{"id":1095092,"date":"2024-04-18T04:26:54","date_gmt":"2024-04-18T04:26:54","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/the-wiz-regresa-a-la-ciudad\/"},"modified":"2024-04-18T04:26:57","modified_gmt":"2024-04-18T04:26:57","slug":"the-wiz-regresa-a-la-ciudad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/the-wiz-regresa-a-la-ciudad\/","title":{"rendered":"The Wiz regresa a la ciudad"},"content":{"rendered":"


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Si est\u00e1s familiarizado con El mago<\/em>, elementos de la partitura de Charlie Smalls impactan con precisi\u00f3n pavloviana. Est\u00e1 el ritmo de \u00abEase on Down the Road\u00bb, la seductora elegancia de \u00abSlide Some Oil to Me\u00bb y, por supuesto, ese tono triunfal y transportador que da inicio a \u00abHome\u00bb. Cuando esa melod\u00eda se asoma, al principio del viaje de Dorothy a Oz, puedes sentir una conexi\u00f3n colectiva. ahhh<\/em> de la audiencia en este avivamiento. Sin embargo, es un tipo particular de familiaridad, dado que El mago<\/em> podr\u00eda decirse que se pasa por alto y es omnipresente. La reinvenci\u00f3n completamente negra de El mago de Oz<\/em> no ha estado en Broadway desde 1984 (y fue un per\u00edodo breve despu\u00e9s de su inmensamente exitosa presentaci\u00f3n de cuatro a\u00f1os a mediados de los a\u00f1os 70), pero ha mantenido su capacidad de permanencia en otras formas, gracias a la pel\u00edcula de Sidney Lumet protagonizada por Diana Ross y Michael. Jackson, muchas producciones escolares y de teatro comunitario (en serio, mira a la futura estrella de R&B Jazmine Sullivan como Dorothy), e incluso \u00a1El mago en vivo!<\/em>, uno de los mejores musicales en vivo de NBC. Este resurgimiento de la El mago <\/em>se presenta ante un p\u00fablico que conoce el programa y, sin embargo, tiene hambre de verlo completo y, lo que es m\u00e1s importante, de escucharlo.<\/p>\n

Tiene m\u00e1s \u00e9xito en el \u00faltimo frente que en el primero. la puntuaci\u00f3n de El mago<\/em>, lleno de funk, R&B, gospel y m\u00e1s, a\u00fan te emocionar\u00e1 y deleitar\u00e1. Vaya, \u00bfpuede cantar este elenco, especialmente Nichelle Lewis, el descubrimiento de 24 a\u00f1os que hace su debut como Dorothy, que puede alcanzar los cielos? A ella se une Wayne Brady, mostrando m\u00e1s que sus habilidades para la comedia como un mago que es una especie de estrella del pop; Deborah Cox como una Glinda muy glamorosa; y Melody A. Betts, que interpreta a la amable t\u00eda Em de Dorothy y a la cursi y furiosa bruja Evillene. El elenco, cuando la directora Schele Williams (tambi\u00e9n codirigi\u00f3 El cuaderno<\/em>) les permite tener espacio para escuchar la m\u00fasica y cumple. Lo mismo hacen los bailarines, ya sea girando como tornados o mostrando una colecci\u00f3n ecl\u00e9ctica de citas de estilos contempor\u00e1neos mientras el p\u00fablico elegante de Emerald City: JaQuel Knight, quien trabaj\u00f3 con Beyonc\u00e9 en \u201cSingle Ladies\u201d, hizo la coreograf\u00eda.<\/p>\n

Pero aunque el talento est\u00e1 por todo el escenario, tambi\u00e9n est\u00e1 atrapado en un envoltorio confuso e incluso feo. Este resurgimiento viaj\u00f3 por todo el pa\u00eds antes de llegar a Nueva York y, de hecho, parece una producci\u00f3n de gira barata en lugar de algo perfeccionado y mejorado. Los decorados, de Hannah Beachler (en contraste con su bella Pantera negra<\/em> trabajos cinematogr\u00e1ficos) son finos y estridentes, mientras que el vestuario (de Sharen Davis) tiene toques de gui\u00f1o: bailes de espantap\u00e1jaros en Timberlands; La poblaci\u00f3n de la Ciudad Esmeralda viste una variedad de siluetas de ciencia ficci\u00f3n, realizadas con materiales y telas opacos. (El equipo creativo dijo que aspiraba a dise\u00f1os que hicieran referencia a la historia negra y al afrofuturismo, por lo que puede ser simplemente que el presupuesto se qued\u00f3 corto). Todo tiene lugar frente a un tel\u00f3n de fondo de video gigante (de Daniel Brodie) del tipo que ha llegado a vivir la experiencia de ver demasiados musicales\u2014Spamalot <\/em>y Casi famosa<\/em>, en la memoria reciente: si\u00e9ntase como si estuviera en el pasillo de televisores de Best Buy. El video wall libra una guerra con los encantos a escala humana en el escenario, haciendo que tus ojos se muevan entre las personas que intentan conectarse con la audiencia y cualquier animaci\u00f3n digital parpadeante que se cierne detr\u00e1s de ellos. En El mago<\/em>En el caso de Oz, hay representaciones fant\u00e1sticas de Oz que, si bien son inteligentes (el Wiz se puede encontrar dentro de una torre que parece una pila de afros, con una puerta que se asemeja a un pico), m\u00e1s a menudo me recuerdan a videos ingr\u00e1vidos. pantallas de carga del juego o la p\u00e1gina de descanso de Roku City. (La producci\u00f3n ha negado que se haya utilizado IA para generar esas proyecciones, pero el hecho de que me venga a la mente la posibilidad dice mucho). En lugar de sumergirnos, la pantalla grande hace que el escenario parezca m\u00e1s peque\u00f1o y vac\u00edo, y todo se vuelve menos real. Cuando los personajes discut\u00edan a las puertas de Oz, me distra\u00eda un tren que se deslizaba por el fondo.<\/p>\n

Esas deficiencias obstaculizan un espect\u00e1culo que, a pesar de todas sus ventajas musicales, ya enfrenta una batalla cuesta arriba contra su libro. La reconfiguraci\u00f3n original de William F. Brown de la historia de El mago de Oz <\/em>es un cacharro anticuado, por lo que Amber Ruffin ha intervenido para darle una nueva versi\u00f3n. Su obra es ligera y traviesa, aunque tambi\u00e9n, como la puesta en escena, escasa de grandeza. Ruffin es mejor conocida como comediante y presentadora de programas de entrevistas (tambi\u00e9n coescribi\u00f3 la temporada pasada A algunos les gusta caliente<\/em>), y su sensibilidad para la comedia tonta y dura se presta para escribir chistes teatrales tontos, ahora plagados de significantes contempor\u00e1neos: Dorothy est\u00e1 acusada de asesinar a la Bruja del Este, Evamene, \u00abcon un desprecio imprudente por el mercado inmobiliario\u00bb. Ruffin tambi\u00e9n ha reelaborado algunas de las historias de fondo de los personajes. Tinman (un Philip Johnson Richardson totalmente encantador) es un jugador que habla r\u00e1pido y que insult\u00f3 las habilidades de la bruja en el karaoke. El Le\u00f3n (un Kyle Rama Freeman con un dulce puchero) fue criado por fuertes leonas que nunca le hicieron mover un dedo. El Espantap\u00e1jaros (un Avery Wilson notablemente flexible) era un cient\u00edfico agr\u00edcola hasta que su trabajo se interpuso en la agenda de control del clima de las brujas; tal vez haya una met\u00e1fora del cambio clim\u00e1tico ah\u00ed.<\/p>\n

Los chistes son buenos, pero a medida que se acumulan, minan el espect\u00e1culo. Mis recuerdos de infancia al ver la pel\u00edcula de ambos. El mago de Oz <\/em>y El mago<\/em> est\u00e1n te\u00f1idos por momentos de verdadero terror, especialmente por parte de esa bruja amenazadora. Aqu\u00ed, Ruffin y Williams ahuyentan todas las cosas aterradoras. La Evillene de Betts se vuelve demasiado tonta para ser una amenaza real; mientras se derrite, anuncia que \u201c\u00a1lo peor de todo es que est\u00e1 arruinando mi prensa de seda!\u201d, y esas amapolas amenazantes tienen como objetivo principal alegrar y alentar a los personajes a priorizar el cuidado personal. . un espect\u00e1culo como El mago<\/em> No tiene por qu\u00e9 ser una pel\u00edcula de terror. Parte de su poder duradero est\u00e1 en sus cualidades optimistas y alegres, especialmente como una narrativa afroamericana sin una trama traum\u00e1tica significativa. Pero si restas lo que es siniestro del viaje de Dorothy, tambi\u00e9n corres el riesgo de perder las sensaciones adyacentes de asombro y asombro. Deber\u00eda haber algo un poco misterioso y escalofriante en un viaje fant\u00e1stico a otro mundo, que ni El mago<\/em>Ni el libro perforado ni su puesta en escena reducida logran acceder.<\/p>\n

Lo m\u00e1s cerca que se acerca el avivamiento es durante el gran viaje de Dorothy de regreso a Kansas mientras canta \u201cHome\u201d. All\u00ed, afortunadamente, la atenci\u00f3n se centra en la actuaci\u00f3n: el tel\u00f3n de fondo cambia a un cielo negro salpicado de estrellas, y Williams tiene a Lewis iluminado por un foco que hace sonar su coraz\u00f3n desde el centro del escenario. Sent\u00ed que mi coraz\u00f3n se aceleraba mientras Lewis cantaba, pero incluso entonces el hechizo fue incompleto. El mago<\/em>El dise\u00f1o de sonido, que hab\u00eda tenido fallas durante gran parte del espect\u00e1culo, estaba torcido, al menos desde mi punto de vista, y Lewis luchaba por hacerse o\u00edr por encima de la orquesta. El efecto fue, como ocurre con gran parte del resurgimiento, perderse un momento que podr\u00eda haber sido grandioso, si tan solo se le hubiera dado m\u00e1s cuidado y ajuste.<\/p>\n

El mago Est\u00e1 en el Teatro Marquis.<\/em><\/p>\n