\n<\/aside>\n<\/p>\n
Si eres un carn\u00edvoro consciente del medio ambiente, probablemente lleves al menos un poco de culpa a la mesa. La carne en nuestros platos tiene un costo ambiental significativo a trav\u00e9s de la deforestaci\u00f3n, las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminaci\u00f3n del aire y el agua, una realidad inc\u00f3moda, dada la urgente necesidad del mundo de lidiar con el cambio clim\u00e1tico.<\/p>\n
Esa es una gran raz\u00f3n por la que hoy en d\u00eda hay tanto revuelo en torno a un reci\u00e9n llegado a los estantes de los supermercados y a los men\u00fas de las hamburgueser\u00edas: productos que parecen carne real pero que est\u00e1n hechos completamente sin ingredientes animales. A diferencia de las hamburguesas vegetarianas a base de frijoles o granos de d\u00e9cadas pasadas, estas \u00abcarnes a base de plantas\u00bb, las m\u00e1s conocidas de las cuales son Impossible Burger y Beyond Meat, se comercializan fuertemente entre los carn\u00edvoros tradicionales. Afirman replicar el sabor y la textura de la carne molida real a una fracci\u00f3n del costo ambiental.<\/p>\n
Si estas nuevas alternativas a la carne pueden satisfacer una gran parte de nuestra demanda de carne, y si son tan ecol\u00f3gicas como afirman, lo cual no es f\u00e1cil de verificar de forma independiente, podr\u00edan ofrecer a los carn\u00edvoros una forma de reducir el impacto ambiental de sus elecciones gastron\u00f3micas. sin renunciar a sus recetas favoritas.<\/p>\n
Eso podr\u00eda cambiar las reglas del juego, piensan algunos. \u201cLa gente ha sido educada durante mucho tiempo sobre los da\u00f1os de la agricultura animal, pero el porcentaje de veganos y vegetarianos en general sigue siendo bajo\u201d, dice Elliot Swartz, cient\u00edfico del Good Food Institute, una organizaci\u00f3n internacional sin fines de lucro que apoya el desarrollo de alternativas a carne. \u00abEn lugar de obligar a las personas a realizar cambios de comportamiento, creemos que ser\u00e1 m\u00e1s efectivo sustituir productos en sus dietas donde no tengan que hacer un cambio de comportamiento\u00bb.<\/p>\n\n Anuncio publicitario <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nNo hay duda de que la industria c\u00e1rnica actual es mala para el planeta. El ganado representa alrededor del 15 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero tanto directamente (del metano expulsado por el ganado y otros animales de pastoreo y liberado por el esti\u00e9rcol de los corrales de engorde y los establos de cerdos y pollos) como indirectamente (en gran parte de los combustibles f\u00f3siles utilizados para cultivar cultivos forrajeros). De hecho, si el ganado del mundo fuera un pa\u00eds, sus emisiones de gases de efecto invernadero por s\u00ed solas ocupar\u00edan el segundo lugar en el mundo, solo detr\u00e1s de China.<\/p>\n
Peor a\u00fan, las Naciones Unidas proyectan que la demanda mundial de carne aumentar\u00e1 un 15 por ciento para 2031 a medida que la poblaci\u00f3n mundial en aumento, y cada vez m\u00e1s pr\u00f3spera, busque m\u00e1s carne en sus platos. Eso significa m\u00e1s emisiones de metano y la expansi\u00f3n de pastizales y tierras de cultivo en \u00e1reas anteriormente boscosas como el Amazonas, deforestaci\u00f3n que amenaza la biodiversidad y contribuye a\u00fan m\u00e1s a las emisiones.<\/p>\n\nLa demanda mundial de carne contin\u00faa aumentando con pocas se\u00f1ales de desaceleraci\u00f3n. Gran parte del aumento proviene de los pa\u00edses de ingresos medios, donde los consumidores utilizan su creciente riqueza para poner m\u00e1s carne en sus platos.<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
Sin embargo, no todos los tipos de animales de carne contribuyen por igual al problema. Los animales que pastan, como el ganado, las ovejas y las cabras, tienen una huella de gases de efecto invernadero mucho mayor que los que no pastan, como los cerdos y las gallinas. En gran parte, eso se debe a que solo los primeros eructan metano, lo que sucede cuando los microbios intestinales digieren la celulosa en los pastos y otros forrajes.<\/p>\n
Los cerdos y los pollos tambi\u00e9n son mucho m\u00e1s eficientes para convertir el alimento en carne comestible: los pollos necesitan menos de dos libras de alimento y los cerdos necesitan aproximadamente de tres a cinco libras para aumentar una libra de peso corporal. (El resto se destina a los costos de energ\u00eda de la vida diaria: circulaci\u00f3n de la sangre, movimiento, mantenimiento del calor, lucha contra los g\u00e9rmenes y similares). Compare eso con las seis a 10 libras de alimento por libra de vaca.<\/p>\n
Como resultado, las emisiones de gases de efecto invernadero del ganado vacuno por libra de carne son m\u00e1s de seis veces las de los cerdos y casi nueve veces las del pollo. (Parad\u00f3jicamente, el ganado alimentado con pasto, a menudo considerado como una alternativa m\u00e1s ecol\u00f3gica a la carne de res de engorde, en realidad es un pecador clim\u00e1tico m\u00e1s grande, porque los animales alimentados con pasto maduran m\u00e1s lentamente y, por lo tanto, pasan m\u00e1s meses eructando metano).<\/p>\n<\/p><\/div>\n
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