{"id":142508,"date":"2022-09-04T04:15:08","date_gmt":"2022-09-04T04:15:08","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/festival-de-lucerna-la-musica-brilla-en-los-limites-de-la-percepcion\/"},"modified":"2022-09-04T04:15:10","modified_gmt":"2022-09-04T04:15:10","slug":"festival-de-lucerna-la-musica-brilla-en-los-limites-de-la-percepcion","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/festival-de-lucerna-la-musica-brilla-en-los-limites-de-la-percepcion\/","title":{"rendered":"Festival de Lucerna: la m\u00fasica brilla en los l\u00edmites de la percepci\u00f3n"},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

<\/p>\n
\n
\n

Kirill Petrenko y la Filarm\u00f3nica de Berl\u00edn analizan la 7.\u00aa sinfon\u00eda de Mahler, Dieter Ammann exige lo m\u00e1ximo tanto a los int\u00e9rpretes como a los oyentes con su concierto para piano \u00abGran Toccata\u00bb, dos fascinantes paseos por la cuerda floja en Lucerna.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

<\/p>\n

\n
<\/div>
\n
\n

Todo es cuesti\u00f3n de coordinaci\u00f3n: la directora Susanna M\u00e4lkki y el solista Andreas Haefliger en el estreno suizo del concierto para piano de Dieter Ammann en el KKL.<\/h2>\n

Peter Fischli \/ Festival de Lucerna<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

En alg\u00fan momento la oreja se pone en huelga. Con m\u00e1s de dieciocho tonos por segundo se acab\u00f3. Entonces la gente ya no escucha tonos individuales claramente separados, sino una corriente de sonido continua y vibrante. El fascinante fen\u00f3meno, en rigor una sobrecarga deliberada de nuestro sentido del o\u00eddo, tiene al compositor Gy\u00f6rgy Ligeti como su famoso Se estimula la pieza de clavic\u00e9mbalo \u00abContinuum\u00bb, aqu\u00ed se alcanzan hasta diecis\u00e9is pulsaciones por segundo<\/a>. Cuanto m\u00e1s, mejor, porque es precisamente en este umbral de percepci\u00f3n que la m\u00fasica comienza a brillar y flotar de una manera peculiar.<\/p>\n

<\/p>\n

Una impresi\u00f3n similar se produjo en el estreno suizo de \u00abGran Toccata\u00bb de Dieter Ammann en el Festival de Lucerna. El compositor de Aargau, que dirige la academia de festivales local junto con Wolfgang Rihm, ha condensado la parte solista de su concierto para piano, que se estren\u00f3 en Londres en 2019, de tal manera que el evento musical individual tambi\u00e9n pasa a un segundo plano frente a la percepci\u00f3n de lo vibrante. \u00e1reas de color que palpitan con ritmos apasionantes. Al mismo tiempo, mientras escucha, uno se pregunta, bastante horrorizado, c\u00f3mo una persona puede meter tantas notas en un espacio tan peque\u00f1o.<\/p>\n

<\/p>\n

cruce fronterizo<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

Andreas Haefliger puede hacerlo. El hermano menor del director del festival es el iniciador y dedicatario de la obra, que fue escrita a partir de 2016, y tambi\u00e9n trabaj\u00f3 en la parte solista en intenso intercambio con Ammann. Sin embargo, la presentaci\u00f3n en vivo es un rendimiento m\u00e1ximo f\u00edsico y mental, sobre todo porque la idea de cruzar fronteras, incluso de exceso, est\u00e1 inscrita en la pieza.<\/p>\n

<\/p>\n

Ammann toma la forma de la toccata, que se desarroll\u00f3 principalmente en la m\u00fasica de \u00f3rgano barroca, hasta el extremo. Muchas caracter\u00edsticas del \u00abstylus phantasticus\u00bb cultivado por Bach regresan aqu\u00ed en una forma aumentada: sobre todo, el gesto de improvisaci\u00f3n altamente virtuoso y aparentemente libre y el deseo de estructuras de ostinato, es decir, figuras y ritmos que se repiten constantemente que desarrollan un tir\u00f3n, un ritmo real. . Eso no es casualidad, despu\u00e9s de todo, Ammann se socializ\u00f3 como m\u00fasico practicante en el jazz y nunca ha tenido reservas sobre el contacto con la m\u00fasica rock, por ejemplo.<\/p>\n

<\/p>\n

Al mismo tiempo, la parte del piano est\u00e1 salpicada con todos los refinamientos que rompen los dedos que fueron ideados para el instrumento por Chopin y Liszt hasta Ligeti. El resultado es colorido, estil\u00edsticamente diverso, pero todo menos un crossover de moda.<\/a>. Uno piensa m\u00e1s en la abundancia de formas en las im\u00e1genes de objetos ocultos, que revelan nuevos detalles cada vez que los miras. Este tambi\u00e9n es el caso aqu\u00ed, cuando Haefliger repite un extracto m\u00e1s largo de la parte solista como un bis, que solo revela toda su riqueza de detalles sin estar incrustado en el movimiento orquestal igualmente densamente tejido.<\/p>\n

<\/p>\n

\u00abPadre del Modernismo\u00bb<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

El c\u00e9lebre estreno de \u00abGran Toccata\u00bb en el KKL fue parte del concierto anual \u00abR\u00e4sonanz\u00bb hecho posible por la Fundaci\u00f3n de M\u00fasica Ernst von Siemens, esta vez interpretado por la Orquesta Filarm\u00f3nica de Helsinki bajo la direcci\u00f3n de Susanna M\u00e4lkki. Como sugiere la ortograf\u00eda inusual, cada uno de los programas inteligentemente \u00abrazona\u00bb sobre los fen\u00f3menos musicales, en este caso sobre los cambios en el sonido. Con el inicio de la modernidad, \u00e9sta ya no es la \u00fanica responsable del mero aderezo de la melod\u00eda, sino que adquiere un valor intr\u00ednseco. Hoy, la finlandesa Kaija Saariaho contin\u00faa este desarrollo con el neoimpresionismo de su obra orquestal m\u00e1s reciente \u00abVista\u00bb de 2019; su chispeante juego de colores abri\u00f3 el concierto de Lucerna.<\/p>\n

<\/p>\n

\n
\"Kirill <\/div>
\n
\n

Kirill Petrenko ha sido director titular y director art\u00edstico de la Filarm\u00f3nica de Berl\u00edn desde 2019.<\/h2>\n

Stephan Rabold \/ Filarm\u00f3nica de Berl\u00edn \/ LF<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

El colorido como espejo de un mundo cada vez m\u00e1s polif\u00f3nico y cada vez m\u00e1s disonante no es, sin embargo, un logro de la modernidad. En sus sinfon\u00edas, Gustav Mahler ya traduc\u00eda la diversidad de la vida en una colorida yuxtaposici\u00f3n de sonidos y estilos, desde sonidos naturales y fanfarrias militares hasta corales que toman el cielo. Las fuerzas centr\u00edfugas en este teatro mundial musical solo son domesticadas por la instrumentaci\u00f3n expansiva del romanticismo tard\u00edo, al menos eso es lo que la gente pensaba. Mientras tanto, Kirill Petrenko y la Filarm\u00f3nica de Berl\u00edn muestran en su actuaci\u00f3n como invitado en Lucerna al d\u00eda siguiente que Mahler merece el t\u00edtulo honor\u00edfico de \u201cPadre del Modernismo\u201d con respecto a la orquestaci\u00f3n. <\/p>\n

<\/p>\n

Petrenko disecciona la s\u00e9ptima sinfon\u00eda de 1905 de tal manera que los colores instrumentales individuales aparecen casi sin mezclar y en fuertes contrastes. Los sorprendentes cambios de iluminaci\u00f3n, cortes y fundidos cruzados revelan t\u00e9cnicas que ahora se asocian con el cine. A veces, Petrenko casi parece acercarse a la partitura cuando se enfoca en grupos individuales de instrumentos con detalles que rara vez se escuchan. Al igual que Simon Rattle, Mahler est\u00e1 m\u00e1s cerca del expresionismo que del romanticismo, y se comprende por qu\u00e9 la S\u00e9ptima en particular se convirti\u00f3 en un punto de partida para Arnold Sch\u00f6nberg.<\/p>\n

<\/p>\n

El precio de este concepto estrictamente racional es una cierta falta de emotividad directa. La brillantez t\u00e9cnicamente impecable pero genial que ha moldeado cada vez m\u00e1s el sonido de la Filarm\u00f3nica de Berl\u00edn desde el final de la era de Claudio Abbado, incluso parece perturbar al propio Petrenko. A pesar de una lesi\u00f3n en el pie que le obliga a tomarse las cosas con calma, parece animar a la orquesta a expresarse a\u00fan m\u00e1s con gestos expansivos, bailes y saltos, pero sin soltar las riendas. Esto conduce a una sobretensi\u00f3n que parece un poco sin aliento. El salvaje final, sin embargo, se adapta bien a la escalada virtuosa: con su abundancia de formas entre el ajetreo y el bullicio del parque de atracciones y el repique de las campanas, desaf\u00eda el o\u00eddo al menos tan ampliamente como la \u00abGran Toccata\u00bb de Ammann.<\/p>\n

<\/p>\n

<\/div>\n


\n
Source link-58 <\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Kirill Petrenko y la Filarm\u00f3nica de Berl\u00edn analizan la 7.\u00aa sinfon\u00eda de Mahler, Dieter Ammann exige lo m\u00e1ximo tanto a los int\u00e9rpretes como a los oyentes con su concierto para…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":142509,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1],"tags":[15013,2298,4231,8,22797,2435,42780],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/142508"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=142508"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/142508\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":142510,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/142508\/revisions\/142510"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/142509"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=142508"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=142508"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=142508"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}