Foto: Christopher Anderson para la revista New York<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\nPor lo general, los dise\u00f1adores de moda se esconden antes de sus desfiles. Pero un lunes por la noche de abril, Maria Grazia Chiuri se cuela casualmente por el vest\u00edbulo del Museo de Brooklyn y sale con dos colegas con trajes negros de gran tama\u00f1o a juego para tomar un breve descanso para fumar. (Es su \u00fanico ritual previo al desfile, dice m\u00e1s tarde, ri\u00e9ndose, \u201cpero, sinceramente, me gustar\u00eda parar\u201d). La discreta italiana no da el aire de alguien con uno de los trabajos m\u00e1s prestigiosos de la moda. Como directora creativa de las colecciones de ropa femenina de Dior, es una de las pocas mujeres que se sienta al frente de una marca de lujo, y mucho menos de una de las m\u00e1s grandes del mundo. Y, en aproximadamente una hora, mostrar\u00e1 su pre-ca\u00edda a 1.000 espectadores ansiosos.<\/p>\n
Despu\u00e9s de ocho a\u00f1os con Dior, y 17 antes con Valentino, Chiuri ya no se pone nerviosa antes de sus desfiles. \u201cPor supuesto que hay emoci\u00f3n\u201d, dice, \u201cpero al mismo tiempo hay que controlarla\u201d.<\/p>\n
El Museo de Brooklyn es uno de los lugares favoritos de Chiuri en la ciudad. Al crecer en Roma, donde a\u00fan domina el legado de los viejos maestros, rara vez vio el trabajo de artistas femeninas. Pero aqu\u00ed, la casa de Judy Chicago La cena<\/em>,<\/em> \u201cFue la primera vez que encontr\u00e9 una instituci\u00f3n p\u00fablica con un espacio dedicado al arte feminista\u201d, afirma.<\/p>\nPara llevar a cabo el evento, la marca de lujo francesa trajo a docenas de sus dise\u00f1adores y otros empleados desde Par\u00eds. Instalaron un campamento temporal en un espacio de oficinas en el centro de la Quinta Avenida. El papel de un director creativo de moda no es diferente al de un director de cine. En los d\u00edas previos a un desfile, Chiuri supervisa el casting de modelos y decide cu\u00e1les deben habitar los diferentes personajes que crea a trav\u00e9s de su vestimenta. Modifica el orden de los looks y experimenta con los accesorios. Un d\u00eda, se las arregla para escabullirse de la oficina solo una hora, pasa por Manhattan Vintage y compra una camiseta de Nirvana para su propio armario.<\/p>\n
La dise\u00f1adora habla frecuentemente con su alegre y parecida hija, la consultora cultural de Dior Rachele Regini, una graduada en estudios de g\u00e9nero de 28 a\u00f1os que est\u00e1 tan obsesionada con las artistas femeninas como Chiuri. El dise\u00f1ador de sonido franc\u00e9s Michel Gaubert tambi\u00e9n est\u00e1 all\u00ed para garantizar que la banda sonora cree el ambiente (en\u00e9rgico, vanguardista, femenino) y que ninguna modelo salga a la pasarela durante un descanso entre canciones. \u00c9l y Chiuri ensayan con los modelos y siguen modificando.<\/p>\n
Durante el espect\u00e1culo, Chiuri observa el monitor en vivo detr\u00e1s del escenario, buscando posibles problemas. \u201cPodr\u00eda ser que una modelo cometa un error\u201d, dice, o que vea una correa rebelde o un cuello reventado que pueda arreglarse antes de la caminata grupal final. Chiuri marca el final del espect\u00e1culo caminando hacia el centro de la Corte de Bellas Artes para hacer una reverencia y saludar mientras la artista Mickalene Thomas y la portavoz Charlize Theron aplauden. La cancha se transforma en un club nocturno oscuro, iluminado por las instalaciones de ne\u00f3n de la artista Claire Fontaine encargadas por Chiuri especialmente para la ocasi\u00f3n. Cuando Kim Gordon sube al escenario para tocar algunas canciones, la dise\u00f1adora reaparece, bailando encima de una de las plataformas para sentarse con su hija y Rosamund Pike, quien nunca se quita sus diminutas gafas de sol con forma de ojo de gato. M\u00e1s tarde, la dise\u00f1adora se dirige a la secci\u00f3n VIP, donde saluda a la directora ejecutiva de Dior, Delphine Arnault, y se hace fotos con sus amigas \u00edntimas, la fot\u00f3grafa Brigitte Lacombe y el m\u00fasico italiano Jovanotti.<\/p>\n
La tarde siguiente, Chiuri y Regini vuelan a Venecia para asistir a la Bienal durante unos d\u00edas y luego regresan a Par\u00eds. Dentro de poco m\u00e1s de un mes, Chiuri volver\u00e1 a hacerlo, pero en un castillo de Escocia, donde Dior presentar\u00e1 su colecci\u00f3n crucero. Para Chiuri, los desfiles son una forma de arte esc\u00e9nico, aunque sea una forma muy breve. \u00abTrabajas durante muchos meses durante diez minutos\u00bb, dice. \u201cPorque en diez minutos hay que enviar un mensaje\u201d.<\/p>\n