\n
C\u00f3mo lo hago<\/h2>\n \n
Las mujeres exitosas hablan sobre c\u00f3mo administrar sus carreras y sus vidas.\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/aside><\/div>\n
\n Foto-Ilustraci\u00f3n: de The Cut; Foto de : Jesse Dittmar<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\nRO Kwon<\/em> Es una escritora que se toma su tiempo. La autora escribi\u00f3 su debut m\u00e1s vendido en 2018, <\/em>Los incendiarios \u2013 una inquietante novela universitaria sobre una estudiante popular atra\u00edda por una secta fundamentalista, el becario consciente que la a\u00f1ora y el enigm\u00e1tico l\u00edder de la secta, a lo largo de una d\u00e9cada. Es una historia oscura y seductora de obsesi\u00f3n y servidumbre, para la cual Kwon se bas\u00f3 en su propia educaci\u00f3n evang\u00e9lica y su p\u00e9rdida de fe a los 17 a\u00f1os. Pas\u00f3 los primeros dos a\u00f1os de escritura estancada en las mismas l\u00edneas, preocup\u00e1ndose por ajustes microsc\u00f3picos en letras y s\u00edlabas. \u201cEncuentro que empezar a escribir por un d\u00eda es generalmente una experiencia muy dif\u00edcil y aterradora\u201d, admite. \u201cAl d\u00eda siguiente ver\u00e9 lo que me pareci\u00f3 fant\u00e1stico el d\u00eda anterior y dir\u00e9: ‘Oh, Dios, rehag\u00e1moslo todo’\u201d. El esfuerzo vali\u00f3 la pena: <\/em>Los incendiarios se convirti\u00f3 en finalista del premio del C\u00edrculo Nacional de Cr\u00edticos de Libros al Mejor Primer Libro y se encuentra en medio de <\/em>siendo adaptado<\/em> en un programa de televisi\u00f3n.<\/em><\/p>\nDesde entonces, Kwon ha coeditado <\/em>Pliegue, una antolog\u00eda de 2021 de cuentos sobre sexo, poder y lujuria, con el novelista Garth Greenwell. Ocasionalmente escribe no ficci\u00f3n y sus ensayos aparecen en el New York Times. <\/em>Veces, <\/em>El guardi\u00e1n, <\/em>La revisi\u00f3n de Par\u00edsy m\u00e1s, y publica anualmente <\/em>recomendaciones<\/em> de libros anticipados de escritores de color. Tambi\u00e9n ense\u00f1a a tiempo parcial y recientemente termin\u00f3 un per\u00edodo como escritora visitante en Stanford.<\/em><\/p>\nAhora Kwon se est\u00e1 preparando para lanzar su segunda novela, <\/em>Anexo, el 21 de mayo. Sigue un romance cargado entre dos mujeres coreano-estadounidenses, un fot\u00f3grafo perseguido por un esp\u00edritu ancestral y una bailarina de clase mundial herida. Escribir tan abiertamente sobre el deseo queer entre personajes que tienen identidades similares a ella result\u00f3 ser un desaf\u00edo: \u00abMe parece muy peligroso dar la m\u00e1s m\u00ednima pista en p\u00fablico de que alguna vez he tenido relaciones sexuales\u00bb, dice Kwon. \u00abSoy muy consciente de que mucha gente interpretar\u00e1 el libro como una autobiograf\u00eda apenas velada\u00bb. Aunque Kwon aprendi\u00f3 a poner m\u00e1s barreras en su pr\u00e1ctica creativa, al final, <\/em>Anexo todav\u00eda tard\u00f3 nueve a\u00f1os en completarse; espera que su pr\u00f3ximo libro sea m\u00e1s manejable. \u201cMe gustar\u00eda mucho que esto durara seis a\u00f1os\u201d, se r\u00ede. \u00abPero veremos qu\u00e9 pasa\u00bb. Kwon vive en San Francisco con su marido; as\u00ed es como lo hace.<\/em><\/p>\nSobre su rutina matutina \u201calgo met\u00e1lica\u201d: <\/strong> Soy muy noct\u00e1mbulo. Mi horario ideal implica irme a dormir cerca del amanecer, como a las 6 o 7 am, y luego despertarme alrededor del mediod\u00eda. Tengo una rutina matutina un tanto met\u00e1lica. Tomo la mitad de una pastilla de cafe\u00edna y luego mantengo mi computadora port\u00e1til cerca de mi cama, as\u00ed que simplemente me doy la vuelta, la agarro y espero a que la cafe\u00edna haga efecto. Escucho m\u00fasica que solo escucho cuando escribo. (algo de pop contempor\u00e1neo, algo de m\u00fasica cl\u00e1sica) hasta tal punto que un amigo iba a cantar una de mis canciones en el karaoke y yo simplemente le dije: \u00abTe amo, pero voy a salir de la habitaci\u00f3n\u00bb. Me gusta la m\u00fasica del Renacimiento tard\u00edo. Le tengo cari\u00f1o al compositor italiano Giovanni Pierluigi da Palestrina porque crec\u00ed muy religioso.<\/p>\nA veces empiezo leyendo poes\u00eda o parte de un libro. \u00bfSabes c\u00f3mo los cantantes a capella comienzan con alguien que marca el tono? Se siente as\u00ed, devolvi\u00e9ndome a lo que estaba haciendo el d\u00eda anterior. Cuanto m\u00e1s r\u00e1pido pueda pasar del estado de sue\u00f1o al estado de escritura, mejor estar\u00e9. Si estoy comiendo, ya empiezo a distraerme. No hago caf\u00e9 hasta m\u00e1s tarde. Intento ni siquiera levantarme de la cama hasta haber escrito al menos un poquito.<\/p>\n
Sobre sus rituales de escritura: <\/strong> Adem\u00e1s de la m\u00fasica, tengo un chal para escribir que s\u00f3lo uso cuando trabajo en ficci\u00f3n. Cuando el chal est\u00e9 sobre m\u00ed, no har\u00e9 nada m\u00e1s. Tambi\u00e9n tengo una taza dedicada \u00fanicamente a la escritura de ficci\u00f3n. Utilizo una iluminaci\u00f3n particular. Mucho de esto est\u00e1 influenciado por mi querida amiga, Ingrid Rojas Contreras, quien escribi\u00f3 un art\u00edculo en el New York Times. Veces<\/em> sobre sus propios rituales de escritura. Antes casi no ten\u00eda autocontrol. Pero ahora que tengo estas pr\u00e1cticas en pr\u00e1ctica, instintivamente no estoy dispuesto a mancillar mi espacio sagrado. Adem\u00e1s, quiero aclarar que escribir no es simplemente sentarse en el escritorio escribiendo. Cuento leer, mirar fijamente y estirarme como tiempo para escribir.<\/p>\nSobre los placeres del levantamiento de pesas:<\/strong> La forma en que me tomo un descanso suele ser leyendo y tal vez mire una pel\u00edcula o un programa de televisi\u00f3n. He pensado en c\u00f3mo cada tipo de descanso que tomo est\u00e1 relacionado con la escritura. El levantamiento de pesas es la \u00fanica excepci\u00f3n. Cuando estoy levantando algo, porque es un poco peligroso, estoy hiperconcentrado en lo que estoy haciendo. Me encantaba escalar; Sigo escalando, concretamente b\u00falder. Cuando est\u00e1s contra una pared y colgando de dos dedos de las manos y parte de un pie, es muy dif\u00edcil pensar en otra cosa. Pero me torc\u00ed el tobillo tres veces y la \u00faltima vez estuve fuera de servicio durante unos cinco meses. Entonces, en 2020, un amigo m\u00edo me dijo: \u00abCreo que te gustar\u00e1 levantar pesas\u00bb. Segu\u00ed su sugerencia y r\u00e1pidamente me encant\u00f3.<\/p>\nEn su camino para convertirse en autora:<\/strong> Me especialic\u00e9 en econom\u00eda en la universidad, lo cual fue un error gigantesco. Todav\u00eda tengo pesadillas sobre las clases que tom\u00e9. Mis padres han tenido muchos problemas econ\u00f3micos y yo no pod\u00eda imaginar c\u00f3mo ser\u00eda ser un artista asi\u00e1tico en Estados Unidos. Durante un a\u00f1o intent\u00e9 hacer otra cosa. Trabajaba 90 horas a la semana como consultor. Me llen\u00f3 de pena estar lejos de las palabras. En cierto modo, eso fue realmente esclarecedor. Recuerdo que estaba hablando con mi madre por tel\u00e9fono y ella me dijo: \u201c\u00bfPor qu\u00e9 no te postulas para la escuela de posgrado? Eso te dar\u00eda algo de tiempo para escribir\u201d. Estaba parado en el pasillo de sopas del supermercado, y esto es casi cursi cinematogr\u00e1fico, pero el mundo pas\u00f3 de la escala de grises al color. Entonces fui al Brooklyn College y fue entonces cuando comenc\u00e9 a trabajar en Los Incendiarios. <\/em><\/p>\nSobre c\u00f3mo hacer que sus trabajos paralelos le sirvan para escribir:<\/strong> Priorizo \u200b\u200btrabajos que me permitan volver a casa y tener un horario flexible. Despu\u00e9s de graduarme, hice muchas correcciones. A menudo, cuando ten\u00eda insomnio, que era la mayor parte del tiempo, me propuse postularme a todo lo que pod\u00eda, incluidas becas. Tuve como dos a\u00f1os distintos en los que una beca realmente me ayud\u00f3 a cubrir la mayor parte de mis costos. Quiero promocionar una llamada Fundaci\u00f3n Elizabeth George, que est\u00e1 dirigida espec\u00edficamente a personas que a\u00fan no han escrito un libro.<\/p>\nDoy clases en el \u00faltimo momento posible. Gran parte de mi vida la dedico por cuenta propia, por lo que no voy a la oficina de lunes a viernes. A menudo, cuando tengo reuniones a las 9 a.m. a esta hora, me acerco a ellas desde el otro lado y me quedo despierto hasta esa hora.<\/p>\n
Sobre c\u00f3mo superar el bloqueo del escritor:<\/strong> Lo que ayuda m\u00e1s que nada es recurrir al trabajo de otras personas. Mientras leo, observo al final del libro las p\u00e1ginas donde subray\u00e9 algo. Al final escribo las palabras. As\u00ed que tengo dos documentos enormes (parecen tesoros escondidos) que contienen algunas de las l\u00edneas y pasajes m\u00e1s resonantes de todo lo que he le\u00eddo. Contin\u00fao con el documento hasta que se hace tan largo que tiene problemas para guardarlo. Luego paso a un nuevo documento y hago lo mismo. Hasta ahora ha sido cierto que, si recurro a estas l\u00edneas, pueden despertarme pensamientos que pueden sacarme de este estancamiento.<\/p>\nSobre saber cu\u00e1ndo termin\u00f3:<\/strong> Con ambas novelas hasta ahora, me parece que he terminado cuando puedo abrir el libro en cualquier p\u00e1gina al azar y leer tres oraciones y no querer cambiar nada. Esa es mi prueba para elegir lo que quiero leer por razones personales (si tiene un lenguaje que me resulte interesante) y me di cuenta de que esa tambi\u00e9n tiene que ser la prueba para saber c\u00f3mo escribo.<\/p>\nSobre seguir escribiendo incluso cuando duda de s\u00ed misma: <\/strong> Con Anexo, <\/em>No fue hasta quiz\u00e1s cuatro o cinco a\u00f1os despu\u00e9s que pens\u00e9 que finalmente parec\u00eda algo parecido a una novela. Me dije a m\u00ed mismo casi todos los d\u00edas que no iba a dejar que nadie lo leyera, a veces en voz alta. Esa mentira fue muy \u00fatil y claramente se est\u00e1 desmoronando dram\u00e1ticamente a d\u00edas de su publicaci\u00f3n. Con ambos libros, hubo momentos en los que pens\u00e9: \u201cDios m\u00edo, esto simplemente no est\u00e1 funcionando. \u00bfQu\u00e9 estoy haciendo? \u00bfPor qu\u00e9 no me hice dermat\u00f3logo? Pero sigo pensando en una versi\u00f3n m\u00eda de 17 a\u00f1os que era una \u00e1vida lectora y se sent\u00eda desesperadamente sola de varias maneras. Pienso en el compa\u00f1erismo que los libros pueden brindar: en varios momentos de mi vida, realmente me han salvado la vida. Con Anexo, <\/em>Confiaba en el miedo como se\u00f1al gu\u00eda para lo que quer\u00eda escribir. Y segu\u00ed avanzando, tratando de escribir lo que me aterrorizaba escribir. Me ayuda recordar lo que estoy haciendo y por qu\u00e9 vale la pena dedicar tantas horas, ataques de p\u00e1nico y pastillas de cafe\u00edna.<\/p>\n\n\n
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