\n<\/p>\n
Sanna Marin ya ha sido se\u00f1alada varias veces por sus opositores, desde que se convirti\u00f3 en Primera Ministra de este pa\u00eds n\u00f3rdico de 5,5 millones de habitantes, con tan solo 34 a\u00f1os, en diciembre de 2019. Su ropa ha sido as\u00ed muy comentada, como cuando us\u00f3 una chaqueta de motociclista de cuero durante una visita oficial a Suecia para discutir una posible membres\u00eda conjunta en la OTAN. En diciembre, fue una velada en una discoteca la que provoc\u00f3 fuertes reacciones, habi\u00e9ndose codeado el primer ministro, poco antes, con un caso de contacto expuesto a la Covid. Otro episodio: la semana pasada, cuando circul\u00f3 en Twitter una foto de ella con un vestido de lentejuelas en un festival de rock.<\/p>\n
Sin embargo, Sanna Marin siempre ha asumido su estilo de vida. \u00abTengo una vida familiar, una vida profesional y tiempo libre para pasar con mis amigos, que es m\u00e1s o menos lo mismo que todas las personas de mi edad\u00bb.<\/em> ella hab\u00eda lanzado a sus detractores la semana pasada. Una actitud apoyada por muchas mujeres finlandesas: cientos de ellas han comenzado, en los \u00faltimos d\u00edas, a publicar videos de ellas mismas bailando para expresar su solidaridad con el primer ministro m\u00e1s joven de Europa.<\/p>\n<\/div>\n