Knee\u201d. Para Herzfeld, la idea de un taxista senegal\u00e9s refugiado conduciendo por Flatbush Avenue escuchando a la gente grit\u00e1ndose entre s\u00ed en wolof a trav\u00e9s de una rez de Dakota del Sur era una iron\u00eda convincente y totalmente legal.<\/p>\n

Ahora Herzfeld, con su rostro gomoso todav\u00eda mostrando el tipo de mejillas que a sus numerosos familiares siempre les ha gustado pellizcar, estaba dejando el \u00e1rea gris para entrar en la luz fr\u00eda y seria de la corriente principal, un reino de vida o muerte. La ocasi\u00f3n en cuesti\u00f3n fue una conferencia de prensa en Cooper Square, donde el gabinete de recarga PopWheels negro y amarillo de Herzfeld se estaba presentando como uno de los tres participantes en un programa piloto de $950,000, parte de la iniciativa \u00abCarga Seguro, Viaja Seguro\u00bb de la administraci\u00f3n Eric Adams. para contrarrestar lo que la comisionada de Bomberos, Laura Kavanagh, llam\u00f3 \u201cla crisis m\u00e1s peligrosa que enfrentamos\u201d.<\/p>\n

Las estad\u00edsticas la avalan. Las bater\u00edas de iones de litio, a veces mal fabricadas, mal cargadas y guardadas en residencias superpobladas rodeadas de ropa y otros combustibles, son ahora oficialmente una de las mayores causas de incendios en una ciudad donde las sirenas rara vez se detienen. En 2023, hubo 268 incendios atribuibles a las bater\u00edas, que mataron a 18 neoyorquinos e hirieron a otros 150. En junio, cuatro personas murieron en un taller de reparaci\u00f3n de bicicletas el\u00e9ctricas de Chinatown. Las fotos hac\u00edan que el lugar pareciera Dresde. S\u00f3lo unos d\u00edas antes de la conferencia de prensa, el incendio de una bater\u00eda devast\u00f3 un edificio de apartamentos en la avenida St. Nicholas, hiriendo a 17 personas y matando a Fazil Khan, un joven de 27 a\u00f1os de Nueva Delhi que persegu\u00eda su sue\u00f1o de convertirse en periodista de investigaci\u00f3n. Por primera vez registrada en los 159 a\u00f1os de historia del departamento, los bomberos tuvieron que realizar tres \u201crescates con cuerdas\u201d separados y altamente riesgosos para sacar a la gente. \u00abEstos no son incendios comunes y corrientes\u00bb, me dijo el portavoz del departamento, Jim Long. \u201cLa gente no comprende lo poderosas que son estas bater\u00edas. Tienes todas estas c\u00e9lulas empaquetadas all\u00ed. Cuando suben, es como una reacci\u00f3n en cadena. Cuando llegamos all\u00ed, el fuego ya est\u00e1 completamente desarrollado. Eso es muy tarde.\u00bb<\/p>\n

Herzfeld conoc\u00eda la urgencia de la situaci\u00f3n, c\u00f3mo los incendios finalmente hab\u00edan obligado a la ciudad a hacer algo. <\/em>Bastar\u00eda que un solo bombero muriera (hasta ahora, ninguno ha muerto) o resultara gravemente herido en un incendio atribuido a un deliveryista indocumentado. Eso incitar\u00eda la histeria de los tabloides, especialmente en este ciclo electoral ignorante.<\/p>\n

Pero est\u00e1 obsesionado con las bater\u00edas de iones de litio desde 2018, cuando su esposa, Miriam, dio a luz a trillizos. (\u201cDurante a\u00f1os, rec\u00e9 todas las noches para que qued\u00e1ramos embarazadas y luego, as\u00ed, eran tres al mismo tiempo\u201d). Uno de los problemas era c\u00f3mo trasladar a su familia ampliada por el vecindario. Una vez, Herzfeld hab\u00eda sido \u00abun tipo de autos\u00bb, dando vueltas en un viejo International Harvester Scout, pero como pago inicial para un futuro tolerable, hac\u00eda mucho que le hab\u00eda dado la espalda al motor de combusti\u00f3n interna. Se hab\u00eda convertido en un aficionado a las bicicletas, uno de los primeros activistas del movimiento Masa Cr\u00edtica, y logr\u00f3 un hero\u00edsmo local t\u00edpicamente sabio al abrir el Traif Bike Gesheft (\u201cUnkosher Bike Club\u201d), que distribu\u00eda bicicletas usadas a la comunidad Satmar Hasid de Williamsburg.<\/p>\n

\u201c\u00bfCu\u00e1ndo viste alguna vez un Satmar en bicicleta?\u201d Pregunt\u00f3 Herzfeld, apenas haciendo una pausa para respirar mientras masticaba un s\u00e1ndwich de pastrami frito en la tienda de delicatessen Gottlieb en Roebling Street, una de sus oficinas ad hoc. \u201cEstudian Tor\u00e1 14 horas al d\u00eda. Pens\u00e9 que necesitaban salir m\u00e1s. Haz algo de ejercicio, aire fresco, un poco de sol\u201d.<\/p>\n

Sin embargo, un veh\u00edculo de dos ruedas no iba a resolver su problema de transporte triple. Lo que se necesitaba era un scooter de movilidad adaptado, una especie de carrito de golf. \u201cCompr\u00e9 una bater\u00eda de 48 voltios en eBay y le ped\u00ed a un chico de Bangladesh que estaba a la vuelta de la esquina que la conectara\u201d, record\u00f3 Herzfeld. \u201cEsa fue mi introducci\u00f3n a la bater\u00eda de iones de litio. De inmediato supe que era el futuro\u201d.<\/p>\n

Los gabinetes de intercambio de bater\u00edas no eran gran cosa conceptualmente, dijo Herzfeld. Fuera de los EE.UU., fren\u00e9ticos por el petr\u00f3leo, los gabinetes de intercambio de bater\u00edas conectados a aplicaciones se han utilizado durante a\u00f1os. Todos funcionan b\u00e1sicamente de la misma manera, como una estaci\u00f3n de intercambio a pie de calle. Pero no todos son iguales. \u00abHay que conseguir el metal del peso adecuado, la electr\u00f3nica adecuada\u00bb, dijo Herzfeld. \u201cPara la codificaci\u00f3n, ten\u00eda un amigo en Brasil. Su padre era reparador de televisores en R\u00edo de Janeiro. Obtuve financiaci\u00f3n de un Satmar al que le regal\u00e9 una de mis bicicletas Traif diez a\u00f1os antes\u201d.<\/p>\n

El verdadero truco, dijo Herzfeld, era \u201chacer que funcionara en Nueva York\u201d. Enfrentarse a la burocracia de la ciudad era como intentar superar infinitos niveles de un videojuego infinito. \u201cLa ciudad de Nueva York tiene miles de reglas. Reglas sobre reglas, generaciones de reglas. Pero eso es algo que se aprende al estudiar el Talmud: d\u00f3nde est\u00e1 la ley y d\u00f3nde no. No existen reglas ni regulaciones relativas a los gabinetes de intercambio de bater\u00edas de iones de litio en la ciudad de Nueva York. Es algo totalmente nuevo. As\u00ed que actuamos en consecuencia. Hicimos nuestro propio intercambio con los chicos de las bodegas, mostr\u00e1ndoles el producto a los deliveryistas y convenci\u00e9ndolos de que lo usaran\u201d.<\/p>\n

Ve la centralidad de la bater\u00eda en el siglo XXI a trav\u00e9s de los ojos del eterno inmigrante. Su abuelo materno lleg\u00f3 a Nueva York en la d\u00e9cada de 1940 y abri\u00f3 una tienda de comestibles en la Tercera Avenida y la Calle 49. El propio Herzfeld creci\u00f3 en un barrio jud\u00edo ortodoxo en Staten Island (dos de sus hermanos son rabinos) donde \u201ctodo giraba en torno a la sinagoga. Toda la semana fuiste a la ieshiv\u00e1. El viernes por la noche fueron los servicios. El s\u00e1bado fueron los servicios. El s\u00e1bado por la noche jugaste a la pelota en el gimnasio de la sinagoga. M\u00e1s tarde te convertiste en dentista. Esa era tu comunidad. No es una mala vida; en muchos sentidos, es una gran vida. Pero no fue para m\u00ed. No soy as\u00ed de lineal. Necesitaba una forma de pensar m\u00e1s amplia\u201d.<\/p>\n

\u00c9ste fue el estado de \u00e1nimo que Herzfeld aport\u00f3 al problema de los deliveryistas. \u201cVeo a estas personas, por lo que han pasado. Conoc\u00ed a un chico que trabaja con nosotros en una barber\u00eda de Bangladesh donde me corto el pelo. Me cont\u00f3 su historia: c\u00f3mo lo torturaron en casa por tener una pol\u00edtica equivocada y logr\u00f3 llegar a Dubai, luego a Benin y Brasil. Camin\u00f3 a trav\u00e9s de Colombia a trav\u00e9s del Tap\u00f3n del Dari\u00e9n hasta M\u00e9xico, donde la polic\u00eda de inmigraci\u00f3n lo encarcel\u00f3 durante meses antes de que finalmente obtuviera asilo aqu\u00ed. Un par de d\u00edas despu\u00e9s, estaba sentado en una bicicleta el\u00e9ctrica frente a Shake Shack, con la esperanza de ganar 25 d\u00f3lares al d\u00eda.<\/p>\n

\u201cLa gente dice que los deliveryistas son imprudentes, se saltan los sem\u00e1foros en rojo\u201d, dijo Herzfeld. \u201cAlgo de eso es cierto. Pero su vida est\u00e1 patas arriba. Est\u00e1n desesperados. Tengo trastorno de estr\u00e9s postraum\u00e1tico. La gente as\u00ed no va a tener tanto cuidado; necesitan saber c\u00f3mo funcionan las cosas. \u00a1Ellos necesitan ayuda!<\/em>Crear PopWheels era \u201clo m\u00ednimo que pod\u00eda hacer\u201d, dijo, para hacer la vida un poco m\u00e1s f\u00e1cil a estos neoyorquinos en gran medida despreciados, totalmente an\u00f3nimos, pero de repente esenciales.<\/p>\n

\u00abNada en Nueva York es simplemente un problema de hardware: es un problema social\u00bb, continu\u00f3 Herzfeld. \u201cLos grupos de consultor\u00eda de Boston no van a solucionar nada. Hay que salir a la calle, hablar con la gente con la que nadie habla\u201d. Para ello, Herzfeld comenz\u00f3 a trabajar en sus habilidades ling\u00fc\u00edsticas, aprendiendo a conversar con deliveryistas. Muchos de los chicos de bicicletas el\u00e9ctricas de Brooklyn provienen del departamento de Solol\u00e1 en Guatemala y hablan espa\u00f1ol de manera secundaria, si es que lo hablan. En cambio, hablan k’iche’, una lengua maya. Por eso, a menudo se puede ver a Herzfeld en su bicicleta el\u00e9ctrica, la que tiene las calcoman\u00edas gemelas de Jes\u00fas Malverde, el santo patr\u00f3n de los viajeros (y narcos) mexicanos, y el Lubavitcher Rebbe Menachem Mendel Schneerson en el guardabarros delantero, acerc\u00e1ndose a los deliveryistas en Court Street.<\/p>\n

\u201c\u00bfLa utz awach?<\/em>\u00ab, grita: \u00ab\u00bfC\u00f3mo est\u00e1s?\u00bb en k’iche’. Le toma un momento al conductor, con el casco en la cabeza y las manos metidas en bolsas de pl\u00e1stico que cubren el manillar, darse cuenta de que este man\u00edaco sonriente en realidad se dirige a \u00e9l de una manera tan familiar. Una sonrisa se dibuja en el rostro del conductor. \u201c\u00a1Utz! \u00a1Utz!<\/em>\u201d, responde con agradecido asombro. En cuanto a Herzfeld, est\u00e1 encantado. \u201c\u00a1Indios mayas!\u201d grita, maravill\u00e1ndose, una vez m\u00e1s, ante la abundante variedad \u00e9tnica de la ciudad. Media hora despu\u00e9s, ocurre lo mismo con los deliveryistas banglades\u00edes. Muchos de ellos son de Chatkhil, una zona al sur de Dhaka donde hablan Noakhailla, un dialecto regional. Herzfeld sabe decir: \u00abHola, \u00bfc\u00f3mo est\u00e1s?\u00bb en eso tambi\u00e9n. \u201cPuedo hablar k’iche’; Puedo hablar mal. Quiz\u00e1s no mucho, pero s\u00ed suficiente\u201d.<\/p>\n

Swobbee, una empresa alemana con un gabinete intercambiable similar al de PopWheels, parece ser la principal competencia en el programa piloto de la ciudad. Es grande, con quioscos por toda Alemania. Su sucursal estadounidense est\u00e1 dirigida por William Wachtel, abogado especializado en energ\u00eda de Nueva York desde hace mucho tiempo, actualmente inspector general del desarrollo Hudson Yards de 28 acres, entre otros t\u00edtulos. Eso no preocupa a Herzfeld. \u201cTenemos el mejor producto, la mejor vibra\u201d, dijo, divertido porque en la etiqueta de servicio al cliente en el gabinete de Swobbee aparece un n\u00famero de tel\u00e9fono de Berl\u00edn. Su optimismo parece estar justificado. El programa piloto tiene como objetivo monitorear la eficiencia, durabilidad y aceptaci\u00f3n de los gabinetes por parte de los conductores y ha convocado a 100 conductores a inscribirse para participar. De los voluntarios, Herzfeld dijo que conoce a muchos m\u00e1s que han dicho que se sienten m\u00e1s c\u00f3modos con PopWheels. \u00abEst\u00e1n haciendo fila\u00bb, dijo Herzfeld, \u00abcomo en Studio 54\u00bb.<\/p>\n

As\u00ed que s\u00ed, piensa Herzfeld, esto podr\u00eda funcionar: podr\u00eda hacer una buena acci\u00f3n y ganar algo de dinero, no es que planee quedarse para hacerse rico. \u201cNo me gusta cosechar. Prefiero plantar la semilla y seguir adelante\u201d, afirm\u00f3. Sea como sea, \u201cpuedo garantizar que las cosas no ser\u00e1n peores que antes de llegar aqu\u00ed\u201d.<\/p>\n