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La \u00f3pera de Olivier Messiaen sobre Francisco de As\u00eds dura casi seis horas. La obra convierte al p\u00fablico en una comunidad y exige identificaci\u00f3n con lo sagrado. Eso resulta demasiado para algunas personas. Sin embargo, la pieza en la \u00d3pera de Ginebra es un triunfo.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n\n <\/div>
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All\u00ed arriba se puede ver con mayor claridad: Francisco de As\u00eds (Robin Adams) pronuncia su famoso serm\u00f3n sobre los p\u00e1jaros en la \u00d3pera de Ginebra desde lo alto.<\/h2>\n Carole Parodi<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\nEl punto m\u00e1s bajo se alcanza entre las cuatro y cinco horas. Le duele la espalda y otras partes del cuerpo, el cerebro env\u00eda desde hace mucho tiempo impulsos cada vez m\u00e1s fuertes para escapar. Algunos ya han huido, pero la mayor\u00eda de los visitantes de la \u00d3pera de Ginebra aguantan hasta el final, alrededor de medianoche, muchos entusiasmados, otros perdidos en un feliz sue\u00f1o.<\/p>\n
Quien se queda hace lo correcto de cualquier manera, porque en alg\u00fan momento de la quinta hora sucede algo maravilloso: el h\u00e9roe en el escenario, con quien hemos pasado por altibajos durante lo que parece una eternidad, recibe los estigmas de Jes\u00fas. En el cruce; El camino de su vida, enteramente dedicado al seguimiento de Cristo, est\u00e1 llegando a su fin. Todo se vuelve ligero y f\u00e1cil, muere. Pero los coros celestiales cantan sobre la resurrecci\u00f3n, y la m\u00fasica brilla y se regocija, como si quisiera abrazar al mundo entero con su j\u00fabilo. <\/p>\n
Te sientes abrazado, tal vez incluso animado, o al menos completamente conmovido. \u201cSaint Fran\u00e7ois d’Assise\u201d de Olivier Messiaen es todo en uno: retiro y ejercicio penitencial, servicio religioso que incluye serm\u00f3n, meditaci\u00f3n y oraci\u00f3n. S\u00f3lo hay una cosa que esta gigantesca obra de casi seis horas de duraci\u00f3n no es ciertamente: una \u00f3pera convencional. Esto se puede sentir ahora tambi\u00e9n en el Gran Teatro de Ginebra, que se ha atrevido a realizar una serie de cuatro representaciones de \u201cSaint Fran\u00e7ois d’Assise\u201d.<\/p>\n
Viaje espiritual<\/span><\/h2>\nEn lugar de una trama pintoresca, Messiaen cuenta la antigua leyenda de Francisco de As\u00eds en su \u00fanica obra esc\u00e9nica. En lugar de arias y cantos, se oyen sobre todo declamaciones solemnes y mucho silencio elocuente: todo lo esencial sucede de forma invisible en una m\u00fasica que no es la m\u00fasica de \u00f3pera tradicional. Hay que involucrarse en esta pieza extrema, que, a pesar o quiz\u00e1s por todas sus exigencias irrazonables, es una de las cosas m\u00e1s importantes que ha producido el teatro musical en el siglo XX.<\/p>\n\n <\/div>
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Francisco de As\u00eds (Robin Adams) se encuentra con un \u00e1ngel (Claire de S\u00e9vign\u00e9) en su lecho de muerte.<\/h2>\n Carole Parodi<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\nLa obra, que se estren\u00f3 en Par\u00eds en 1983, cuenta con los mejores abogados en Jonathan Nott y la Orchestre de la Suisse Romande. Messiaen, que como sinest\u00e9sico dec\u00eda percibir los sonidos como colores, lo puso todo en esta partitura: su armon\u00eda completamente independiente, por la que es inmediatamente reconocible, un caso raro en la m\u00fasica contempor\u00e1nea; su entusiasmo por el canto de los p\u00e1jaros, que traduc\u00eda meticulosamente, no s\u00f3lo onomatop\u00e9yicamente, en sonidos; Por \u00faltimo, pero no menos importante, su piedad, que desaf\u00eda todos los shocks de la modernidad. El profundamente devoto cat\u00f3lico Messiaen estaba as\u00ed en desacuerdo con los acontecimientos de su tiempo y especialmente del nuestro. La obra de este gran vanguardista y precursor de la nueva m\u00fasica no parece ni por un momento atr\u00e1s.<\/p>\n
La paradoja sigue siendo su fascinaci\u00f3n duradera hoy en d\u00eda, y Nott y sus amigos logran transmitirla de una manera poderosa. La enorme orquesta y el coro a\u00fan mayor est\u00e1n situados al fondo del escenario: todo lo visual surge, por as\u00ed decirlo, de los sugerentes sonidos. Porque esta anti\u00f3pera no quiere simplemente rastrear la vida m\u00e1s o menos conocida de Francisco de As\u00eds. M\u00e1s bien, quiere acompa\u00f1ar ac\u00fasticamente a los oyentes en el viaje espiritual que recorri\u00f3 el santo durante su vida asc\u00e9tica.<\/p>\n
Ascetismo es aqu\u00ed la palabra clave: quien emprende este viaje como espectador debe tambi\u00e9n sufrir un poco en sus luchas y en su b\u00fasqueda de Dios, de manera muy concreta, en el sentido f\u00edsico, como se describe al principio. La extensi\u00f3n exorbitante es parte de la estrategia de la obra, que lucha con las verdades religiosas palabra por palabra, escena por escena, en lugar de proclamarlas afirmativamente. Los procesos altamente ritualizados crean con el tiempo un est\u00edmulo narc\u00f3tico que en realidad te cautiva o te hace huir, como hacen algunos visitantes de Ginebra durante las dos pausas.<\/p>\n