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Con la novela \u00abBy the Sea\u00bb, Elizabeth Strout ha dibujado un idilio de Corona en el que los demonios del pasado regresan con mayor vehemencia.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n\n <\/div>
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En su nueva novela, la escritora Elizabeth Strout presenta personajes familiares de libros anteriores.<\/h2>\n David Levenson\/Getty<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\nCualquiera que escribe novelas desarrolla una relaci\u00f3n especial con sus personajes y a veces le resulta dif\u00edcil despedirse de ellos definitivamente. Y por eso no son pocos los autores que intentan superar este dolor de la separaci\u00f3n y conceder a sus personajes una especie de resurrecci\u00f3n. Honor\u00e9 de Balzac perfeccion\u00f3 este \u201cretour des personnages\u201d, y en los pa\u00edses de habla alemana Martin Walser fue uno de los que sigui\u00f3 la vida de sus protagonistas a lo largo de varios libros.<\/p>\n
La estadounidense Elizabeth Strout, galardonada con el premio Pulitzer en 2009, tambi\u00e9n persigue desde hace varios a\u00f1os este principio narrativo. En \u201cBy the Sea\u201d conocemos por cuarta vez a la escritora Lucy Barton, una mujer que ahora ronda los sesenta y tantos a\u00f1os y que hizo su primera aparici\u00f3n en \u201cThe Imperfection of Love\u201d (2016) de Strout. Vive en la ciudad de Nueva York, est\u00e1 de luto por la p\u00e9rdida de su segundo marido, David, que muri\u00f3 hace un a\u00f1o, y est\u00e1 planeando un viaje de lectura a Europa (estamos en marzo de 2020) cuando su exmarido William recurre a ella con gran urgencia. .<\/p>\n
William, un parasit\u00f3logo que apareci\u00f3 recientemente en la novela de Strout \u00abOh, William\u00bb, advierte a Lucy, con quien estuvo casado durante veinte a\u00f1os y de quien est\u00e1 divorciado desde hace otros tantos, de la inminente pandemia de corona y la obliga a trasladarse al amenazado Manhattan para salir y seguirlo hasta Maine, hasta una casa costera alquilada sobre el Atl\u00e1ntico. Probablemente tendr\u00e1 que retirarse \u201cpor unas semanas\u201d, un error, como qued\u00f3 claro cuando colaps\u00f3 la atenci\u00f3n m\u00e9dica a los pacientes de Covid en Nueva York.<\/p>\n
Preocuparse por las hijas<\/span><\/h2>\nA primera vista, Elizabeth Strout ha escrito una t\u00edpica novela sobre el coronavirus, un estudio psicol\u00f3gico preciso del aislamiento forzoso, el miedo a la muerte, la preocupaci\u00f3n por los familiares y los conflictos con los opositores a las mascarillas y a las vacunas. Todo esto se puede encontrar en \u201cBy the Sea\u201d y, sin embargo, r\u00e1pidamente queda claro que el encierro en la ciudad de Crosby en Maine sirve principalmente como catalizador de todos los conflictos y heridas personales que se han acumulado a lo largo de los a\u00f1os y que ahora est\u00e1n estallando. sale con m\u00e1s fuerza que nunca.<\/p>\n
As\u00ed, los pensamientos de Lucy regresan una y otra vez a Illinois, donde creci\u00f3 en condiciones pobres, y para bien o para mal lidia con su hermana Vicky, quien nunca logr\u00f3 salir de su casa y ahora acusa a Lucy de ser ensimismada. Su principal preocupaci\u00f3n son sus hijas Chrissy y Becka, que no s\u00f3lo se enfrentan al coronavirus (una huye al campo en Connecticut, la otra se queda en Brooklyn), sino tambi\u00e9n a abortos espont\u00e1neos y parejas infieles.<\/p>\n
La soledad en Maine, interrumpida \u00fanicamente por paseos y conversaciones con su amigo abogado Bob Burgess (a quien los lectores de Strout conocen por \u201cLife, Naturally\u201d) conduce inevitablemente a que los problemas se reeval\u00faen y se miren desde una perspectiva diferente. As\u00ed que Lucy no puede evitar darse cuenta de que sus hijas no necesitan su est\u00edmulo constante, y cuando decide renunciar a su apartamento en Nueva York, ve que tiene m\u00e1s en com\u00fan con William de lo que pensaba.<\/p>\n
William, un personaje bastante reservado y no especialmente simp\u00e1tico, analiza las cosas con mentalidad cient\u00edfica y al mismo tiempo se trastorna emocionalmente cuando se encuentra por primera vez con su media hermana. Encuentra una distracci\u00f3n exitosa lanz\u00e1ndose apasionadamente a la lucha contra las plagas emergentes de la papa, una forma t\u00edpica masculina de escapar del conflicto.<\/p>\n
A pesar de esto, William y Lucy poco a poco se dan cuenta de que quieren pasar juntos el pr\u00f3ximo oto\u00f1o de sus vidas, ante el asombro de sus hijas. Su comunidad de conveniencia no se convierte en una alianza de amor, sino quiz\u00e1s en la uni\u00f3n de dos personas que sienten que tienen algo que darse el uno al otro y pueden afrontar mejor juntas las luchas de la vejez.<\/p>\n