{"id":139339,"date":"2022-09-02T17:53:36","date_gmt":"2022-09-02T17:53:36","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-soberania-digital-es-una-ilusion-escribe-un-ex-alto-funcionario-en-un-libro-cofinanciado-por-huawei-se-puede-instrumentalizar\/"},"modified":"2022-09-02T17:53:37","modified_gmt":"2022-09-02T17:53:37","slug":"la-soberania-digital-es-una-ilusion-escribe-un-ex-alto-funcionario-en-un-libro-cofinanciado-por-huawei-se-puede-instrumentalizar","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-soberania-digital-es-una-ilusion-escribe-un-ex-alto-funcionario-en-un-libro-cofinanciado-por-huawei-se-puede-instrumentalizar\/","title":{"rendered":"\u201cLa soberan\u00eda digital es una ilusi\u00f3n\u201d, escribe un ex alto funcionario en un libro cofinanciado por Huawei. \u00bfSe puede instrumentalizar?"},"content":{"rendered":"


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Las empresas suizas de telecomunicaciones est\u00e1n reconsiderando su colaboraci\u00f3n con el gigante tecnol\u00f3gico chino Huawei. Por su parte, el exdirector de la Oficina Federal de Comunicaciones, Marc Furrer, advierte contra las \u00abideas ut\u00f3picas de autosuficiencia\u00bb.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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Los riesgos de trabajar con Huawei y otros proveedores de pa\u00edses autocr\u00e1ticos ya no son especulaciones te\u00f3ricas.<\/h2>\n

Kevin Frayer\/Getty<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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La guerra en Ucrania tambi\u00e9n ha dejado su huella en la industria de telecomunicaciones suiza. Casi nada parece haber cambiado en t\u00e9rminos de lealtad al socio tecnol\u00f3gico chino Huawei. Pero los operadores de red est\u00e1n preocupados por las sanciones contra Rusia y el ruido de sables de Beijing sobre Taiw\u00e1n. Los riesgos de trabajar con proveedores de pa\u00edses autocr\u00e1ticos ya no son especulaciones te\u00f3ricas. Se han materializado ante los ojos de todos en los \u00faltimos meses.<\/p>\n

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Abandonar Huawei no es gratis<\/span><\/h2>\n

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Al menos una empresa de telecomunicaciones ya ha sacado conclusiones de esto. Un miembro de la gerencia le dijo a NZZ: \u00abHemos decidido cambiar de Huawei a un proveedor occidental para ciertos componentes\u00bb. No porque ya no se conf\u00ede en el grupo chino. Todav\u00eda piensa que el \u00abproblema de Huawei\u00bb, es decir, las acusaciones de espionaje planteadas por EE. UU., son \u00abexageradas\u00bb, dice el gerente. Pero si la empresa dejara de recibir hardware de Huawei de un d\u00eda para otro, la empresa estar\u00eda \u00abatascada\u00bb. Es por ello que se decidi\u00f3 establecer nuevas relaciones comerciales con proveedores de USA.<\/p>\n

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Las empresas de telecomunicaciones ya tienen que esperar meses para ciertos dispositivos debido a problemas en la cadena de suministro. Si las sanciones contra China se hicieran evidentes, la situaci\u00f3n empeorar\u00eda enormemente. \u201cHabr\u00eda una especie de p\u00e1nico de \u00faltima hora en la industria\u201d, dice el directivo. \u00abCualquiera que solo se acerque a un proveedor estadounidense o no chino tendr\u00eda que hacer cola al final\u00bb. Los competidores de Huawei de Europa y EE. UU. son conscientes de ello y se est\u00e1n aprovechando de su posici\u00f3n negociadora m\u00e1s fuerte, dice el gerente con convicci\u00f3n. Debido a la mayor demanda de hardware de los pa\u00edses occidentales, est\u00e1n agregando una especie de \u00abprima de democracia\u00bb al precio.<\/p>\n

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Los gobiernos del Reino Unido y EE. UU. han prohibido a las empresas de telecomunicaciones que contin\u00faen instalando componentes de Huawei en sus redes. El gerente, como pr\u00e1cticamente toda la industria, rechaza rotundamente tal paso. Es muy poco probable que Beijing obligue a una de las corporaciones m\u00e1s exitosas del pa\u00eds a da\u00f1ar a sus clientes. Con tal paso, el gobierno chino destruir\u00eda irrevocablemente la confianza en las empresas chinas. Adem\u00e1s, no es tarea del gobierno federal proteger a las empresas privadas de los riesgos geopol\u00edticos.<\/p>\n

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Pero, \u00bfes realmente as\u00ed de simple? El rescate de UBS o el escudo protector previsto para la industria el\u00e9ctrica demuestran que riesgos que supuestamente solo afectan a unas pocas empresas pueden afectar a toda la econom\u00eda. Este tambi\u00e9n ser\u00eda el caso si la infraestructura de comunicaci\u00f3n cr\u00edtica fallara. As\u00ed que definitivamente hay argumentos para que el gobierno federal intervenga en el mercado en inter\u00e9s p\u00fablico. A primera vista, la dependencia de la industria de telecomunicaciones suiza de Huawei no parece ser motivo de preocupaci\u00f3n. Swisscom utiliza principalmente tecnolog\u00eda de la empresa sueca Ericsson para comunicaciones m\u00f3viles. Los productos de Huawei solo se usan espor\u00e1dicamente en esta \u00e1rea, por ejemplo en las antenas.<\/p>\n

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Crece la presi\u00f3n pol\u00edtica<\/span><\/h2>\n

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Se ve diferente con la red fija enlazada a la l\u00ednea; El hardware de Huawei juega un papel importante aqu\u00ed. Sin embargo, este es principalmente el caso en los \u00abbordes\u00bb menos sensibles de la red. Cuando se trata de los componentes de la red central, la columna vertebral de la infraestructura, Swisscom cambi\u00f3 recientemente de Huawei al fabricante finland\u00e9s Nokia. El panorama es diferente para Salt y especialmente para Sunrise. Ambas empresas tambi\u00e9n conf\u00edan en los chinos para las comunicaciones m\u00f3viles 5G. Sin embargo, se puede dudar que el d\u00fao pueda considerarse sist\u00e9micamente importante. Por el contrario, Swisscom, como licenciatario del servicio universal con una cuota de mercado de m\u00e1s del 50 por ciento, sin duda pertenece a esta categor\u00eda.<\/p>\n

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Sin embargo, estas estimaciones radicales deben tratarse con cautela. Seg\u00fan los expertos, es dif\u00edcil predecir c\u00f3mo afectar\u00eda a las redes de comunicaci\u00f3n una parada repentina de entrega y mantenimiento de los componentes de Huawei. Las relaciones en las redes son complejas. La facci\u00f3n SP no quiere correr ning\u00fan riesgo. Ella tiene un movimiento en primavera presentada,<\/a> lo que equivaldr\u00eda a un \u00abLex Huawei\u00bb: el Consejo Federal deber\u00eda crear una base legal para proteger la infraestructura de comunicaci\u00f3n cr\u00edtica de la influencia de otros estados. Espec\u00edficamente, las empresas suizas deber\u00edan tener la posibilidad de prohibir el uso de hardware si sus fabricantes est\u00e1n controlados directa o indirectamente por el gobierno de otro pa\u00eds. En la justificaci\u00f3n de la iniciativa, que lleva la firma del Consejero Nacional del SP de Graub\u00fcnden, Jon Pult, se menciona expl\u00edcitamente a Huawei como ejemplo.<\/p>\n

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En vista de la presi\u00f3n pol\u00edtica, la publicaci\u00f3n de un folleto azul titulado \u00abAutodeterminado\u00bb viene bien para la empresa china. Comienza con una advertencia: \u00abCuanto m\u00e1s complicado es el problema, mayor es el deseo de soluciones simples\u00bb. Se desconf\u00eda de los productos de China y EE. UU. Uno preferir\u00eda tener todo de Suiza o Europa. Pero la idea de la soberan\u00eda digital es una ilusi\u00f3n, dice el pr\u00f3logo de la antolog\u00eda. El autor de estas l\u00edneas se llama Marc Furrer. El ex director de la Oficina Federal de Comunicaciones (Ofcom) y actual presidente de Salt Board tambi\u00e9n ha sido descrito por la prensa como el \u00abgran se\u00f1or de la industria de las telecomunicaciones\u00bb. As\u00ed que su palabra tiene peso.<\/p>\n

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\u201cTotalmente ajeno al mercado y altamente ut\u00f3pico\u201d<\/span><\/h2>\n

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Los otros autores de la antolog\u00eda tambi\u00e9n son destacados. Dos consejeros nacionales, el historiador Georg Kreis, el Comisionado Federal de Protecci\u00f3n de Datos e Informaci\u00f3n (Ed\u00f6b) Adrian Lobsiger y el director de OFCOM Bernard Maissen hicieron contribuciones. Sin embargo, sus textos parecen accesorios decorativos. Christian Martin, quien hasta hace poco era director de Google Cloud Suiza, resume el mensaje central del libro. Es duro con la idea de la autosuficiencia digital: la idea de que Suiza puede construir redes completamente autosuficientes que satisfagan las necesidades modernas est\u00e1 \u00abmuy alejada de la pr\u00e1ctica\u00bb. Todas las discusiones sobre infraestructuras de comunicaci\u00f3n independientes son \u00abtotalmente ajenas al mercado y altamente ut\u00f3picas\u00bb. Esta tonalidad recorre todo el libro de forma debilitada.<\/p>\n

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Los representantes de Huawei pueden presentar su punto de vista de manera muy detallada. El jefe de Suiza, Wang Haitao, y el jefe de tecnolog\u00eda del grupo contribuyeron con textos. Un periodista tambi\u00e9n describe su visita al Centro de Transparencia de Seguridad Cibern\u00e9tica de Huawei en Bruselas. All\u00ed, los clientes y socios pueden poner a prueba el c\u00f3digo fuente del software de Huawei, que es \u00fanico en la industria. En resumen: el libro es extremadamente compatible con Huawei. Mientras lees, te da la sensaci\u00f3n de que Marc Furrer se ha dejado aprovechar por la compa\u00f1\u00eda china. Y de hecho: en el ep\u00edlogo, el editor agradece a Huawei por una \u00abcontribuci\u00f3n impresa muy conocida\u00bb. Furrer tambi\u00e9n agradeci\u00f3 a los cabilderos de los consultores de Hirzel Neef Schmid all\u00ed. Un portavoz de Huawei confirma que la empresa china ha dado un mandato a la consultora.<\/p>\n

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\u00bfMarc Furrer se dej\u00f3 usar como editor testaferro? En una entrevista con la NZZ, Furrer rechaza esta sospecha. La iniciativa del libro vino de \u00e9l. Le preocupa la gran dependencia de otros pa\u00edses en el sector digital. Eso es un problema. \u201cSin embargo, como es bien sabido, no podemos producir nuestros propios iPhones en Suiza. No existe tal cosa como blanco o negro cuando se trata de la independencia\u00bb. Es por eso que quer\u00eda examinar el tema desde diferentes perspectivas. Casi inevitablemente, Huawei se convirti\u00f3 en el centro de atenci\u00f3n, dice Furrer. En alg\u00fan momento habl\u00f3 con la compa\u00f1\u00eda sobre la idea de su libro. Huawei finalmente estuvo dispuesto a financiar parcialmente el libro.<\/p>\n

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Seg\u00fan Furrer, Huawei pag\u00f3 15.000 francos por la producci\u00f3n comprando 600 libros a precio de ganga. Como es habitual en los libros especializados del sector editorial, se ha pactado con la editorial St\u00e4mpfli una compra m\u00ednima de libros. No hubo m\u00e1s pagos a Berner Verlag. Un portavoz de Huawei tambi\u00e9n destaca que Furrer no ha recibido ninguna compensaci\u00f3n econ\u00f3mica directa o indirecta por parte de la empresa china. Huawei tampoco interfiri\u00f3 en la selecci\u00f3n de los autores. Furrer tambi\u00e9n afirma: \u00abYo eleg\u00ed a los autores\u00bb. Podr\u00edan haber escrito lo que quisieran. Ni \u00e9l ni Hirzel Neef Schmid ni nadie m\u00e1s han hecho especificaciones relacionadas con el contenido. \u00abPuedes imaginar que eso dif\u00edcilmente habr\u00eda sido posible con los consejos nacionales, el director de OFCOM o Ed\u00f6b\u00bb.<\/p>\n

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Huawei deber\u00eda estar muy satisfecho con el resultado. Al gigante tecnol\u00f3gico chino le va muy bien en el libro. \u00abUno puede verlo de esa manera\u00bb, dice Marc Furrer. Es una autor\u00eda muy sabia. En consecuencia, las contribuciones fueron m\u00e1s diferenciadas que la discusi\u00f3n p\u00fablica \u00aba veces estridente\u00bb. Huawei tom\u00f3 un cierto riesgo, dice Furrer. \u00abHubiera esperado que una u otra contribuci\u00f3n fuera m\u00e1s cr\u00edtica\u00bb. El editor acepta, al menos parcialmente, las cr\u00edticas de que la selecci\u00f3n de los autores result\u00f3 en un resultado favorable a Huawei. \u00abTal vez podr\u00eda haberle preguntado a un cr\u00edtico como Jon Pult\u00bb.<\/p>\n

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Los argumentos cuentan, no el remitente<\/span><\/h2>\n

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Furrer insiste en que su papel como presidente de Salt no influy\u00f3 en su decisi\u00f3n de publicar el libro. \u00abPor supuesto, el tema tambi\u00e9n afecta a Salt. Como empresa de telecomunicaciones, tenemos que garantizar a los clientes que nuestras redes son seguras\u201d. Esto tambi\u00e9n significa que no hay acceso desapercibido desde el extranjero. Se apega al hallazgo central del libro: Marc Furrer dice que no tiene sentido discutir la dependencia digital de Suiza de los proveedores extranjeros. Existe un cuasi-oligopolio entre los proveedores de tel\u00e9fonos m\u00f3viles, formado por Nokia, Ericsson y Huawei. Estados Unidos y China dominaron la nube. Suiza tiene que vivir con esta realidad.<\/p>\n

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\u00abPero eso no significa que no podamos hacer nada\u00bb, dice Furrer. Las empresas de telecomunicaciones no deben confiar ciegamente en sus proveedores. Las medidas que Suiza y las empresas podr\u00edan tomar para mantener cierto nivel de soberan\u00eda y, sobre todo, seguridad a pesar de la dependencia tecnol\u00f3gica se describen detalladamente en varios art\u00edculos del libro. Eso es cierto. Pero es dudoso que un libro financiado por Huawei constituya la base adecuada para esta discusi\u00f3n.<\/p>\n

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Sin embargo, el hecho de que alguien tenga ciertos intereses no significa que tenga que estar equivocado. Los argumentos deben juzgarse por la calidad de su contenido, y no por el remitente. Los lectores responsables pueden formar su propio juicio al conocer el patrocinio de Huawei del libro. \u00abTenemos que tener esta discusi\u00f3n\u00bb, dice Marc Furrer. \u00abPero sobre la base de la realidad, no sobre la base de ideas ut\u00f3picas de autosuficiencia\u00bb.<\/p>\n

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Marc Furrer (editor): autodeterminado. \u00bfSon posibles las redes de comunicaci\u00f3n soberana en Suiza? St\u00e4mpfli-Verlag, Berna 2022. 120 p\u00e1ginas, CHF 44.\u2013.<\/p>\n

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