{"id":1087351,"date":"2024-04-12T03:12:43","date_gmt":"2024-04-12T03:12:43","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/el-regreso-del-musical-rumble-los-forasteros\/"},"modified":"2024-04-12T03:12:45","modified_gmt":"2024-04-12T03:12:45","slug":"el-regreso-del-musical-rumble-los-forasteros","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/el-regreso-del-musical-rumble-los-forasteros\/","title":{"rendered":"El regreso del musical Rumble: Los forasteros"},"content":{"rendered":"


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Bella quer\u00eda mucho m\u00e1s que esta vida provinciana. Louisa s\u00f3lo quer\u00eda mucho m\u00e1s. Jack deseaba los espacios abiertos de Santa Fe. La madre de Jack (Jack diferente) deseaba muchas cosas. Ahora, Ponyboy Curtis se suma a la larga lista de corazones aspirantes y deseosos del teatro musical. No todos son adolescentes, pero la adolescencia claramente se presta a la inquietante certeza de que, como dice Ponyboy en su versi\u00f3n de la canci\u00f3n \u00abI want\u00bb, \u00abhay mucho m\u00e1s en la vida \/ que lo que hay frente a m\u00ed\u00bb – y Dios sabe que la pubertad te pone lo suficientemente emocional como para empezar a llorar, mel\u00f3dicamente o de otra manera. Quiz\u00e1s por eso Los forasteros <\/em>se desliza m\u00e1s f\u00e1cilmente de lo que se podr\u00eda esperar en forma musical. SE Hinton escribi\u00f3 la novela cuando s\u00f3lo ten\u00eda 16 a\u00f1os, una estudiante de secundaria en Oklahoma a punto de convertirse en un best-seller famoso, y la pel\u00edcula de Francis Ford Coppola de 1983 no s\u00f3lo estaba protagonizada por versiones infantiles de un n\u00famero francamente absurdo de futuras celebridades; Tambi\u00e9n ayud\u00f3 a lanzar Brat Pack, cuyos miembros tal vez no fueran Romeo y Julieta o Juana de Arco, pero ciertamente estaban en lo m\u00e1s alto de la lista de la historia de los adolescentes m\u00e1s famosos (o al menos personas que interpretaron a adolescentes en la televisi\u00f3n). Los dolores y pasiones particulares del ser. joven <\/em>\u2013 y, espec\u00edficamente, j\u00f3venes y pobres y en medio de la nada \u2013 son lo que Los forasteros<\/em> se trata de. El musical estadounidense, con el dolor y el impulso de \u201cI want\u201d en su n\u00facleo, es bueno para eso.<\/p>\n

Y en su nueva forma musical, con partitura y letra del d\u00fao folk Zach Chance y Jonathan Clay, conocido como Jamestown Revival, junto con Justin Levine, Los forasteros<\/em> est\u00e1 dando un gran paso al convertirse en la entrada m\u00e1s fuerte en la ola de presentaciones de cantautores de esta temporada en Broadway. Vivimos en una era posterior a Sara Bareilles: Ingrid Michaelson, PigPen Theatre Co., Shaina Taub y Ana\u00efs Mitchell se saludan actualmente desde alrededor de Times Square. Pero si las mismas personas que hacen discos pop pegadizos tambi\u00e9n pueden crear una partitura s\u00f3lida es otra cuesti\u00f3n. Chance, Clay y Levine pueden, y si Los forasteros <\/em>A veces transita, quiz\u00e1s inevitablemente, en clich\u00e9s, lo compensa con la ternura y la fuerza no s\u00f3lo de sus canciones sino de su puesta en escena y sus actuaciones.<\/p>\n

En el libro de Adam Rapp (tambi\u00e9n coescrito con Levine), Ponyboy (Brody Grant) es nuestro narrador de 14 a\u00f1os, nacido y criado, como Hinton, en Tulsa. Para citar a otro cantautor, es una trampa mortal, es un rap suicida, y Ponyboy garabatea furiosamente en su cuaderno, lee a Dickens, idolatra a Paul Newman y sue\u00f1a con escapar. Es 1967 (nos encantan los jeans con pu\u00f1os, un cigarrillo sin filtro y un apodo) y Ponyboy y sus dos hermanos mayores, Darrel y Sodapop, interpretados por Brent Comer y Jason Schmidt respectivamente, viven solos despu\u00e9s de la muerte de sus padres en un accidente automovil\u00edstico. . (Nota al margen: hay algo entra\u00f1able en todos los lugares donde la historia de Hinton, por precoz que fuera, indica que fue escrita por un adolescente. \u00bfQu\u00e9 ni\u00f1o con inclinaciones literarias no ha contemplado en alg\u00fan momento la m\u00edstica de la orfandad?) Darry trabaja, mientras que Ponyboy y Soda pasan la mayor parte del tiempo con la familia que eligieron, una de las dos bandas rivales del pueblo: los Greasers. \u00abTienes Greasers y Socs\u00bb, nos canta Ponyboy, \u00abas\u00ed es como siempre ha sido \/ Y probablemente as\u00ed ser\u00e1 siempre\u00bb. \u00abSoc\u00bb es la abreviatura de \u00absocialit\u00e9\u00bb (el plural tiene dos s\u00edlabas, como campanas<\/em>), para que puedas adivinar qu\u00e9 pandilla viene de qu\u00e9 lado de las v\u00edas.<\/p>\n

Dado que Ponyboy sostiene literalmente papel y l\u00e1piz, es doblemente su historia. \u201cTienes un don\u201d, le dice su hermano Darry, y el programa no puede resistirse a inclinarse hacia el tropo de \u201cescribe tu salida\u201d que ha impulsado a protagonistas con dedos entintados, desde Jo March hasta Alexander Hamilton. Pero Los forasteros<\/em> es mejor en el interior del marco de su narrador, cuando abraza la comunidad de su t\u00edtulo. Como grupo, los Greasers son un grupo adorable y luchador con tubos poderosos y muchos movimientos h\u00e1biles. Schmidt es un encanto absoluto como el felizmente poco intelectual Sodapop: es un osito de peluche dentro de un culturista, y cuando se quita la camisa temprano en la noche, los gritos del p\u00fablico son solo la mitad de divertidos que la sonrisa tonta que esboza. en respuesta. Con una voz clara y quejumbrosa y los hombros encorvados por preocupaciones m\u00e1s all\u00e1 de su edad, Comer hace un gran trabajo con lo que podr\u00eda ser un papel ingrato, y Joshua Boone es especialmente excelente como su contraste, el carism\u00e1tico Dallas Winston. El rebelde Dally se mete en la piel del responsable Darry: en este mundo sin adultos, ellos son las figuras paternas que compiten por el respeto y el amor de los ni\u00f1os m\u00e1s j\u00f3venes. Pero lo que ni Darry ni el resto de los Greasers ven hasta que es demasiado tarde es que la arrogancia alfa de Dally oculta pozos no s\u00f3lo de verdadera bondad sino tambi\u00e9n de terror y desesperaci\u00f3n. Boone se asegura de que nunca nos perdamos las capas. Su voz es hermosa y controlada, m\u00e1s a\u00fan cuando se vuelve suave: interpreta tanto el propulsor cerrador del primer acto \u201cRun Run Brother\u201d como su desgarradora canci\u00f3n secuela, \u201cLittle Brother\u201d, en el segundo acto. Se siente como un alma m\u00e1s antigua: un guerrero noble y condenado de la antig\u00fcedad, atrapado en Tulsa y luchando hacia la tragedia m\u00e1s aguda de la obra.<\/p>\n

Tambi\u00e9n hay una Greaser femenina llamada Ace, interpretada con chispa por Tilly Evans-Krueger. Ace no hab\u00eda sido agregado al programa cuando vi el programa, y \u200b\u200baunque afortunadamente eso se ha solucionado desde entonces, sigue siendo una l\u00e1stima que Evans-Krueger no est\u00e9. t aparece en el charco de abrazos en todos los materiales de marketing de la producci\u00f3n. No importa si existe o no en el mundo de Hinton o Coppola: aqu\u00ed, ella y su frecuente hom\u00f3logo, el bromista Two-Bit (Daryl Tofa), bailan como demonios y dan vueltas como acr\u00f3batas. Son una parte vital de la familia Greaser y de la coreograf\u00eda de alto octanaje del programa realizada por los hermanos Rick y Jeff Kuperman. Junto con la directora Danya Taymor, los Kuperman han construido un mundo de movimiento estimulante para Los forasteros<\/em>, especialmente en el brutal \u00abestruendo\u00bb que se produce entre los Socs y los Greasers en el cl\u00edmax del programa. Sin revelar demasiado, s\u00f3lo dir\u00e9 eso. El cuaderno<\/em> es superado \u00e9picamente por la lluvia y, trabajando en conjunto militarmente preciso con los destellos y choques de las luces de Brian MacDevitt y el dise\u00f1o de sonido de Cody Spencer, Taymor crea un espectacular ballet de violencia. Ella est\u00e1 reutilizando constante y convincentemente los elementos b\u00e1sicos del \u00e1spero escenario del programa (sus llantas viejas, tablas y andamios de gimnasio en la jungla de Tatiana Kahvegian y el colectivo de dise\u00f1o AMP), y tanto en medio del estruendo como en otros lugares, suspende el tiempo con gran efecto. . Los momentos de impacto se extienden hasta la melaza de la c\u00e1mara lenta mientras los g\u00e9lidos LED nos medio ciegan; Los cuerpos de los actores flotan y forman arcos en el espacio antes de volver a entrar en acci\u00f3n: coreografiados al un\u00edsono en un momento y liberados en un aparente caos en el siguiente. Es un gran truco: no solo facilita saltos \u00e1giles en la narraci\u00f3n del cuadro de Ponyboy, sino que tambi\u00e9n hace que los golpes lleguen con m\u00e1s fuerza de lo que jam\u00e1s podr\u00edan hacerlo bajo las limitaciones del realismo.<\/p>\n

Y hay muchos golpes en Los forasteros<\/em>. Desde un \u00e1ngulo, es una historia sobre nacer en la violencia y buscar una manera de crear en lugar de destruir. Ponyboy y sus amigos y los crueles e inseguros preparativos de toda la ciudad se golpearon unos a otros en el parque entre sus vecindarios porque \u00abas\u00ed es como siempre ha sido\u00bb. Pero no es s\u00f3lo Ponyboy quien anhela algo m\u00e1s. Incluso a Bob (Kevin William Paul), el m\u00e1s desagradable de los socs y su rey vestido de caqui, se le atribuye m\u00e1s coraz\u00f3n del que jam\u00e1s lleguemos a ver. \u201cCuando est\u00e1bamos solos t\u00fa y yo\u201d, canta su antigua novia, Cherry Valence (Emma Pittman), \u201cVi un lado tuyo que desear\u00eda que hubieran conocido \/ Como un secreto que nunca podr\u00edas compartir\u201d. Es dif\u00edcil de creer, y tal vez nosotros no<\/em> Cr\u00e9elo, pero a\u00fan importa que ella lo diga: Cherry tambi\u00e9n ve el anhelo y la inteligencia dentro de Ponyboy. Es perspicaz y compasiva de coraz\u00f3n, y a trav\u00e9s de ella podemos vislumbrar c\u00f3mo los perpetradores privilegiados son, aunque eso no los disculpe, tambi\u00e9n v\u00edctimas.<\/p>\n

Pero Los forasteros<\/em>El joven m\u00e1s perseguido es sin duda el mejor amigo de Ponyboy, Johnny Cade (Sky Lakota-Lynch), al que sus amigos llaman cari\u00f1osamente \u00abJohnnycakes\u00bb. De aspecto ligero y herido, con grandes ojos oscuros y la mirada vacilante de un animal perseguido, Johnny de Lakota-Lynch es un alma magullada y hambrienta, llena de dulzura que nunca ha llegado a florecer, pero que emerge en todo su esplendor en \u201cStay Gold, \u201d la interpretaci\u00f3n de balada del programa de la frase m\u00e1s famosa de la pel\u00edcula. Los forasteros<\/em> ha sido durante mucho tiempo un favorito para la especulaci\u00f3n sobre los matices rom\u00e1nticos entre sus personajes, y a pesar de la negaci\u00f3n de Hinton de que alguien en la historia sea algo m\u00e1s que heterosexual, hay una delicadeza en el enfoque del musical hacia Johnny que parece que deja las cosas abiertas de una manera veraz. estos son todos ni\u00f1os<\/em> \u2014 qui\u00e9nes son cambia cada segundo y qu\u00e9 no han podido, o permitido<\/em>, hablar sobre s\u00ed mismos todav\u00eda es un vasto desierto. La tragedia radica en no poder nunca saberlo.<\/p>\n

Los forasteros est\u00e1 en el Teatro Bernard B. Jacobs.<\/em><\/p>\n