{"id":1093695,"date":"2024-04-17T04:45:56","date_gmt":"2024-04-17T04:45:56","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/el-asesino-apunalo-a-salman-rushdie-quince-veces-ahora-el-escritor-escribe-sobre-el-intento-de-asesinato\/"},"modified":"2024-04-17T04:45:59","modified_gmt":"2024-04-17T04:45:59","slug":"el-asesino-apunalo-a-salman-rushdie-quince-veces-ahora-el-escritor-escribe-sobre-el-intento-de-asesinato","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/el-asesino-apunalo-a-salman-rushdie-quince-veces-ahora-el-escritor-escribe-sobre-el-intento-de-asesinato\/","title":{"rendered":"El asesino apu\u00f1al\u00f3 a Salman Rushdie quince veces. Ahora el escritor escribe sobre el intento de asesinato."},"content":{"rendered":"


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El 12 de agosto de 2022, Salman Rushdie sobrevivi\u00f3 por poco al ataque de un apu\u00f1alador. En \u201cKnife\u201d recuerda el fat\u00eddico d\u00eda.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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Salman Rushdie ha quedado ciego del ojo derecho desde el ataque con cuchillo.<\/h2>\n

Thomas Lohnes\/Getty<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

El ataque con cuchillo a Salman Rushdie dur\u00f3 veintisiete segundos el 12 de agosto de 2022. El asesino apu\u00f1al\u00f3 al escritor quince veces. Le alcanz\u00f3 en el ojo derecho, en el cuello, en el pecho, en el est\u00f3mago y en la mano izquierda. Cortes por todas partes, pu\u00f1aladas profundas, tendones y nervios cortados. El h\u00edgado result\u00f3 herido. Rushdie yac\u00eda en un charco de sangre antes de que un amigo con el coraje de la desesperaci\u00f3n interviniera y pudiera separar al asesino de su v\u00edctima.<\/p>\n

En veintisiete segundos, una persona religiosa podr\u00eda hacerlo, escribe Salman Rushdie en su libro recientemente publicado \u201cKnife\u201d. Pensamientos despu\u00e9s de un intento de asesinato\u201d, rezando el Padrenuestro. O \u00e9l mismo podr\u00eda leer en voz alta su soneto favorito de Shakespeare. Rushdie podr\u00eda haber escrito: Veintisiete segundos no fueron suficientes para asesinarlo.<\/p>\n

Sin embargo, fue casi un milagro que Salman Rushdie llegara vivo al hospital. Y no fue un hecho que sobreviviera a las largas horas que siguieron mientras varios cirujanos le realizaban una cirug\u00eda de emergencia. Incluso ellos dudaban de que pudieran salvarlo.<\/p>\n

M\u00e1s tarde, uno de los m\u00e9dicos atribuir\u00eda lac\u00f3nicamente la supervivencia de Rushdie a una coincidencia: \u00abTu mayor suerte fue que el hombre que te atac\u00f3 no ten\u00eda idea de c\u00f3mo matar a una persona con un cuchillo\u00bb.<\/p>\n

El asesino ten\u00eda v\u00eda libre<\/span><\/h2>\n

Se supon\u00eda que Salman Rushdie dar\u00eda una conferencia la ma\u00f1ana del 12 de agosto de 2022 en la peque\u00f1a ciudad de Chautauqua, al noreste de Nueva York. Acababa de dar unos pasos hacia el escenario del anfiteatro del centro cultural local cuando por el rabillo del ojo derecho – \u00ablo \u00faltimo que mi ojo derecho ver\u00eda\u00bb – vio a un hombre vestido de negro corriendo hacia \u00e9l.<\/p>\n

Hab\u00edan pasado treinta y tres a\u00f1os desde que se promulg\u00f3 la fatwa en su contra. Hac\u00eda tiempo que aparec\u00eda sin protecci\u00f3n personal y tampoco hab\u00eda personal de seguridad presente en el campus. El atacante, un hombre de veinticuatro a\u00f1os nacido en Estados Unidos y con ra\u00edces libanesas que no hab\u00eda le\u00eddo m\u00e1s que unas pocas l\u00edneas de las obras de Rushdie, pudo abalanzarse sobre su v\u00edctima sin obst\u00e1culos.<\/p>\n

Rushdie no vio nada m\u00e1s que esta figura negra, pero intuy\u00f3 en esos pocos segundos que alguien hab\u00eda venido a ejecutar la sentencia de muerte de los mul\u00e1s iran\u00edes. Se pregunta por qu\u00e9 no se defendi\u00f3 y admite que algunos d\u00edas incluso se averg\u00fcenza de no haber al menos escapado. La violencia destruye la imagen de normalidad, escribe Rushdie. \u00abDe repente ya no conoces las reglas, no sabes qu\u00e9 decir, c\u00f3mo comportarte, qu\u00e9 elecci\u00f3n tomar\u00bb.<\/p>\n

Hoy Rushdie s\u00f3lo puede reunir lo que pas\u00f3 despu\u00e9s como un collage de im\u00e1genes: el cuchillo en el ojo, los golpes en la cara, c\u00f3mo finalmente cay\u00f3 de espaldas. No recuerda ning\u00fan dolor. M\u00e1s tarde le dijeron que hab\u00eda gritado de dolor. Sigui\u00f3 preguntando por qu\u00e9 le dol\u00eda tanto la mano. Pero escuch\u00f3 que alguien orden\u00f3 que le abrieran el traje para llegar a las heridas. Y recuerda lo que pas\u00f3 por su mente en ese momento: \u201cMi lindo traje de Ralph Lauren no\u201d.<\/p>\n

Tambi\u00e9n ten\u00eda muchas ganas de decirle algo a la gente que le rodeaba: \u201cMis tarjetas de cr\u00e9dito est\u00e1n en mi bolsillo. Y en el otro bolsillo est\u00e1 la llave de la casa\u201d. Mirando hacia atr\u00e1s, Rushdie ve esto como una se\u00f1al de su voluntad de sobrevivir. Incluso en esta situaci\u00f3n desesperada, definitivamente ten\u00eda la intenci\u00f3n de volver a utilizar llaves y tarjetas en el futuro. \u201c’\u00a1Vive!’ susurr\u00f3 dentro de m\u00ed. <\u00a1En vivo!>\u00ab<\/p>\n

\u00abA.\u00bb por asesino, agresor, gilipollas<\/span><\/h2>\n

\u201cPensamientos despu\u00e9s de un intento de asesinato\u201d de Salman Rushdie es un intento sombr\u00edo y doloroso de recuperar narrativamente los veintisiete segundos del ataque con cuchillo. Restaurar su memoria en gran parte borrada y as\u00ed lograr la autodeterminaci\u00f3n sobre la propia historia y el propio destino que no s\u00f3lo le hab\u00eda sido robada por el asesino. Porque, como lo describe v\u00edvidamente Rushdie, los m\u00e9dicos tambi\u00e9n le hab\u00edan infligido inevitablemente una larga serie de humillaciones durante los dieciocho d\u00edas en la unidad de cuidados intensivos y la posterior convalecencia, priv\u00e1ndolo del control sobre su propio cuerpo.<\/p>\n

Aunque el intento de asesinato y sus consecuencias inmediatas son el tema central de este informe, Rushdie llega muy lejos. Por ejemplo, se remonta a su padre y su consumo excesivo de alcohol, que tuvo un impacto enorme y duradero en su relaci\u00f3n y en el sentido de la vida familiar de Rushdie. O habla del \u201ccoup de foudre\u201d cuando conoci\u00f3 a la poeta Rachel Eliza Griffiths en 2017. Debi\u00f3 ser amor a primera vista para ambos. En ese momento, Rushdie qued\u00f3 tan cegado por la risa de la mujer treinta a\u00f1os menor que \u00e9l que, apenas empezaron a hablar, choc\u00f3 contra una puerta de vidrio y cay\u00f3 al suelo, sangrando.<\/p>\n

Hoy la escena parece una payasada, presagiando simb\u00f3licamente todo lo que vendr\u00eda despu\u00e9s: Eliza lo llev\u00f3 a casa y se qued\u00f3 con \u00e9l hasta la madrugada. Tras el ataque con cuchillo, ella fue quien lo acompa\u00f1\u00f3 durante el largo calvario de la convalecencia y no se apart\u00f3 de su lado.<\/p>\n

El asesino tambi\u00e9n entra en escena. Rushdie simplemente lo llama \u00abA\u00bb. por asesino, agresor, gilipollas. R\u00e1pidamente abandona la idea de visitarlo en prisi\u00f3n. Sospecha que no tienen nada que decirse y decide utilizar el medio que domina: la imaginaci\u00f3n. Mantiene una larga e imaginaria conversaci\u00f3n con \u00e9l hasta que se cansa.<\/p>\n

Todos son intentos tentativos de encontrar el camino de regreso a la vida, o mejor dicho: de encontrar una vida nueva, una vida que nos ha sido dada. Rushdie habla de una segunda oportunidad, tambi\u00e9n podr\u00eda haber dicho: de un segundo nacimiento. \u201c\u00bfQu\u00e9 se hace con una segunda oportunidad como esa?\u201d, se pregunta. Escribe espont\u00e1neamente: \u201cAmor y trabajo\u201d. Pero pronto se da cuenta de que esta segunda vida no puede limitarse s\u00f3lo a eso. Tambi\u00e9n es importante, afirma ahora, \u201clibrar una guerra en muchos frentes\u201d. Contra la intolerancia en el mundo, por ejemplo, o contra el cinismo del poder.<\/p>\n

\u201cSoy un p\u00e1jaro raro\u201d<\/span><\/h2>\n

La nueva vida ser\u00e1 la misma que la anterior: regresa el combativo e indomable Salman Rushdie. Y que tambi\u00e9n vuelve Rushdie, que tiene el don del humor del que carecen todos los asesinos y d\u00e9spotas de este mundo, como \u00e9l dice. \u00ab\u00bfQui\u00e9n soy yo?\u00bb es una pregunta hacia el final de \u00abKnife\u00bb. Y se puede perdonar a Rushdie el poco coqueteo que ahora se permite: \u00abSoy un p\u00e1jaro extra\u00f1o, m\u00e1s famoso por las desventuras de mi vida que por mis libros\u00bb.<\/p>\n

Eso es cierto y falso al mismo tiempo. Sus obras permanecen, pero nadie puede leerlas sin pensar en la fatwa. Y desde el intento de asesinato lo ha sido a\u00fan menos. Incluso Rushdie no puede evitar leer claros presagios de este ataque con cuchillo en sus libros.<\/p>\n

En septiembre de 2023 regresa a la ubicaci\u00f3n de Chautauqua con Eliza. Ahora le muestra d\u00f3nde entr\u00f3 al escenario, d\u00f3nde lo apu\u00f1al\u00f3 el asesino y d\u00f3nde finalmente cay\u00f3. De camino desde el aeropuerto se detienen frente a la prisi\u00f3n donde est\u00e1 preso el asesino. Rushdie quiere ver el lugar. Necesita ver ambos lugares para concluir algo. La forma en que tiene que escribir esta historia desde su pecho para poder sobrevivir. Rushdie ha vuelto, quiz\u00e1s un poco m\u00e1s melanc\u00f3lico, pero valiente y divertido como siempre.<\/p>\n

Salman Rushdie: Cuchillo. Pensamientos despu\u00e9s de un intento de asesinato. Traducido del ingl\u00e9s por Bernhard Robben. Penguin-Verlag, M\u00fanich 2024. 255 p\u00e1ginas, p. 37,90.<\/p>\n

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