{"id":1143211,"date":"2024-05-25T18:57:46","date_gmt":"2024-05-25T18:57:46","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/michael-cieply-hollywood-todavia-puede-charlar-pero-no-en-patricks-roadhouse\/"},"modified":"2024-05-25T18:57:49","modified_gmt":"2024-05-25T18:57:49","slug":"michael-cieply-hollywood-todavia-puede-charlar-pero-no-en-patricks-roadhouse","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/michael-cieply-hollywood-todavia-puede-charlar-pero-no-en-patricks-roadhouse\/","title":{"rendered":"Michael Cieply: Hollywood todav\u00eda puede charlar, pero no en Patrick’s Roadhouse"},"content":{"rendered":"


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\tHasta el viernes, Patrick’s Roadhouse todav\u00eda estaba cerrado. En el interior hab\u00eda platos y jarras apilados. La cafetera antigua parec\u00eda lista para funcionar, e incluso hab\u00eda algunas luces verdes brillantes brillando a lo largo del techo. Pero el lugar parec\u00eda una versi\u00f3n radiactiva de la Cocina Espa\u00f1ola, congelada en el tiempo, adem\u00e1s de dinosaurios, duendes y la Estatua de la Libertad encima.<\/p>\n

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\tDe todos modos, el aviso de desalojo pegado entre las pegatinas y los tr\u00e9boles contaba la historia: desde finales de abril desapareci\u00f3 otra parada en el antiguo circuito de charlas de Hollywood, y seguir\u00e1 as\u00ed a menos que el propietario pueda pagar el alquiler atrasado y renegociar el contrato de arrendamiento de un restaurante que est\u00e1 marc\u00f3 el final costero del Ca\u00f1\u00f3n de Santa M\u00f3nica desde 1973. (Hay una campa\u00f1a de GoFundMe para ayudar).<\/p>\n

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\tTal vez sea s\u00f3lo parte del restaurante Apocalipsis general. A cien metros de Patrick’s, Tallula’s, Mason y The Hungry Cat est\u00e1n todos cerrados y vac\u00edos. Covid, la inflaci\u00f3n de los precios de los alimentos, el aumento de los costos laborales y los gustos cambiantes han estado acabando con los restaurantes, tanto en las altas como en las bajas.<\/p>\n

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\tEn un recorrido matutino por Santa M\u00f3nica y el lejano oeste de Los \u00c1ngeles, cont\u00e9 20 v\u00edctimas recientes, entre ellas Ingo’s, Lotus, Margo’s (intentando regresar), Dagwood, Bagelworks Caf\u00e9, Casa Escobar, Pacific Dining Car (ahora un centro de salud para mascotas). spot), 800 Degrees Pizza, Saviola Seafood Bar e Izzy’s (que segu\u00eda prometiendo revivir despu\u00e9s del cierre, pero nunca lo hizo). Sweet Lady Jane en Montana Ave. cerr\u00f3 abruptamente, pero volvi\u00f3 a abrir con nuevos propietarios. Marmalade, despu\u00e9s de 17 a\u00f1os, dej\u00f3 Montana para mudarse a un vecindario menos elegante. Kalaveras en Wilshire Blvd. parece haber durado aproximadamente un a\u00f1o; pero esta semana estaban pintando sobre el mural de la tienda.<\/p>\n

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\tLa mortalidad en los restaurantes, por supuesto, no es nada nuevo. Mi esposa, mientras era editora de Los Angeles Magazine, prepar\u00f3 un ingenioso memorial titulado \u201cEllos tambi\u00e9n sirvieron\u201d. Enumer\u00f3 docenas de lugares de reuni\u00f3n que se recuerdan con cari\u00f1o, como Chasen’s, Jack’s at the Beach y The Broken Drum (\u00abNo puedes superarlo\u00bb). Y se abren nuevos lugares, aunque a menudo parecen ser del tipo que te ofrecen un n\u00famero, sugerir una propina a partir del 20 por ciento y se\u00f1alarle un taburete donde pueda comer con un malestar semicomunal.<\/p>\n

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\tAqu\u00ed en el mundo del cine, lo que todav\u00eda queda, sin embargo, los cierres actuales son un poco m\u00e1s profundos. Creo que marcan el fin de una cultura de charlataner\u00eda que, m\u00e1s que cualquier otra cosa, defini\u00f3 a Hollywood.<\/p>\n

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\tEs una palabra divertida, \u00abchismorrear\u00bb. Proviene del yiddish, shmuesn<\/em>y antes de eso del hebreo, aproximadamente shemuoth<\/em>seg\u00fan mi Webster.<\/p>\n

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\tLeo Rosten, en Las alegr\u00edas del yiddish<\/em>, dice que se refiere a una \u201ccharla amistosa, chismosa, prolongada, de coraz\u00f3n a coraz\u00f3n\u201d. Ninguna otra palabra, afirma, \u00abtransmite una ‘charla de coraz\u00f3n a coraz\u00f3n’ con tanta calidez\u00bb.<\/p>\n

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\tNo os equivoqu\u00e9is, es cosa jud\u00eda, tra\u00edda aqu\u00ed desde shtetels<\/em> que ya no existen. Quiz\u00e1s lo expliquen en el Museo de la Academia, en esa nueva exposici\u00f3n, Hollywoodland: fundadores jud\u00edos y la creaci\u00f3n de una capital cinematogr\u00e1fica<\/em>. Tendr\u00e9 que comprobarlo.<\/p>\n

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\tEn cualquier caso, para sobrevivir en el pueblo de Hollywood, el resto de nosotros tuvimos que aprender el fino arte de charlar. Y no es tan simple como parece.<\/p>\n

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\tPara empezar, la charla es t\u00e1ctil. Puedes bromear por tel\u00e9fono todo el d\u00eda, pero en realidad no est\u00e1s charlando a menos que lo hagas en persona, casi siempre en un restaurante y, por lo general, no en uno con estrellas Michelin. Puede cenar<\/em> en Citrin. Pero si quieres conversar con Peter Chernin, por ejemplo, es mejor hacerlo con un plato de sopa de repollo en Factor’s Famous Deli.<\/p>\n

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\tM\u00e1s importante a\u00fan, la charla no es transaccional. Es, como escribi\u00f3 Rosten, una charla \u00abamistosa y chismosa\u00bb, destinada a formar v\u00ednculos pero no compromisos. Harvey Weinstein, seg\u00fan mi experiencia, nunca fue un gran charlat\u00e1n; siempre estaba tratando de comprar o vender algo, nunca dispuesto a dejar que la conversaci\u00f3n derivara hacia los callejones desocupados de la vida del pueblo. En el apogeo de los a\u00f1os 80 y 90, se hablaba principalmente de escuelas, m\u00e9dicos, remodelaciones, lugares de vacaciones, tr\u00e1fico y, por supuesto, golf. Los charlatanes de primera l\u00ednea de Castle Rock mencionaron citas a la hora de salida de la tarde con el ‘Dr. Verde.’<\/p>\n

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\tS\u00ed, hubo charlas de la industria. Inevitablemente, alguien preguntar\u00eda: \u00ab\u00bfHas visto algo que te guste?\u00bb Y a veces compart\u00edas confidencias menores. \u00abNo puedo leer los intercambios\u00bb, confes\u00f3 una vez Mike White.<\/p>\n

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\t\u00ab\u00bfPor qu\u00e9 no?\u00bb<\/p>\n

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\t\u201cPorque me dan inanici\u00f3n\u201d, dijo. Leer sobre el \u00e9xito (a menudo inflado) de otros escritores le dificultaba el trabajo.<\/p>\n

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\t\u00bfChisme? Claro, pero era mejor no forzarlo; todo lo que dijiste seguramente se difundir\u00eda. En aquel entonces, me encontraba charlando con Irving Azoff, un maestro de la forma, en un restaurante de Nueva York. Un abogado de la industria musical se acerc\u00f3 a la mesa para saludarlo amistosamente. De alguna manera, se mencion\u00f3 a David Geffen. A la ma\u00f1ana siguiente, en mi hotel, recib\u00ed una fr\u00eda llamada de Geffen. \u00abEres nunca<\/em> decir mi nombre en presencia de Irving Azoff\u201d, dijo.<\/p>\n

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\tLos charlatanes empedernidos sol\u00edan dar lo mejor de s\u00ed en su propio territorio, y se supon\u00eda que uno conoc\u00eda las reglas de la casa. Los porteros de Patrick’s intentaron desalojarme de una mesa sin marcar que, resoplaron, El favorito de Jim Wiatt<\/em>. \u00abPero soy reuni\u00f3n<\/em> Jim Wiatt\u201d, me lament\u00e9. Supongo que no parec\u00eda un cliente. Ned Tanen y Arnold Schwarzenegger sol\u00edan aparecer all\u00ed. Tambi\u00e9n Lucille Ball y Johnny Carson, o eso dicen.<\/p>\n

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\tEl mejor charlat\u00e1n que he conocido es el productor Larry Mark. Te deja riendo, te hace sentir inteligente y se aleja de la mesa de la comisar\u00eda despu\u00e9s de haber limpiado tu cerebro y nunca sentiste nada.<\/p>\n

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\tEl m\u00e1s divertido era Ray Stark, con aire de anciano. A Ray le gust\u00f3 especialmente el Hamburger Hamlet en Sunset Blvd. (desaparecido, por supuesto). Puedo recordarlo mirando a alguien all\u00ed, dos mesas m\u00e1s all\u00e1, justo antes de que una ronda de cirug\u00eda le arreglara la visi\u00f3n. \u00abDios m\u00edo, ella es hermosa\u00bb, segu\u00eda diciendo. Nadie quer\u00eda avergonzarlo dici\u00e9ndole que \u201cella\u201d era un chico o estaba en camino de convertirse en uno. \u00abElla es hermosa\u00bb, suspir\u00f3 finalmente Stark. \u00abPero ella necesita un afeitado\u00bb.<\/p>\n

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\tRayo.<\/p>\n

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\tIncluso con los cambios de h\u00e1bitos, el trabajo desde casa, las reuniones de Zoom y una ley fiscal menos amigable, todav\u00eda se pueden encontrar lugares, aqu\u00ed y all\u00e1, para el tipo de charla ociosa que sol\u00eda mantener unida a la comunidad cinematogr\u00e1fica.<\/p>\n

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\tComo corresponde, uno de los m\u00e1s c\u00f3modos es Fanny’s, en el Museo de la Academia, justo debajo de esa exposici\u00f3n sobre Hollywood y los jud\u00edos. La comida es buena. Los precios no est\u00e1n mal. Y lleva el nombre de la suegra de Ray Stark, Fanny Brice.<\/p>\n

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\tA\u00fan puedes pasar tiempo all\u00ed, intercambiando charlas ociosas y no te apresurar\u00e1n a salir.<\/p>\n

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\tPero no los martes. Porque el circuito de charla est\u00e1 m\u00e1s cerrado que antes. Los martes est\u00e1n cerrados. Y ciertamente no en Patrick’s, porque, al menos por el momento, sin importar los trabajadores que limpiaban las molduras desintegradas del edificio el viernes por la tarde, ya no est\u00e1.<\/p>\n<\/p><\/div>\n


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