{"id":1143567,"date":"2024-05-26T02:42:52","date_gmt":"2024-05-26T02:42:52","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/compartir-cocinas-y-banos-involuntariamente-la-escasez-de-vivienda-tambien-obliga-a-las-personas-mayores-a-vivir-en-pisos-compartidos\/"},"modified":"2024-05-26T02:42:55","modified_gmt":"2024-05-26T02:42:55","slug":"compartir-cocinas-y-banos-involuntariamente-la-escasez-de-vivienda-tambien-obliga-a-las-personas-mayores-a-vivir-en-pisos-compartidos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/compartir-cocinas-y-banos-involuntariamente-la-escasez-de-vivienda-tambien-obliga-a-las-personas-mayores-a-vivir-en-pisos-compartidos\/","title":{"rendered":"Compartir cocinas y ba\u00f1os involuntariamente: la escasez de vivienda tambi\u00e9n obliga a las personas mayores a vivir en pisos compartidos"},"content":{"rendered":"


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Pocos apartamentos, alquileres caros, muchos reci\u00e9n llegados: no s\u00f3lo los estudiantes, sino tambi\u00e9n los profesionales mayores ya no pueden permitirse tener cuatro paredes propias. El n\u00famero de pisos compartidos en Suiza est\u00e1 aumentando.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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A medida que envejecemos, los suizos vuelven a estar cada vez m\u00e1s unidos en lo que respecta a la vida.<\/h2>\n

Joel Barhamand \/ Redux \/ Laif<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

Peter Schmid no se imaginaba que la vida en un nido vac\u00edo fuera tan llena: aunque este naturalista de 55 a\u00f1os, que trabaja para una organizaci\u00f3n ecologista, seguramente esperaba dificultades de adaptaci\u00f3n cuando su hija se mudara, no esperaba que \u00e9l montar un apartamento compartido como lo hizo ella. \u201cClaro, podr\u00eda haberla obligado a viajar desde Z\u00farich a la Universidad de St. Gallen en lugar de alquilar una habitaci\u00f3n compartida all\u00ed\u201d, dice el viudo, que cuenta su historia de forma an\u00f3nima por el bien de su hija, \u201cpero quer\u00eda que ella disfrutara de su tiempo en la universidad, como lo hice una vez\u201d.<\/p>\n

As\u00ed que busc\u00f3 un apartamento m\u00e1s peque\u00f1o y m\u00e1s barato para cubrir los gastos universitarios y de vivienda de su hija. R\u00e1pidamente se dio cuenta de que dif\u00edcilmente podr\u00eda encontrar tres habitaciones en Z\u00farich por unos 2.000 francos. Por eso decidi\u00f3 compartir su apartamento relativamente barato de cuatro habitaciones en Hottingen, que costaba 2.800 francos, con un subarrendatario. \u00abDurante mucho tiempo disfrut\u00e9 viviendo en un piso compartido, pero a mi edad es dif\u00edcil volver a compartir la cocina y el ba\u00f1o con extra\u00f1os\u00bb. En realidad, esto funciona bastante bien en la vida cotidiana. Pero cuando su hija llega a casa el fin de semana, las cosas se ponen dif\u00edciles.<\/p>\n

Cualquiera que estudie las plataformas inmobiliarias pertinentes sospecha que Peter Schmid no es el \u00fanico suizo que ha tenido que reducir involuntariamente su consumo de espacio habitable. De las 63 visitas que Homegate.ch mostr\u00f3 el viernes sobre un apartamento de tres habitaciones de hasta 2.600 francos en la ciudad de Z\u00farich, m\u00e1s de la mitad eran temporales o se anunciaban como piso compartido. Suena as\u00ed: \u201cNosotros, de 33, 38 y 40 a\u00f1os, trabajamos y viajamos mucho, te buscamos para nuestro hermoso \u00e1tico en el distrito 3. De vez en cuando cocinamos juntos, pero cada uno tiene su propia vida\u201d.<\/p>\n

Menos hogares peque\u00f1os, m\u00e1s hogares grandes<\/span><\/h2>\n

\u00bfEst\u00e1 creciendo el n\u00famero de comunidades residenciales funcionales en las ciudades, como ocurre en las metr\u00f3polis de Londres o Nueva York? De hecho, desde 2021 en toda Suiza la curva de crecimiento de los hogares de una y dos personas apunta marcadamente hacia abajo, mientras que en los \u00faltimos a\u00f1os se han fundado hogares m\u00e1s grandes con tres o m\u00e1s personas. \u00abSe trata de un cambio radical\u00bb, afirma Robert Weinert, director de investigaci\u00f3n de W\u00fcest Partner. Est\u00e1 convencido de que esto continuar\u00e1 a corto y medio plazo: en 2023 se recibieron menos solicitudes de construcci\u00f3n y se concedieron menos permisos. Adem\u00e1s, los alquileres medios aumentaron un 6 por ciento en el primer trimestre de 2024 en comparaci\u00f3n con el mismo trimestre del a\u00f1o anterior. Seg\u00fan Weinert, a menudo las personas no tienen m\u00e1s remedio que acercarse.<\/p>\n

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Los hogares multipersonales est\u00e1n aumentando<\/h3>\n

Cambio anual en el n\u00famero de hogares por tama\u00f1o del hogar\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n

En la ciudad de Z\u00farich, que tiene el parque de viviendas vac\u00edas m\u00e1s peque\u00f1o junto con Ginebra y Zug, el consumo per c\u00e1pita de espacio habitable se ha estancado desde 2015, lo que es notable despu\u00e9s de d\u00e9cadas de aumento. Seg\u00fan una publicaci\u00f3n de la ciudad, el hecho de que no disminuya se debe al n\u00famero actual de apartamentos en los que las parejas o individuos siguen viviendo incluso despu\u00e9s de que los hijos se han mudado o la pareja ha fallecido, porque son propietarios del espacio habitable o no es posible reducir el tama\u00f1o. econ\u00f3micamente valioso. Sin embargo, en los edificios nuevos se puede demostrar un aumento de la ocupaci\u00f3n: la disminuci\u00f3n en el consumo de espacio habitable de 90 a 69 metros cuadrados es mayor en los hogares de personas en edad de trabajar y ascendi\u00f3 a casi una cuarta parte entre 2010 y 2020. Pero los hogares familiares y de pareja tambi\u00e9n utilizan entre un 6 y un 17 por ciento menos de espacio habitable.<\/p>\n

\u00abLa oferta escasa y cada vez m\u00e1s cara garantiza\u00bb, afirma Weinert, \u00abque vivir en comunidades ya no sea s\u00f3lo una pr\u00e1ctica com\u00fan entre los j\u00f3venes, sino que se est\u00e9 extendiendo a la poblaci\u00f3n mayor y trabajadora\u00bb.<\/p>\n

Las familias divorciadas se ven especialmente afectadas<\/span><\/h2>\n

La historia viva de Sandra Bossard no es un destino aislado. La escasez de vivienda afecta especialmente a las familias divorciadas. Cuando la profesora de 48 a\u00f1os, que desea permanecer en el anonimato por el bien de sus tres hijos, y su marido se separaron, no pod\u00edan permitirse el alquiler de dos apartamentos familiares en Z\u00farich. Tuvieron que elegir entre mudarse al campo y privar a los ni\u00f1os, que ya hab\u00edan tenido que lidiar con la separaci\u00f3n de sus padres, del entorno escolar o elegir el modelo de nido. Eligieron esto \u00faltimo.<\/p>\n

Los ni\u00f1os se quedaron en su casa, la madre y el padre se mudaron a un apartamento compartido. \u201cNo me gusta recordar esos tres a\u00f1os\u201d, dice Bossard, \u201cpas\u00e9 de cama en cama, de sof\u00e1 en sof\u00e1. En el estudio, los apartamentos compartidos prefer\u00edan personas de la misma edad, las personas mayores que buscaban un subarrendatario prefer\u00edan residentes de una semana\u201d. Entretanto, por desesperaci\u00f3n, empez\u00f3 a buscar un peque\u00f1o apartamento amueblado, pero o eran \u201cagujeros deprimentes\u201d o eran demasiado caros. Cuando su ex se mud\u00f3 con su nueva novia, Sandra Bossard volvi\u00f3 al apartamento familiar. Hoy est\u00e1 muy contenta de no haber renunciado a su apartamento urbano, relativamente barato.<\/p>\n

\u00abCada vez es mayor el n\u00famero de viviendas en alquiler que por motivos econ\u00f3micos se ven obligados a optar por ofertas temporales m\u00e1s baratas\u00bb, afirma Walter Angst, jefe de comunicaci\u00f3n de la Asociaci\u00f3n de Inquilinos de Z\u00farich. En su informe anual de 2022, la Oficina del Defensor del Pueblo de Zug tambi\u00e9n describi\u00f3 como ejemplo el caso de un hombre de Zug de 35 a\u00f1os que, tras separarse de su pareja, tuvo que volver temporalmente a vivir con sus padres porque ya no pod\u00eda encontrar una vivienda asequible despu\u00e9s de separarse de su pareja. de las muchas consultas de vivienda de emergencia. Las autoridades le sugirieron que alquilara un apartamento compartido. Piso compartido hecho por administraci\u00f3n.<\/p>\n

El propietario deber\u00eda tener m\u00e1s que decir<\/span><\/h2>\n

Si el Consejo Federal se sale con la suya, el subarrendamiento ser\u00e1 mucho m\u00e1s dif\u00edcil en el futuro: despu\u00e9s del Consejo Nacional, el Consejo de los Estados tambi\u00e9n decidi\u00f3 el pasado oto\u00f1o que para cada subarrendamiento se debe obtener el consentimiento por escrito del propietario y que, a diferencia de hoy, el arrendador puede rechazarlo mucho m\u00e1s f\u00e1cilmente. Seg\u00fan la actual ley de arrendamiento, el subarrendamiento s\u00f3lo se puede rechazar si hay hacinamiento o si el inquilino quiere enriquecerse. Por ejemplo, si subarrenda caro su apartamento a trav\u00e9s de Airbnb. El pueblo tendr\u00e1 la \u00faltima palabra en noviembre, despu\u00e9s de que se celebre el refer\u00e9ndum contra el cambio de la ley de arrendamiento.<\/p>\n

Con el aumento de pisos compartidos y subarrendamientos, \u00bfhan aumentado tambi\u00e9n los conflictos? No hay cifras para esto. El Tribunal de Distrito de Z\u00farich no lleva estad\u00edsticas sobre las solicitudes de arbitraje para subarrendamientos, pero no espera un aumento en el n\u00famero de casos de conflicto. Seg\u00fan Walter Angst, el tema del subarrendamiento est\u00e1 presente, pero la asociaci\u00f3n de inquilinos no puede detectar un aumento significativo de los conflictos. Albert Leiser, director de la Asociaci\u00f3n de Propietarios de Vivienda de Z\u00farich, lo ve de otra manera: \u00abLos abusos se producen cada vez m\u00e1s, o al menos salen a la superficie con m\u00e1s frecuencia\u00bb. Por ejemplo, los inquilinos se quejaban con el propietario cuando los residentes de un apartamento del edificio cambiaban con frecuencia. Tambi\u00e9n es problem\u00e1tico si los inquilinos no quieren renunciar a un apartamento barato y subarrendarlo durante a\u00f1os, aunque no tengan planes de volver all\u00ed. \u00abMientras la brecha entre los alquileres existentes y los nuevos alquileres sea tan grande como lo es hoy\u00bb, dice Leiser, \u00abhabr\u00e1 ovejas negras entre inquilinos y propietarios que se beneficiar\u00e1n de ello\u00bb.<\/p>\n

Hanna Wiler vive desde hace m\u00e1s de cinco a\u00f1os subarrendada en un apartamento de tres habitaciones en un edificio antiguo de Basilea y, para ahorrar costes fijos, ha subarrendado una habitaci\u00f3n. Cuando la m\u00fasico de 38 a\u00f1os, que tambi\u00e9n tiene otro nombre, se separ\u00f3 de su pareja pero se qued\u00f3 en su apartamento barato, el propietario no quiso cederle el contrato. Sin embargo, seg\u00fan la ley actual no se le permit\u00eda rescindir su contrato. Eso podr\u00eda cambiar. En cualquier caso, Wiler busca un apartamento m\u00e1s peque\u00f1o que pueda permitirse sola. Hasta ahora sin \u00e9xito.<\/p>\n

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Un art\u00edculo del \u00ab\u00bb\n<\/p>\n

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