JORDANIA PETTITT\/AP<\/span> <\/figcaption><\/figure>\nLa batalla de los comerciantes condenados en el caso de manipulaci\u00f3n de los tipos de inter\u00e9s interbancarios Libor y Euribor para limpiar sus nombres ha fracasado. El mi\u00e9rcoles 27 de marzo, un tribunal de apelaci\u00f3n brit\u00e1nico rechaz\u00f3 la solicitud de Tom Hayes y Carlo Palombo, dos de los acusados, de anular sus condenas.<\/p>\n
Desde el veredicto inicial para cada uno de ellos, en 2015 y 2019 respectivamente, la presi\u00f3n pol\u00edtica y legal parec\u00eda haber cambiado profundamente de objetivo. Varios parlamentarios brit\u00e1nicos denuncian ahora abiertamente una \u00bb aborto involuntario de la justicia \u00ab<\/em> contra los comerciantes. En enero de 2022, los tribunales estadounidenses anularon una condena en el mismo caso. A partir de ahora, fuera del Reino Unido, ning\u00fan pa\u00eds califica como delictivos los hechos que se les imputan. Pero la justicia brit\u00e1nica persiste y firma.<\/p>\nSe supon\u00eda que el asunto Libor y Euribor encarnar\u00eda uno de los mayores esc\u00e1ndalos financieros modernos. Expuesto por los reguladores brit\u00e1nicos y estadounidenses desde 2012, pero cubriendo hechos que se remontan principalmente a antes de la crisis financiera (principalmente de 2005 a 2007), revel\u00f3 un acuerdo considerado ilegal entre los comerciantes. Se les acus\u00f3 de haber manipulado estos tipos de inter\u00e9s interbancarios, que sirven de base para cientos de miles de productos financieros. En aquella \u00e9poca, el Libor y el Euribor se determinaban de forma relativamente artesanal. Todos los d\u00edas, a las 11 de la ma\u00f1ana, hora de Londres, alguien de cada banco informaba el tipo al que se hab\u00eda financiado su instituci\u00f3n. Luego se tom\u00f3 un promedio.<\/p>\n\nLeer tambi\u00e9n |<\/span> Art\u00edculo reservado para nuestros suscriptores.<\/span><\/span> Asunto Libor: en Londres, el juicio por acoso judicial contra antiguos comerciantes <\/span> <\/div>\n A\u00f1adir a tus selecciones<\/span> <\/button> <\/p>\n<\/section>\nEste proceso dejaba lugar a la tentaci\u00f3n: los traders, cuyo trabajo consist\u00eda en especular sobre estos tipos de inter\u00e9s, ped\u00edan peri\u00f3dicamente internamente al responsable del Libor o del Euribor que los aumentara o disminuyera ligeramente, en funci\u00f3n de sus posiciones. Durante su investigaci\u00f3n, los reguladores descubrieron decenas de mensajes. \u00abincriminatorio\u00bb<\/em>incluidos aparentes acuerdos entre diferentes bancos e instituciones financieras.<\/p>\nUna sentencia digna de los peores cr\u00edmenes<\/h2>\n A partir de 2012 se impusieron las primeras multas a los bancos. Siguieron procedimientos judiciales de gran escala: en total fueron procesadas treinta y siete personas, de las cuales diecinueve fueron condenadas por los tribunales (de ellas, nueve fueron encarceladas). Dos de ellos eran franceses que viv\u00edan en Londres en aquel momento.<\/p>\n
El juicio de Tom Hayes, ex residente de UBS y Citibank en Tokio, fue un punto de inflexi\u00f3n. El brit\u00e1nico fue condenado en primera instancia a catorce a\u00f1os de prisi\u00f3n (rebajados a once a\u00f1os en apelaci\u00f3n), una pena digna de los peores cr\u00edmenes. Sobre todo, el juez brit\u00e1nico tom\u00f3 una decisi\u00f3n fundamental: dijo a los miembros del jurado que los comerciantes no ten\u00edan derecho a tener en cuenta sus intereses comerciales al calcular el Libor. Esta jurisprudencia se aplic\u00f3 posteriormente a lo largo del caso. En 2019, Carlo Palombo, que era un simple aprendiz en Barclays, fue condenado a cuatro a\u00f1os de prisi\u00f3n por manipular el Euribor.<\/p>\n
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