Dogma del Drag\u00f3n 2<\/em> y merece elogios, aumentos y tiempo libre, d\u00e9jame ir directo al grano: me encanta este juego por lo tonto que es.<\/p>\nMe refiero a \u00abtonto\u00bb en el sentido en que la mayor\u00eda de las letras de heavy metal son tontas, pero aun as\u00ed te encuentras rockeando. Tonto como cuando te r\u00edes incontrolablemente al ver a alguien recibiendo un golpe en la cabeza y cayendo hacia atr\u00e1s. Tonto como en las partes m\u00e1s tontas de Monty Python y el Santo Grial<\/i>pero no tan consciente de s\u00ed mismo (a menos que, debido a problemas de traducci\u00f3n, este juego realmente sea consciente de s\u00ed mismo, entonces me disculpo).<\/p>\n
Dogma del Drag\u00f3n 2<\/i> (DD2<\/em>) me recuerda jugar otro juego enorme, tonto y divertido: The Elder Scrolls V: Skyrim<\/i>. Aunque no es la primera vez que lo juegas. Me refiero al segundo o tercer recorrido (o ese guardado de m\u00e1s de 100 horas en el que te niegas a terminar el juego), y tu admiraci\u00f3n por este mundo enorme y rico da paso a la ridiculez absoluta. Ustedes, dragones de un solo disparo con su estructura rota de arquero sigiloso, ponen cubos en las cabezas de los NPC para robarlos y se maravillan de c\u00f3mo el viaje r\u00e1pido m\u00e1s efectivo es inclinar el caballo. Te lanzas a las posibilidades, eliges el caos y aprecias todas las formas en que puedes hacerlo.<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\n\nPeter, el luchador p\u00edcaro, observa c\u00f3mo The Arisen se ve aniquilado por su mayor enemigo hasta el momento: el toldo de una peque\u00f1a caba\u00f1a de la aldea, junto a una colina rocosa.<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
DD2<\/i> me da esas multifac\u00e9ticas Skyrim<\/i> emociones y risas (y un amigo confirm\u00f3 Morrowind <\/em>funciona aqu\u00ed tambi\u00e9n). Una vez, tuve que recargar el juego porque mi personaje, el \u00abResucitado\u00bb, salvador del continente, anunciado por todo el pa\u00eds, qued\u00f3 atrapado entre una caba\u00f1a de piedra y una colina en \u00e1ngulo detr\u00e1s de ella. Alg\u00fan d\u00eda desafiar\u00e1 al drag\u00f3n conquistador del mundo, pero hoy no puede girar hacia un lado ni subir un metro.<\/p>\n\nLo siento, \u00bfqu\u00e9 es eso del entrenamiento de reclutas, Phill? Tengo problemas para escucharte en el mortal combate cuerpo a cuerpo.<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
En otra ocasi\u00f3n, un grupo de duendes cercanos lanz\u00f3 un ataque contra mi escuadr\u00f3n y un grupo de caballeros cercanos. El l\u00edder de los caballeros, a medio camino de un largo y rimbombante di\u00e1logo f\u00fanebre, sigui\u00f3 hablando. Incluso cuando un duende prendi\u00f3 fuego a uno de sus soldados a menos de dos pies a su derecha, sigui\u00f3 ladrando.<\/p>\n
DD2<\/i> tiene un mundo enorme, rico y variado, lleno de sistemas que apenas encajan entre s\u00ed, chocando regularmente entre s\u00ed de maneras que deleitan, molestan y asombran. Pero en esencia hay un juego s\u00f3lido, aunque peculiar, que recompensa la exploraci\u00f3n y la experimentaci\u00f3n. La trama, aunque est\u00e1 plagada de nobleza, renacimiento y destinos, es intrigante en sus l\u00edneas generales, pero decepcionada por el di\u00e1logo antes mencionado.<\/p>\n
El juego me ha hecho decirme a m\u00ed mismo: \u00abEsto es tan rid\u00edculo\u00bb y \u00abEsto es asombroso\u00bb en cantidades aproximadamente iguales, y eso se siente como un logro.<\/p>\n<\/p><\/div>\n
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