Hemeroteca NZZ<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n <\/p>\n
Diez a\u00f1os m\u00e1s tarde, el gobierno de la ciudad de Z\u00farich realmente \u00abconsider\u00f3 seriamente\u00bb un festival juvenil de este tipo en lugar del tiroteo de los ni\u00f1os. Al final, la mayor\u00eda del ayuntamiento se pronunci\u00f3 en contra de lo que el entonces alcalde, Hans Konrad Pestalozzi, salud\u00f3 expresamente en su discurso: \u00abSi vimos el entusiasmo de los j\u00f3venes tiradores ayer y hoy, entonces esta decisi\u00f3n es ciertamente la correcta\u00bb. . Debemos criar hombres que puedan defender a la patria en tiempos de peligro; y esta nuestra patria, \u00a1larga vida!\u201d<\/p>\n
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La aptitud militar de los j\u00f3venes parece estar en primer plano incluso durante los a\u00f1os de la guerra. En cualquier caso, la discusi\u00f3n sobre la participaci\u00f3n de las ni\u00f1as s\u00f3lo se recuper\u00f3 en los a\u00f1os de la posguerra. El alcalde Emil Landolt desanima a las ni\u00f1as en el tiroteo de ni\u00f1os en 1952 que el Z\u00fcri-F\u00e4scht se llevar\u00e1 a cabo el pr\u00f3ximo a\u00f1o: \u201cPero entonces las ni\u00f1as tambi\u00e9n pueden estar all\u00ed. Entonces no tienen que quedarse a un lado como lo hacen hoy y disparar en una galer\u00eda de tiro en lugar de quedarse quietos\u00bb.<\/p>\n
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Pasa m\u00e1s de una d\u00e9cada y Emil Landolt, todav\u00eda alcalde, vuelve a desanimar a las chicas. Disparar a los ni\u00f1os une a las personas y les permite \u00absentir que pertenecen juntos\u00bb, dijo en su discurso de 1965. Las ni\u00f1as tampoco est\u00e1n excluidas de esta comunidad. Cada miembro de la Confederaci\u00f3n tiene su propia tarea y sus propios deberes, y lo \u00fanico importante es que uno resuelva sus tareas y cumpla con su deber.<\/p>\n
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Deberes y roles de g\u00e9nero o no, la discusi\u00f3n contin\u00faa. En la d\u00e9cada de 1970, los tiradores propusieron dos nuevos argumentos por los que el campo de tiro deber\u00eda reservarse para los ni\u00f1os. En 1974 se dijo que la ruptura con la tradici\u00f3n se debi\u00f3 \u00abprincipalmente al cambio de nombre de esta fiesta de oto\u00f1o del siglo XVII\u00bb. <\/p>\n
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En 1975, la justificaci\u00f3n es a\u00fan m\u00e1s trivial: \u00abLa multitud esperada de ni\u00f1as superar\u00eda la capacidad de la organizaci\u00f3n y de todos los funcionarios honorarios\u00bb, se cita a los organizadores. Adem\u00e1s, uno no puede procurar suficientes regalos para todos.<\/p>\n
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As\u00ed que las chicas siguen sin conseguir nada. Incluso el llamamiento de la primera concejala de Z\u00farich, Emilie Lieberherr, fue desatendido cuando, en su discurso de 1984, dese\u00f3 que sus compa\u00f1eras participaran en el futuro. <\/p>\n
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Casi parece c\u00ednico que un a\u00f1o despu\u00e9s la Sch\u00fctzengesellschaft se anunciara con carteles por primera vez, pero en lugar de mostrar a un tirador, era el rostro de una ni\u00f1a. \u00abLas ni\u00f1as en realidad no disparan, pero son muy bienvenidas como simpatizantes en el recinto ferial\u00bb, dijo la NZZ en 1985, al comentar sobre el movimiento de marketing.<\/p>\n
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Pero incluso los tiradores m\u00e1s conservadores se est\u00e1n dando cuenta ahora de que el viento ha cambiado. Los informes de prensa dan una idea de c\u00f3mo se desarroll\u00f3 la discusi\u00f3n interna. Los organizadores \u00abya pensaron en participar, pero nunca lo consideraron seriamente\u00bb, dijo en 1982. Tres a\u00f1os despu\u00e9s, tal liberalizaci\u00f3n estaba \u00aben el aire\u00bb.<\/p>\n
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Pero en el mismo a\u00f1o, las chicas fueron rechazadas nuevamente. \u00abSin cerrarse fundamentalmente a las innovaciones, la Junta Directiva de Sch\u00fctzengesellschaft est\u00e1 convencida de su tarea de preservar y cultivar costumbres y costumbres probadas y probadas. En ese sentido, se neg\u00f3 a que las ni\u00f1as dispararan\u201d, dec\u00eda un comunicado de 1985.<\/p>\n
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La NZZ no puede evitar hacer un comentario r\u00e1pido: \u00abCambios b\u00e1sicos: s\u00ed. \u00a1Pero nada de chicas, por el amor de Dios!<\/p>\n
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Pasan m\u00e1s a\u00f1os, la cuesti\u00f3n de las chicas es \u00abdiscutida seriamente\u00bb y es \u00abcada vez m\u00e1s actual\u00bb; el paso es \u00abde ninguna manera ut\u00f3pico\u00bb, asegura el club de fusileros.<\/p>\n
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Lo que finalmente inicia el punto de inflexi\u00f3n no est\u00e1 claro. \u00bfEs la disminuci\u00f3n del n\u00famero de participantes, como afirman las malas lenguas? \u00bfEs un \u00abregalo del club del rifle\u00bb para el a\u00f1o del aniversario suizo, como dicen los tiradores? \u00bfO es la cancelaci\u00f3n de la ciudad m\u00e1s alta de Z\u00farich, Vreni Hubmann, como invitada de honor el a\u00f1o pasado?<\/p>\n
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El pol\u00edtico del PS y m\u00e1s tarde Consejero Nacional de Z\u00farich recuerda: \u201cMi cancelaci\u00f3n desencaden\u00f3 un peque\u00f1o terremoto. Creo que eso hizo que el club de fusileros pensara\u00bb. Nunca fue su objetivo prohibir que alguien celebrara y estropeara la alegr\u00eda. \u00abPero no pod\u00eda entender cu\u00e1l era el problema de los hombres. Tus argumentos fueron escandalosos\u00bb.<\/p>\n
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Cuando se supo que a las chicas se les permiti\u00f3 disparar por primera vez en 1991, los comentaristas hablaron de un \u00abavance\u00bb. Las chicas hab\u00edan \u00abconquistado finalmente el basti\u00f3n del magn\u00edfico club de fusileros de Z\u00farich\u00bb, escribi\u00f3 la NZZ despu\u00e9s del anuncio, aunque se mantuvo el t\u00e9rmino tradicional \u00abtiro de chicos\u00bb.<\/p>\n
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Pero los tiradores han mantenido una puerta trasera abierta. Porque: La participaci\u00f3n se limita inicialmente al a\u00f1o del aniversario.<\/p>\n
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Dentro de la Sch\u00fctzengesellschaft, la apertura inicialmente sigue siendo controvertida, como explica Claudio Gick. El ex vicepresidente y jefe de tiro de los muchachos solo se uni\u00f3 a la junta del club de rifles despu\u00e9s de esta decisi\u00f3n. Sin embargo, reconstruy\u00f3 la discusi\u00f3n en base a conversaciones y actas de reuniones.<\/p>\n
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\u201cHubo un campo de pros y contras. El presidente en ese momento estaba a favor, pero muchos tiradores experimentados estaban en contra\u201d, dice Gick. Pero el curso del fusilamiento de ni\u00f1os en 1991 demuestra que las fuerzas progresistas tienen raz\u00f3n. Los organizadores esperaban la participaci\u00f3n de 350 a 400 ni\u00f1as. Vinieron casi 1000.<\/p>\n
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\u00abAbrumador\u00bb fue el \u00e9xito, seg\u00fan la cr\u00f3nica de la Sch\u00fctzengesellschaft. \u00abY as\u00ed, al a\u00f1o siguiente, ninguna persona en su sano juicio pens\u00f3 en excluir a las ni\u00f1as nuevamente\u00bb.<\/p>\n
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