Para la ONG Human Rights Watch, \u00abLos juicios fabricados por la junta, la tortura de los detenidos y la ejecuci\u00f3n de activistas ilustran ampliamente el desprecio por la vida del pueblo de Birmania\u00bb<\/em>.<\/p>\n\u201cSordos a la indignaci\u00f3n nacional e internacional, los juicios para castigar a Suu Kyi y sus familiares pretenden borrar el pasado democr\u00e1tico\u201d<\/em> Burma, tambi\u00e9n reaccion\u00f3 al analista pol\u00edtico de la Agence France-Presse, David Mathieson. \u201cSu intenci\u00f3n es clara para todos excepto para la comunidad internacional\u201d<\/em>cuyas sanciones son consideradas demasiado leves por algunos observadores, continu\u00f3.<\/p>\nLea tambi\u00e9n:<\/span> Art\u00edculo reservado para nuestros suscriptores<\/span><\/span> En Birmania, el ahorcamiento de cuatro presos pol\u00edticos provoca protestas <\/span> <\/section>\nNumerosas voces denuncian un acoso judicial motivado, seg\u00fan ellos, por consideraciones pol\u00edticas, destinado a poner en contacto y de manera definitiva a la hija del pr\u00f3cer de la independencia y gran ganador de las elecciones de 2015 y 2020. Varios de sus familiares han sido condenado a duras penas (setenta y cinco a\u00f1os de prisi\u00f3n para un exministro, veinte a\u00f1os para uno de sus colaboradores) y un exmiembro de su partido, Phyo Zeya Thaw, fue condenado a muerte y ejecutado a finales de julio.<\/p>\n
Otros se exiliaron o se escondieron. Algunos de estos funcionarios electos derrocados formaron un Gobierno de Unidad Nacional (NUG) paralelo en un esfuerzo por socavar la legitimidad de la junta. Pero no controla ning\u00fan territorio y no ha sido reconocido por ning\u00fan gobierno extranjero. Aung San Suu Kyi sigue siendo una figura muy popular en Birmania, aunque su imagen internacional se ha visto da\u00f1ada por su incapacidad para defender a la minor\u00eda musulmana rohingya, v\u00edctima de abusos por parte del ej\u00e9rcito en 2016 y 2017, una \u00abgenocidio\u00bb,<\/em> seg\u00fan Washington.<\/p>\nLa junta militar, aislada en el escenario internacional<\/h2>\n
Al enviado especial de la Asociaci\u00f3n de Naciones del Sudeste Asi\u00e1tico (ASEAN) para Birmania, con el mandato de encontrar una salida a la crisis, no se le permiti\u00f3 reunirse con Aung San Suu Kyi durante su visita m\u00e1s reciente, a fines de junio.<\/p>\n
Muchos opositores al r\u00e9gimen militar tambi\u00e9n creen que su lucha debe ir m\u00e1s all\u00e1 del Premio Nobel para tratar de acabar con el control de los generales sobre la pol\u00edtica y la econom\u00eda de Birmania. Las milicias se han levantado en armas contra la junta en varias regiones de Birmania, yendo en contra del principio de no violencia defendido por Aung San Suu Kyi.<\/p>\n
El ej\u00e9rcito en el poder defiende su plan de organizar elecciones en verano de 2023. Estados Unidos ya lo ha rechazado \u00absimulacro\u00bb<\/em> de elecciones que no pueden ser \u201cni libre ni justo en las condiciones actuales\u201d<\/em>seg\u00fan el secretario de Estado, Antony Blinken.<\/p>\nLa junta, cada vez m\u00e1s aislada en el escenario internacional, tom\u00f3 el poder por la fuerza con el pretexto de un presunto fraude en las elecciones del a\u00f1o anterior, ganadas de forma aplastante por el partido de Aung San Suu Kyi, poniendo fin a una d\u00e9cada de transici\u00f3n democr\u00e1tica. El golpe hundi\u00f3 al pa\u00eds en el caos. Casi 2.100 civiles han muerto a manos de las fuerzas de seguridad y m\u00e1s de 15.000 han sido arrestados, seg\u00fan una ONG local.<\/p>\n\n El mundo con AFP<\/span> <\/p>\n<\/section>\n <\/section>\n<\/p><\/div>\n