{"id":1091479,"date":"2024-04-15T15:39:09","date_gmt":"2024-04-15T15:39:09","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/salman-rushdie-vuelve-a-festejar\/"},"modified":"2024-04-15T15:39:12","modified_gmt":"2024-04-15T15:39:12","slug":"salman-rushdie-vuelve-a-festejar","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/salman-rushdie-vuelve-a-festejar\/","title":{"rendered":"Salman Rushdie vuelve a festejar"},"content":{"rendered":"


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Unos minutos antes de que comience la fiesta del libro de Salman Rushdie, su antiguo agente literario, Andrew Wylie, est\u00e1 sentado en una mesa afuera del Waverly Inn con un cigarro cubano Hoyo de Monterrey entre los dientes. Tiene en la mano lo que podr\u00eda ser la \u00fanica copia f\u00edsica del nuevo trabajo de Rushdie en el evento. Cuchillo:<\/em> Meditaciones despu\u00e9s de un intento de asesinato<\/em>. Wylie comienza a entreg\u00e1rselo y luego lo retira. No puedo leerlo todav\u00eda, y nadie m\u00e1s tampoco. \u201c60 minutos<\/em> No lo dejar\u00e9 salir\u201d, dice Wylie, explicando que hay un embargo hasta que la entrevista de Rushdie con Anderson Cooper se transmita dentro de unas noches.<\/p>\n

El dise\u00f1o de la portada del libro lleva un corte inspirado en Lucio Fontana, donde el I<\/em> en \u201cCUCHILLO\u201d deber\u00eda ser. \u201cHab\u00eda un t\u00edtulo un poco m\u00e1s largo, como Cuchillo en el ojo<\/em>, o algo as\u00ed\u201d, dice Wylie. \u201cSuger\u00ed que deber\u00eda ser Cuchillo<\/em>.\u201d \u00c9l mira hacia arriba. \u201c\u00a1Jonat\u00e1n!<\/em>\u201d, brama. Es Jonathan Becker, el famoso Feria de la vanidad <\/em>fot\u00f3grafo.<\/p>\n

Becker, que tambi\u00e9n fuma un puro, se\u00f1ala con la cabeza el restaurante. \u00ab\u00bfCrees que es seguro all\u00ed?\u00bb \u00e9l pide. \u00abCreo que me destacar\u00e9 aqu\u00ed\u00bb.<\/p>\n

\u00bfC\u00f3mo se celebra apropiadamente una memoria sobre haber sido apu\u00f1alado casi hasta la muerte? Por un lado, dice el anfitri\u00f3n de la fiesta del jueves por la noche, correo a\u00e9reo<\/em>Soy Graydon Carter, contratas seguridad. \u00abCreo que cada vez que alguien con opiniones pol\u00edticas sube al escenario, piensa en lo que le pas\u00f3\u00bb, dice Carter. Hace dos veranos, durante una aparici\u00f3n en la Instituci\u00f3n Chautauqua, Rushdie sufri\u00f3 un ataque casi fatal que lo ceg\u00f3 de un ojo y lo dej\u00f3 hospitalizado durante seis semanas. El apu\u00f1alamiento se produjo m\u00e1s de tres d\u00e9cadas despu\u00e9s de que el ayatol\u00e1 Jomeini de Ir\u00e1n objetara la descripci\u00f3n que Rushdie hac\u00eda del profeta Mahoma en Los versos sat\u00e1nicos<\/em>pidi\u00f3 su asesinato.<\/p>\n

\u201cSalman llev\u00f3 una vida bastante plena despu\u00e9s de ser objeto de una fatwa\u201d, se\u00f1ala Carter, pero desde el ataque de Chautauqua, rara vez ha estado tan expuesto en p\u00fablico. Esta noche, en su restaurante del West Village, Carter ha reclutado a un equipo de guardias vestidos de civil de la firma boutique que se ocupaba de su viejo Feria de la vanidad <\/em>Fiestas de los Oscar.<\/p>\n

La fiesta se lleva a cabo en el peque\u00f1o atrio acristalado en la parte trasera de Waverly. Es dif\u00edcil moverse sin darle un codazo a la bebida de alguien. Rushdie, de 76 a\u00f1os, est\u00e1 en el centro de la multitud, usando lo que se ha convertido en su marca registrada despu\u00e9s del ataque: un par de anteojos de montura rectangular con el lente derecho oscurecido. Recibe valientemente a los suplicantes y simpatizantes, pero parece f\u00edsicamente disminuido y permanece mayoritariamente encerrado por una burbuja protectora formada por su quinta esposa, la poeta Rachel Eliza Griffiths; el periodista Bill Buford; y un pu\u00f1ado de novelistas, entre ellos Marlon James y Gary Shteyngart.<\/p>\n

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Graydon Carter, editor de Air Mail, fue el anfitri\u00f3n del evento.
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Rushdie afuera del Waverly Inn.
\n Foto: Mark Peterson<\/span>\n <\/p>\n<\/div>\n

La sala es demasiado estrecha para Laurie Anderson, que se va casi de inmediato, y para Gay Talese, que se mete en el comedor principal para comer. Feria de la vanidad<\/em> personajes del antiguo r\u00e9gimen <\/em>– James Wolcott, William D. Cohan, Lili Anolik – \u00f3rbita, cuando era joven correo a\u00e9reo<\/em>Los participantes toman fotograf\u00edas y sostienen portapapeles.<\/p>\n

Tony Danza est\u00e1 solo junto a una pared. \u00bfConoce a Rushdie? \u00abNo\u00bb, dice Danza. \u00abPens\u00e9, Este es un hombre que me gustar\u00eda conocer.<\/em>.\u201d Kaitlan Collins de CNN aparece con un vestido cer\u00faleo. \u00abEstoy agradecida de que est\u00e9 vivo y soy una gran admiradora\u00bb, ofrece.<\/p>\n

Danza asiente vigorosamente. \u201c\u00bfQu\u00e9 tal si sobrevivimos a lo que pas\u00f3?\u201d \u00e9l dice. \u201cY por cierto, soy italiano. Sab\u00e9is, italianos, tenemos una fatwa. Se llama un golpe. <\/em>\u00bfUsted sabe lo que quiero decir? Sabemos lo que es eso\u201d. Collins desaparece y Danza decide acercarse a Rushdie. \u00abVoy a hacer un movimiento\u00bb, dice, avanzando r\u00e1pidamente. \u00abSi tienes miedo del COVID, debes estar loco aqu\u00ed\u00bb.<\/p>\n

Intento mi propio enfoque, usando a Danza como escudo, solo para ser interceptado por un publicista de Random House llamado Greg. Rushdie, dice, no aceptar\u00e1 preguntas. <\/em>M\u00e1s tarde, Greg se ha ido y me presento. \u00abNo estoy aqu\u00ed para que me entrevisten\u00bb, dice Rushdie. Le pregunto c\u00f3mo va su recuperaci\u00f3n. \u201cEst\u00e1s empezando a entrevistarme\u201d, dice. Uno de los exponentes de la libertad de expresi\u00f3n m\u00e1s famosos del mundo, por fin silenciado.<\/p>\n

Rushdie no se dirige a la multitud; no se venden libros. En el comedor, Talese est\u00e1 bebiendo un Narragansett y comiendo pastel de pollo. \u00abEsta es la primera vez que asisto a una fiesta del libro sin un libro\u00bb, dice. \u201cS\u00ed, esto no es una fiesta de lectura. Pero \u00e9l est\u00e1 aqu\u00ed. Te preguntas por qu\u00e9 est\u00e1 aqu\u00ed. Por qu\u00e9 es<\/em> \u00bfel ACA? Se est\u00e1 arriesgando. Un loco en Nueva York podr\u00eda dispararle en cualquier lugar. Quiero decir, m\u00edralo ahora mismo. El chico se niega, te guste o no, a esconderse. \u00bfBien? Esta maldita fiesta de esta noche personifica su imprudencia, su hermosa imprudencia\u201d.<\/p>\n

Existe consenso sobre este asunto entre los amigos de Rushdie. Marlon James compara al atacante de Rushdie, un joven de Nueva Jersey de 26 a\u00f1os que dijo que nunca ley\u00f3 Los Versos Sat\u00e1nicos,<\/em> a Dylann Roof, el tirador masivo de Charleston. \u201cEn \u00faltima instancia, \u00e9l no es diferente. Es un terrorista enga\u00f1ado de origen local, con un sentido de su propia grandeza y que no tiene nada que ver con el Islam\u201d, dice James. \u201cNo estoy seguro de qu\u00e9 deber\u00edamos sacar de esto. \u00bfTener cuidado en el mundo? Pero si terminamos teniendo miedo en el mundo, entonces \u00e9l gan\u00f3\u201d. (Un juicio, originalmente programado para enero, se retras\u00f3 debido a las memorias de Rushdie).<\/p>\n

El actor Rupert Friend, que conoce a Rushdie desde hace una d\u00e9cada e interpret\u00f3 al memorable hijo borracho de Stalin en La muerte de Stalin, <\/em>dice: \u201cAl mirar esta sala, no creo que haya nadie en Nueva York que no lo conozca. Fue necesario este horror, pero fiel a su forma, Salman lo toma y lo convierte en alguna forma de arte y celebraci\u00f3n\u201d.<\/p>\n

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Con Gay Talese.
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Marlon James.
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Tony Danza.
\n Foto: Mark Peterson<\/span>\n <\/p>\n<\/div>\n

La \u00faltima vez que Carter organiz\u00f3 una fiesta de lectura en su restaurante de West Village fue para Sloane Crosley’s. El dolor es para la gente, <\/em>unas memorias sobre la muerte de su mejor amiga. Crosley tambi\u00e9n est\u00e1 aqu\u00ed esta noche. \u00abLo curioso es que esa fiesta fue un poco m\u00e1s oscura\u00bb, dice. \u201cPorque mi amigo se suicid\u00f3 y Salman sobrevivi\u00f3\u201d.<\/p>\n

Le pregunto a Gary Shteyngart si est\u00e1 bien que todo el mundo parezca estar pas\u00e1ndolo tan bien. \u00ab\u00a1S\u00ed! Porque Salman se lo est\u00e1 pasando bien\u201d, afirma. \u201c\u00c9l es muy resistente. Le encanta salir. \u00bfSi eso me pasara a m\u00ed? Soy lo opuesto al labio superior r\u00edgido. Me tiembla el labio inferior\u201d.<\/p>\n

La pregunta de \u00bfDeber\u00eda Salman estar de fiesta? <\/em>ha perseguido al autor durante d\u00e9cadas. Hacia el cambio de milenio, despu\u00e9s de una d\u00e9cada de esconderse en Londres, dej\u00f3 a su tercera esposa por Padma Lakshmi, se mud\u00f3 a Estados Unidos, abandon\u00f3 su vida de reclusi\u00f3n y se convirti\u00f3 en un habitual del circuito de vida nocturna. \u00abHizo un gran ejercicio en su esfuerzo por regresar al mundo p\u00fablico para socializar\u00bb, dice Wylie. \u201cEs sociable. Es su naturaleza. Iba a fiestas y cosas as\u00ed. Todo era cuesti\u00f3n de romper con la especie de burbuja de seguridad que se hab\u00eda colocado a su alrededor\u201d.<\/p>\n

Rushdie fue criticado por ello. \u00abLa gente sol\u00eda hacerle pasar un mal rato por salir de noche a principios de los a\u00f1os\u00bb, dice Crosley. \u201cY yo dije: \u00a1d\u00e9jenlo ir al Bungalow 8, ten\u00eda una fatwa!\u201d<\/p>\n

Esa reacci\u00f3n coincidi\u00f3 con la erosi\u00f3n de la reputaci\u00f3n cr\u00edtica de Rushdie. En 2012, escribi\u00f3 unas memorias en tercera persona tituladas Jos\u00e9 Ant\u00f3n\u2014<\/em> tom\u00f3 su seud\u00f3nimo en honor a Joseph Conrad y Anton Chekhov, lleno de pasajes sobre fines de semana en los Hamptons y premios que gan\u00f3 o no. \u00abCom\u00eda en Balthazar, Da Silvano y Nobu\u00bb, escribi\u00f3 Rushdie sobre s\u00ed mismo. \u201cIba a proyecciones de pel\u00edculas y presentaciones de libros y se le ve\u00eda divirti\u00e9ndose en lugares de moda nocturnos como Moomba, en el que Padma era muy conocida. Inevitablemente, en algunos sectores se burlar\u00edan de \u00e9l por convertirse en una especie de monstruo de fiesta, pero era la \u00fanica manera que se le ocurri\u00f3 para demostrarle a la gente que no ten\u00edan por qu\u00e9 tener miedo\u201d.<\/p>\n

Zo\u00eb Heller, en un Revisi\u00f3n de libros de Nueva York <\/em>pan, escribi\u00f3 que Rushdie \u201cquiere hacernos entender que sus abundantes relatos de discotecas con celebridades son el registro de la voluntad de un hombre valiente de sobrevivir, de su compromiso con un deber moral\u201d.<\/p>\n

La d\u00e9cada continu\u00f3; Las cr\u00edticas empeoraron. En 2019, Parul Sehgal escribi\u00f3 que su estilo m\u00e1gico-realista se hab\u00eda vuelto \u201ctambaleante, hinchado y amanerado\u201d. Es un escritor en ca\u00edda libre\u201d. En Twitter, Rushdie la compar\u00f3 con Iago. En 2021, cr\u00edticos de izquierda, derecha y centro masacraron una colecci\u00f3n de ensayos de discursos de graduaci\u00f3n glorificados (y a veces literales). El Veces<\/em>‘ <\/em>Dwight Garner resumi\u00f3 el estatus de Rushdie: \u00abDemasiado viejo para aprovechar un momento, demasiado activo para ser redescubierto, ha sido objeto durante las \u00faltimas dos d\u00e9cadas de algunas de las cr\u00edticas m\u00e1s crueles jam\u00e1s entregadas a un talento de su magnitud\u00bb. (\u201cEso es transitorio\u201d, dice Wylie, \u201cquiero decir, usted conoce la historia de escritores importantes que han sido menospreciados e ignorados. Borges fue ignorado. Nabokov, ignorado. Calvino fue ignorado\u201d).<\/p>\n

Pero despu\u00e9s del ataque, la comunidad literaria apoy\u00f3 a Rushdie. en un resplandor atl\u00e1ntico <\/em>rese\u00f1a de su novela de 2023, ciudad de la victoria<\/em>, <\/em>Judith Shulevitz reformul\u00f3 su propensi\u00f3n a las payasadas como una \u201ccomedia dell’arte que se basa en su sufrimiento personal\u201d y un argumento a favor de una \u201cdemocracia ruidosa y desordenada\u201d sobre un fundamentalismo \u201csin humor y jer\u00e1rquico\u201d. Cuando se emiti\u00f3 la fatwa, Rushdie dijo ir\u00f3nicamente al Neoyorquino <\/em>el a\u00f1o pasado, el <\/em>se benefici\u00f3 de una \u201cola de simpat\u00eda\u201d; cuando fue apu\u00f1alado, las ventas de Los versos sat\u00e1nicos <\/em>surgi\u00f3 de nuevo. \u201cAhora que casi muero, todo el mundo me ama\u201d, dijo. \u201cEse fue mi error, en aquel entonces. No s\u00f3lo viv\u00ed sino que trat\u00e9 de vivir bien. Mal error. Recibir 15 pu\u00f1aladas, mucho mejor\u201d.<\/p>\n

Inicialmente, Rushdie dijo que no quer\u00eda escribir sobre el ataque por temor a que los lectores encontraran su vida m\u00e1s interesante que sus libros. Podr\u00eda decirse que es el \u00faltimo novelista famoso del mundo, y es consciente de que es gracias a la fatwa..<\/em> \u201cMartin Amis dijo que cuando se promulg\u00f3 la fatwa, ‘Salman desapareci\u00f3 de la portada’\u201d, dice Wylie. \u201cSabes, \u00e9l no quiere estar en primera plana. Quiere ser escritor\u201d.<\/p>\n

Quiz\u00e1s sabiamente, con la ola de simpat\u00eda a\u00fan en marcha, Rushdie ha decidido ser ambas cosas. \u201cNo hizo nada, no impuls\u00f3 ninguna agenda, no le infundi\u00f3 miedo\u201d, dice Shteyngart sobre el intento de asesinato. \u00abOjal\u00e1 produzca un buen libro\u00bb.<\/p>\n

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Una lluvia repentina atrap\u00f3 a algunos (pero no a todos) los invitados adentro.
\n Foto: Mark Peterson<\/span>\n <\/p>\n<\/div>\n