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Sobre un sentimiento subestimado. Un ensayo<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n\n <\/div>
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Hoy eres el arquitecto de tu propia felicidad. Deber\u00edan haber construido su casa en otro lugar.<\/h2>\n Bettman\/Getty<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\nEn alg\u00fan momento del siglo XXI, olvidamos que la felicidad no es un estado. Todo el mundo se esfuerza inquebrantablemente por tener una vida feliz. No haces esto para regocijarte por un momento de euforia, sino para estar permanentemente feliz.<\/p>\n
Es la b\u00fasqueda de una vida que no conoce estaciones. Cuando los sentimientos ya no oscilan hacia arriba y hacia abajo, los d\u00edas se vuelven uniformes y aburridos. Si la felicidad se solidifica en un estado, existe la amenaza de una satisfacci\u00f3n mediocridad. Pero la felicidad es brillante, ruidosa, ardiente, nerviosa, peligrosa y breve.<\/p>\n
No se puede pensar en esta felicidad sin infelicidad. La infelicidad es la otra cara de la felicidad.<\/p>\n
En las promesas actuales de felicidad, la desesperaci\u00f3n, la tristeza, el dolor, el vac\u00edo y el vicio ya no aparecen o a lo sumo aparecen como sentimientos que hay que superar. La oscuridad y la depresi\u00f3n s\u00f3lo rodean a los perdedores. Esta idea estimula la b\u00fasqueda de la felicidad. <\/p>\n
Se anuncian muchas cosas que te hacen feliz. Toda una industria de la felicidad y un sector de consultor\u00eda aportan constantemente nuevas ideas con el apoyo de los medios. Puedes ser feliz mediante el yoga, una dieta libre de carbohidratos, una casa ordenada, la jardiner\u00eda, una aventura o, como dec\u00eda recientemente el peri\u00f3dico, haciendo la cama por la ma\u00f1ana (\u201cLa felicidad es una cuesti\u00f3n de estilo\u201d).<\/p>\n
En las librer\u00edas, los libros se alinean a la entrada con t\u00edtulos como \u201cSer feliz es f\u00e1cil\u201d, \u201cMisi\u00f3n: Ser feliz\u201d, \u201cLos 7 secretos de un matrimonio feliz\u201d, \u201cLa f\u00f3rmula de la felicidad\u201d y \u201c Feliz jubilaci\u00f3n: c\u00f3mo hacerlo\u201d.<\/p>\n
La felicidad como cuesti\u00f3n de elecci\u00f3n<\/span><\/h2>\nDe vez en cuando, se idealiza una forma de vida de un pa\u00eds que ocupa los primeros puestos del \u201cInforme Mundial sobre la Felicidad\u201d anual. Haz lo que hacen los daneses, dicen, \u00a1a\u00f1ade m\u00e1s higiene a tu vida diaria! \u201cHygge\u201d significa \u201cbienestar\u201d, y supuestamente esto se puede aumentar caminando mucho, leyendo un libro, invitando a amigos a cenar o encendiendo velas.<\/p>\n
El consejo es tan banal como que definir la felicidad es dif\u00edcil y medirla de todos modos. Pero ya no se ven caras felices en nuestras calles, lo que justificar\u00eda el dictado de la felicidad. Todo lo contrario: la gente parece empeorar cada vez m\u00e1s y los psicoterapeutas est\u00e1n ocupados.<\/p>\n
Ambos est\u00e1n conectados. El discurso generalizado sobre c\u00f3mo ser feliz aumenta la presi\u00f3n para ser feliz. Lo que se necesita ahora es el individuo; \u00e9l es el arquitecto de su propia felicidad. La felicidad se convierte en una cuesti\u00f3n de elecci\u00f3n. Lo tienes en tus propias manos si te sientes bien o mal. Si no lo logras, es tu propia culpa. Realmente no se esforz\u00f3 mucho. Y se vuelve infeliz.<\/p>\n
Pero tambi\u00e9n ha aumentado la demanda de vivir bajo un cielo despejado. La b\u00fasqueda de un sentimiento de bienestar s\u00f3lo puede crecer en prosperidad y paz. Quienes luchan por sobrevivir no piensan en c\u00f3mo se sienten ni en c\u00f3mo pueden optimizar su vida cotidiana para ser m\u00e1s saludables, tranquilos y felices. No tiene los recursos psicol\u00f3gicos para hacerlo, como se dice hoy.<\/p>\n
En las sociedades occidentales hartas, por otro lado, nos irritamos cuando algo no sale como queremos, cuando alguien o algo desaf\u00eda nuestra felicidad.<\/p>\n
Se han olvidado las palabras de Sigmund Freud, quien dijo: \u201cLa intenci\u00f3n de que el hombre sea feliz no est\u00e1 incluida en el plan de la creaci\u00f3n\u201d. La psicolog\u00eda de la felicidad, con su creencia en la variabilidad de las personas, ha desplazado al anciano barbudo y su m\u00e9todo psicoanal\u00edtico. La psicolog\u00eda positiva popular ya no quiere examinar el sufrimiento, sino que se centra en lo positivo.<\/p>\n
Las personas pueden cambiar para mejor, as\u00ed lo prometen sus representantes, que se encuentran principalmente en la floreciente industria del coaching. Ya no piensa en lo que le pesa y lo deprime, sino que se centra en sus puntos fuertes. <\/p>\n
Nosotros sombra de los boxeadores<\/span><\/h2>\nEsto es f\u00e1cil de decir, pero mucho m\u00e1s dif\u00edcil de hacer. Ni siquiera se ha aclarado la cuesti\u00f3n de si ser\u00edamos capaces de soportarlo si la felicidad fuera un estado. O si no quieres volver a sabotear tu felicidad por puro aburrimiento.<\/p>\n
Si colmasas de felicidad a una persona y \u00e9sta se hund\u00eda hasta las orejas en ella, s\u00f3lo saldr\u00edan burbujas, dice Fi\u00f3dor Dostoievski, que ha estudiado a fondo la desgracia. En alg\u00fan momento, seg\u00fan Dostoievski, la persona tan favorecida puso en riesgo dinero, amor, tiempo libre y sexo en abundancia \u201cpara a\u00f1adir su propio elemento fant\u00e1stico y desastroso a toda esta racionalidad positiva\u201d.<\/p>\n
El afortunado siempre encontrar\u00e1 una raz\u00f3n para escapar del infierno de la suerte. \u00bfC\u00f3mo me merec\u00eda eso? \u00bfNo hay un error? Podr\u00eda torturarse a s\u00ed mismo con esos pensamientos.<\/p>\n
El fil\u00f3sofo Paul Watzlawick considera que la afirmaci\u00f3n de Dostoievski confirma la sabidur\u00eda popular de que nada es m\u00e1s dif\u00edcil de soportar que una serie de d\u00edas buenos. Con su libro \u201cInstrucciones para la infelicidad\u201d, Watzlawick expuso la literatura sobre recetas para la felicidad. Watzlawick tambi\u00e9n dice que las personas no nacen para ser felices. Porque se est\u00e1 poniendo en su propio camino.<\/p>\n
Muchos ganadores de loter\u00eda lo confirmar\u00edan. Despu\u00e9s de una fase de euforia, todo aquello con lo que luchas te alcanza, seg\u00fan muestran los estudios. No puedes deshacerte de tu personalidad como de un abrigo viejo.<\/p>\n
El consuelo de Amy Winehouse<\/span><\/h2>\nPor supuesto, sin desgracia no habr\u00eda gran literatura mundial ni pel\u00edculas que se recuerden. La felicidad pura no da buenas historias; estas novelas se cierran despu\u00e9s de veinte p\u00e1ginas o se sale corriendo del cine si no se ha dormido antes.<\/p>\n
El arte necesita la cat\u00e1strofe y el crimen para tocarnos y perturbarnos. \u201cAnna Karenina\u201d, \u201cWerther\u201d, \u201cTitanic\u201d, \u201cHappiness\u201d… por supuesto, en la pel\u00edcula de Todd Solondz toda una familia mira hacia su propio abismo. En m\u00fasica, la diferencia entre Amy Winehouse y Helene Fischer lo dice todo.<\/p>\n
Obtienes consuelo de las desgracias de otras personas. \u00a1Afortunadamente, otros tambi\u00e9n sienten lo mismo! La gente tambi\u00e9n imagina que las personas infelices son una compa\u00f1\u00eda m\u00e1s estimulante que las personas felices. El inter\u00e9s se desvanece mucho m\u00e1s r\u00e1pidamente en las personas que sonr\u00eden felizmente. Se sospecha que tienen muy poca imaginaci\u00f3n o no est\u00e1n suficientemente informados. \u00bfC\u00f3mo puedes estar siempre de tan buen humor?<\/p>\n
S\u00f3lo la persona pensante se pone en peligro. Pensar significa perder terreno, dijo el fil\u00f3sofo rumano Emil Cioran, quien escribi\u00f3 libros con t\u00edtulos como \u201cEn las cimas de la desesperaci\u00f3n\u201d. En \u00e9l describe la huida del pensamiento hacia los abismos. Lo sigues voluntariamente de arriba a abajo.<\/p>\n
A Cioran le gustaba quedarse en el cementerio del pueblo, donde se tumbaba entre las tumbas, fumaba y dejaba pasar las horas en lugar de llenarlas y distraerse de la infelicidad. <\/p>\n