{"id":1122547,"date":"2024-05-09T16:03:46","date_gmt":"2024-05-09T16:03:46","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/oh-no-creo-que-quiero-un-ipad-pro-ahora\/"},"modified":"2024-05-09T16:03:50","modified_gmt":"2024-05-09T16:03:50","slug":"oh-no-creo-que-quiero-un-ipad-pro-ahora","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/oh-no-creo-que-quiero-un-ipad-pro-ahora\/","title":{"rendered":"Oh no, creo que quiero un iPad Pro ahora"},"content":{"rendered":"
\n<\/p>\n
El iPad Pro siempre me ha parecido un dispositivo desconcertante. Es significativamente m\u00e1s caro que el (\u00a1muy capaz!) iPad y iPad Air. iPadOS todav\u00eda no es un gran entorno para realizar m\u00faltiples tareas. Y Apple a\u00fan no ha justificado exactamente por qu\u00e9 querr\u00edas una tableta superpoderosa (\u00a1las versiones simplificadas de Final Cut Pro y Audition no son suficientes!). Si est\u00e1s tratando de hacer un trabajo serio, es mejor que compres una MacBook Pro de \u00faltima generaci\u00f3n ligeramente usada, en lugar de desembolsar $1,000 o m\u00e1s en una tableta mejorada.<\/p>\n
Y, sin embargo, algo sobre los iPad Pros de este a\u00f1o me obliga.<\/p>\n