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Durante varias semanas, Pakist\u00e1n ha tenido que lidiar con inundaciones de violencia extrema sin precedentes. La culpa son las lluvias monz\u00f3nicas r\u00e9cord y el inusual derretimiento de los glaciares en el norte del pa\u00eds. El territorio recibi\u00f3 casi tres veces el promedio de 30 a\u00f1os para el trimestre hasta agosto, con un total de 390,7 mm (15,38 pulgadas). La provincia de Sindh, que tiene 50 millones de habitantes, fue la m\u00e1s afectada (+464% de lluvia adicional en comparaci\u00f3n con el promedio de los \u00faltimos 30 a\u00f1os).<\/p>\n
Para colmo, las infraestructuras no est\u00e1n dise\u00f1adas para tan mal tiempo. Por lo tanto, las represas y los embalses, con capacidad limitada, ya se est\u00e1n desbordando y no se pueden utilizar para detener los flujos aguas abajo. La represa Tarbela en el noroeste, por ejemplo, ha estado a plena capacidad durante semanas, seg\u00fan datos de la Autoridad Nacional de Gesti\u00f3n de Desastres (NDMA). Aguas abajo, en Sindh, las represas est\u00e1n bajo presi\u00f3n y el Indo ha alcanzado un alto nivel de inundaci\u00f3n, especifica la autoridad en su \u00faltimo informe de situaci\u00f3n.<\/p>\n<\/div>\n