{"id":1142240,"date":"2024-05-24T23:22:51","date_gmt":"2024-05-24T23:22:51","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/sobre-la-muerte-del-escritor-walter-kappacher-empezo-como-mecanico-de-motocicletas-pero-tambien-se-apasionaba-por-shakespeare-y-goethe\/"},"modified":"2024-05-24T23:22:54","modified_gmt":"2024-05-24T23:22:54","slug":"sobre-la-muerte-del-escritor-walter-kappacher-empezo-como-mecanico-de-motocicletas-pero-tambien-se-apasionaba-por-shakespeare-y-goethe","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/sobre-la-muerte-del-escritor-walter-kappacher-empezo-como-mecanico-de-motocicletas-pero-tambien-se-apasionaba-por-shakespeare-y-goethe\/","title":{"rendered":"Sobre la muerte del escritor Walter Kappacher: Empez\u00f3 como mec\u00e1nico de motocicletas, pero tambi\u00e9n se apasionaba por Shakespeare y Goethe."},"content":{"rendered":"


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Era un autodidacta y, por tanto, un ajeno a la literatura. El reconocimiento fue a\u00fan mayor cuando Walter Kappacher recibi\u00f3 en 2009 el Premio B\u00fcchner.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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El escritor austriaco Walter Kappacher en una grabaci\u00f3n de 2007.<\/h2>\n

Peter Peitsch \/ Peitschphoto.com<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

Martin Walser escribi\u00f3 un poema sobre el escritor austriaco Walter Kappacher: \u201cIncluso cuando habla, \/ parece alguien \/ que calla\u201d. Era dif\u00edcil pasar por alto el hecho de que era una persona tranquila, y este topos de percepci\u00f3n p\u00fablica no ha cambiado mucho incluso despu\u00e9s de que le concedieran el Premio B\u00fcchner en 2009. Kappacher fue un escritor desde la \u00e9poca de su primer patrocinador Walser en adelante.<\/p>\n

Esta literatura habr\u00eda sido muy f\u00e1cil de llevar a la gente. Walter Kappacher empez\u00f3 a escribir en los a\u00f1os 70 y public\u00f3 sus primeros cuentos, que entonces podr\u00edan haberse comercializado bajo el t\u00edtulo \u201cliteratura del mundo del trabajo\u201d. Eran historias de trabajadores y trabajadores en las que lat\u00eda el coraz\u00f3n de un realismo que, sin embargo, no quer\u00eda afirmar un mundo objetivable. Kappacher ha inventado personajes sensibles a los que no les result\u00f3 f\u00e1cil adaptarse a las rutinas del mundo. Eran idiosincr\u00e1sicos en un sentido que ten\u00eda mucho que ver con el arte.<\/p>\n

De la vida interior humana<\/span><\/h2>\n

Aunque las primeras historias y novelas trataran sobre cilindros, bielas o pares de torsi\u00f3n, su descripci\u00f3n podr\u00eda convertirse en una obra de arte, pero detr\u00e1s de ellos los personajes principales siempre fueron personas aut\u00e9nticas. Fueron iluminados emp\u00e1ticamente, aunque esto s\u00f3lo aclarara a\u00fan m\u00e1s las sombras de su naturaleza. \u00c9sa fue tambi\u00e9n una caracter\u00edstica de esta gran y distintiva literatura.<\/p>\n

Si esto existe en la literatura, entonces Walter Kappacher fue un autodidacta. Un outsider con material de la vida interior humana. Kappacher, que naci\u00f3 en Salzburgo en 1938, ha reunido lo que constituye esta vida y lo que constituye el arte en una obra muy sensible y ling\u00fc\u00edsticamente precisa. Como mec\u00e1nico de motocicletas, este \u00faltimo escritor empez\u00f3 a entusiasmarse con el \u201cWilhelm Meister\u201d de Shakespeare y Goethe.<\/p>\n

Para Kappacher, las grandes preguntas no se hicieron m\u00e1s peque\u00f1as porque las plante\u00f3 de nuevo en un entorno o paisaje social. Cuando se trata de ambos, pocos escritores han sido tan variados. Estaba la novela \u00abFlechas de plata\u00bb, que trataba sobre las carreras de autos y la era nazi. Estaba la novela \u00abEl palacio de las moscas\u00bb, que muestra al escritor Hugo von Hofmannsthal en los \u00faltimos meses de su vida en el balneario de Bad Fusch, y la novela toscana \u00abSelina o la otra vida\u00bb.<\/p>\n

En \u201cTierra de piedras rojas\u201d, Kappacher ha inmortalizado a un m\u00e9dico jubilado que, en las cortas distancias de su soledad austriaca, recuerda una aventura lejana: un viaje al suroeste de Am\u00e9rica, a los grandes ca\u00f1ones. Escritores, m\u00e9dicos y profesores fueron los personajes de Walter Kappacher, pero tambi\u00e9n estuvieron siempre cerca de \u00e9l. Lo m\u00e1s parecido probablemente sea la novela autobiogr\u00e1fica \u201cUn aficionado\u201d, que trata sobre un hombre que tiene mucho detr\u00e1s: taller, actuaci\u00f3n, agencia de viajes.<\/p>\n

Convirti\u00f3 la duda en esperanza<\/span><\/h2>\n

La escritura de Walter Kappacher fue siempre autobiogr\u00e1fica. Era impensable para un autor que, por el contrario, tambi\u00e9n ve\u00eda la literatura en su vida, que su propia vida no se reflejara en la literatura. Los momentos epif\u00e1nicos, los momentos en los que los juncos muy reales o las piedras del paisaje pod\u00edan leerse como una gram\u00e1tica de orden superior. Como signo de puntuaci\u00f3n de la creaci\u00f3n.<\/p>\n

Esto qued\u00f3 m\u00e1s claro en la novela de Kappacher \u00abSelina o la otra vida\u00bb, en la que el narrador en primera persona pasa unas semanas en una desolada casa de piedra en la Toscana. El paisaje se describe con precisi\u00f3n, las estrellas en el firmamento se registran, hasta que la precisi\u00f3n se convierte en eudaimonia.<\/p>\n

Cuando las personas alcanzan los l\u00edmites de lo que pueden ver y ver, se les abren dimensiones que alguien como Jean Paul ya hab\u00eda imaginado en la literatura antes de Kappacher. El escritor austriaco dudaba, pero, a diferencia de muchos de sus compatriotas escritores, no convirti\u00f3 la duda en una ret\u00f3rica de ira, sino m\u00e1s bien de esperanza. El 24 de mayo falleci\u00f3 Walter Kappacher en Salzburgo a la edad de 85 a\u00f1os.<\/p>\n

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