{"id":1088724,"date":"2024-04-13T01:35:13","date_gmt":"2024-04-13T01:35:13","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/civil-war-no-es-la-pelicula-que-crees-que-es\/"},"modified":"2024-04-13T01:35:15","modified_gmt":"2024-04-13T01:35:15","slug":"civil-war-no-es-la-pelicula-que-crees-que-es","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/civil-war-no-es-la-pelicula-que-crees-que-es\/","title":{"rendered":"Civil War no es la pel\u00edcula que crees que es"},"content":{"rendered":"


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Kirsten Dunst y Cailee Spaeny en Guerra civil.<\/em>
\n Foto: Murray cerca \/A24<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\n

A los estadounidenses les encanta ver sus instituciones destruidas en la pantalla. Recuerdo cuando era una especie de noticia que el p\u00fablico aplaudiera y vitoreara cuando los extraterrestres volaron la Casa Blanca en la pel\u00edcula de Roland Emmerich. D\u00eda de la Independencia<\/em> (1996). Desde entonces, ha sido una pr\u00e1ctica operativa est\u00e1ndar para los \u00e9xitos de taquilla, particularmente los de desastre, incinerar o profanar de otro modo un monumento o un edificio gubernamental ic\u00f3nico. (Tomamos un breve receso despu\u00e9s del 11 de septiembre \u2013 \u201cdemasiado pronto\u201d, etc. \u2013 pero volvimos a retomarlo una vez que son\u00f3 el visto bueno cultural). Tal vez porque nuestras instituciones fueron consideradas tan seguras e inmutables durante tanto tiempo, la idea que podr\u00edan ser devastados por extraterrestres, meteoritos, zombis o Dylan McDermott se convirti\u00f3 en una fantas\u00eda traviesa que est\u00e1bamos ansiosos por ver en pantalla, una y otra y otra vez. Una variaci\u00f3n de este tipo de caos. <\/strong>tiene <\/strong>se ha vuelto demasiado real en los \u00faltimos a\u00f1os: m\u00e1s del 40 por ciento del pa\u00eds, en una encuesta de 2022, dijo que cree que es probable que se produzca una guerra civil en la pr\u00f3xima d\u00e9cada. No estoy del todo convencido de que el constante aluvi\u00f3n de destrucci\u00f3n apocal\u00edptica en nuestras pantallas no est\u00e9 relacionado. Hemos sido espectadores de la fantas\u00eda durante tanto tiempo que hemos llegado a imaginar que somos participantes de ella.<\/p>\n

Aqu\u00ed hay otra verdad sobre el entregarse repetidamente a nuestras fantas\u00edas: nos volvemos insensibles a ellas. \u00bfQu\u00e9 hace que Alex Garland sea Guerra civil<\/em> tan diab\u00f3licamente inteligente es la forma en que se deleita y aborrece nuestra fascinaci\u00f3n por la idea de Estados Unidos como campo de batalla. En este no se hacen explotar monumentos reales muy bien. Esta vez el espect\u00e1culo es m\u00e1s t\u00edmido pero de alg\u00fan modo absorbente. \u00bfEn qu\u00e9 se est\u00e1 incinerando? Guerra civil<\/em> es la idea estadounidense misma.<\/p>\n

La pel\u00edcula est\u00e1 ambientada en lo que parece ser el presente, pero en esta versi\u00f3n del presente una combinaci\u00f3n de t\u00e1cticas de hombres fuertes y movimientos secesionistas han fracturado a Estados Unidos en m\u00faltiples facciones armadas, pol\u00edticamente no especificadas. Se nos dice que el presidente (Nick Offerman) se ha negado a ceder el poder y ahora cumple su tercer mandato; disolvi\u00f3 el FBI, bombarde\u00f3 ciudades estadounidenses y se propuso matar a periodistas en cuanto los viera, o eso nos dicen. California y Texas han unido fuerzas y se han convertido en algo llamado Frente Occidental. Tambi\u00e9n existe la llamada Alianza de Florida. El humo sube de las ciudades; las carreteras est\u00e1n llenas de muros de coches destrozados; atacantes suicidas se lanzan contra multitudes que hacen fila para recibir raciones de agua; escuadrones de la muerte, francotiradores y fosas comunes salpican el campo.<\/p>\n

C\u00f3mo llegamos hasta aqu\u00ed, o por qu\u00e9 est\u00e1n peleando estas personas, no tiene pr\u00e1cticamente ning\u00fan significado para Lee, interpretado por Kirsten Dunst, y Joel, interpretado por Wagner Moura, dos periodistas de guerra que emprenden el traicionero viaje desde la ciudad de Nueva York a Washington, DC, para una entrevista exclusiva, probablemente peligrosa, con el presidente asediado. Los acompa\u00f1an en el viaje en su camioneta Jessie, interpretada por Cailee Spaeny, una fot\u00f3grafa joven e inexperta que aspira a una carrera como la de Lee, y Sammy (Stephen McKinley Henderson), un reportero anciano que quiere ir al frente en Charlottesville. . Lee est\u00e1 molesto por la presencia de ambos. Jessie es demasiado joven y Sammy es demasiado mayor. Las carreteras empapadas de sangre de los estados divididos de Am\u00e9rica no son lugar para ninguno de ellos.<\/p>\n

Los periodistas que cubren esta guerra se re\u00fanen en los bares de los hoteles, se emborrachan y gritan a gritos con la bonhom\u00eda que podr\u00edamos reconocer en pel\u00edculas ambientadas en pa\u00edses extranjeros como Los campos de exterminio<\/em>, Bajo fuego<\/em>y el Salvador<\/em>. En su mayor\u00eda est\u00e1n insensibles a los horrores que narran. Despu\u00e9s de que la joven Jessie queda marcada por un encuentro temprano con un hombre que amenaza con <\/strong>Cuando dispara a dos cautivos desarmados, torturados y apenas vivos, Lee le dice que no es su trabajo hacer preguntas o involucrarse: \u201cTomamos fotograf\u00edas para que otros puedan hacer estas preguntas\u201d.<\/p>\n

Una de las razones por las que Lee es una leyenda en su campo es porque ha desarrollado un caparaz\u00f3n protector a su alrededor. Quiere hacerse una idea. Eso es todo. Ella protege a Jessie, pero solo en la medida en que la ni\u00f1a los frene o trastoque sus planes. \u201c\u00bfFotografiar\u00edas ese momento si me dispararan?\u201d \u2014Pregunta Jessie. \u00ab\u00bfQu\u00e9 opinas?\u00bb Lee responde, como si la respuesta fuera obviamente s\u00ed. Pero tambi\u00e9n entendemos que Lee lleva las cicatrices psicol\u00f3gicas de lo que ha visto. Por la noche, sola en su ba\u00f1o en un hotel, se cubre los ojos y revive los horrores que ha fotografiado en todo el mundo. \u00abPens\u00e9 que estaba enviando un mensaje a casa: no hagas esto\u00bb, dice sobre su trabajo anterior. \u201cPero aqu\u00ed estamos\u201d. Garland puede ser torpe y obvio con su di\u00e1logo, pero Dunst tambi\u00e9n puede hacer que casi cualquier l\u00ednea suene verdadera. Su rostro cuenta una historia, sus palabras cuentan otra; juntos, dan vida a esta mujer en conflicto.<\/p>\n

La pel\u00edcula encarna hasta cierto punto el entumecimiento traumatizado de Lee. Garland sabe c\u00f3mo generar suspenso y representa una violencia asombrosa con el horror necesario, pero tambi\u00e9n desarrolla su pel\u00edcula de manera divertida y provocativa. Despu\u00e9s de una secuencia espantosa en la que los guerrilleros disparan a un soldado que llora, el director pasa a un montaje ambientado en \u201cSay No Go\u201d de De La Soul, una canci\u00f3n sobre un tema horrible que <\/strong>agrega un ritmo alegre a las espeluznantes im\u00e1genes en pantalla. (Me acord\u00e9 de la forma en que Stanley Kubrick La chaqueta met\u00e1lica<\/em> corte al \u201cSurfin’ Bird\u201d de los Basureros justo despu\u00e9s de un tiroteo similar.)<\/p>\n

Incluso la calidad epis\u00f3dica de la pel\u00edcula (en realidad es solo un espantoso relato de viaje a trav\u00e9s de la costa este devastada por la guerra, con nuestros protagonistas confrontados en cada parada con alg\u00fan nuevo incidente perturbador) se siente como una provocaci\u00f3n. Parte de aislarse ante tales horrores implica ser capaz de superarlos y Guerra civil<\/em>, al igual que sus personajes, se desliza m\u00e1s all\u00e1 de cada vi\u00f1eta monstruosa con imperturbable br\u00edo. Esto puede hacer que la pel\u00edcula a veces parezca extra\u00f1amente ingr\u00e1vida. Sus personajes son observadores y n\u00f3madas. En todo caso, se sienten menos involucrados en lo que est\u00e1n presenciando a medida que avanza la pel\u00edcula.<\/p>\n

Guerra civil<\/em>La falta de un punto de vista pol\u00edtico de China, as\u00ed como su negativa a identificar realmente las posiciones de sus partes en conflicto, ha sido objeto de algunas cr\u00edticas comprensibles. Pero, \u00bfalguna persona en su sano juicio realmente quiere una versi\u00f3n de esta pel\u00edcula que intente explicar las pol\u00edticas de estas personas o, peor a\u00fan, que tome partido en su conflicto ficticio? (Parece que ser\u00eda la peor pel\u00edcula jam\u00e1s realizada). Garland incluye destellos de im\u00e1genes de noticias reales de una variedad de disturbios recientes en Estados Unidos, pero claramente ha investigado m\u00e1s sobre las representaciones medi\u00e1ticas de las zonas de guerra de otros pa\u00edses.<\/p>\n

Esta es quiz\u00e1s su mejor idea, y la raz\u00f3n por la que la falta de contexto pol\u00edtico de la pel\u00edcula parece m\u00e1s puntiaguda que cobarde: la presunci\u00f3n aqu\u00ed es representar a los estadounidenses actuando de la manera en que hemos visto actuar a la gente en otros conflictos internacionales, ya sea Vietnam o el L\u00edbano o el primero. Yugoslavia, Irak, Gaza o… bueno, la lista contin\u00faa. En ese sentido, Guerra civil <\/em>termina convirti\u00e9ndose en una pel\u00edcula sobre s\u00ed mismo. M\u00e1s all\u00e1 de la plausibilidad de una guerra en Estados Unidos o la tragedia de tal eventualidad, se trata de la forma en que nos negamos a permitir que nos afecten im\u00e1genes de guerras como \u00e9sta. Es m\u00e1s una llamada a la reflexi\u00f3n, un intento de ponernos en el lugar de los dem\u00e1s, que una advertencia, no una Puede suceder aqu\u00ed<\/em> pel\u00edcula, pero un As\u00ed es como es<\/em> pel\u00edcula. No quiere hacernos sentir tanto sino que nos preguntemos por qu\u00e9 no sentimos nada.<\/p>\n