{"id":154264,"date":"2022-09-09T11:43:55","date_gmt":"2022-09-09T11:43:55","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/sin-reverencias-para-la-reina-la-visita-de-estado-de-isabel-ii-a-suiza-fue-legendaria-tambien-debido-a-algunas-verguenzas\/"},"modified":"2022-09-09T11:43:57","modified_gmt":"2022-09-09T11:43:57","slug":"sin-reverencias-para-la-reina-la-visita-de-estado-de-isabel-ii-a-suiza-fue-legendaria-tambien-debido-a-algunas-verguenzas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/sin-reverencias-para-la-reina-la-visita-de-estado-de-isabel-ii-a-suiza-fue-legendaria-tambien-debido-a-algunas-verguenzas\/","title":{"rendered":"Sin reverencias para la reina: la visita de estado de Isabel II a Suiza fue legendaria, tambi\u00e9n debido a algunas verg\u00fcenzas"},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

<\/p>\n
\n
\n

La Reina brit\u00e1nica visit\u00f3 la Confederaci\u00f3n en 1980. Una mirada atras.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

<\/p>\n

\n
<\/div>
\n
\n

\u00abCuna de la naci\u00f3n\u00bb: la reina Isabel II llega al R\u00fctliwiese el 2 de mayo de 1980 junto con el presidente federal Georges-Andr\u00e9 Chevallaz (izquierda) y el ministro del Interior Hans H\u00fcrlimann.<\/h2>\n

piedra clave<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

Con el avi\u00f3n especial de British Airways, llega flotando desde Londres, la Reina. Es el 29 de abril de 1980, pasadas las once y media. Ahora, a m\u00e1s tardar, los confederados republicanos se est\u00e1n apoderando de la fiebre de la nobleza, y esto en un grado que no se ha experimentado en este pa\u00eds desde la visita del emperador alem\u00e1n Wilhelm II en 1912. Isabel II, de 54 a\u00f1os, baja del avi\u00f3n con el pr\u00edncipe consorte Felipe. El presidente federal Georges-Andr\u00e9 Chevallaz recibe al importante visitante al son de \u00abGod save the Queen\u00bb en la pasarela de Kloten. Mientras tanto, la gente en las gradas ya est\u00e1 hablando de si la reina est\u00e1 vestida de azul real o azul pavo real.<\/p>\n

<\/p>\n

As\u00ed comienza una visita de Estado de cuatro d\u00edas que con raz\u00f3n se llama hist\u00f3rica. Isabel II es la primera jefa de Estado brit\u00e1nica en visitar oficialmente Suiza. La reina Victoria, que era tan poderosa que toda una era recibi\u00f3 su nombre, vino a Suiza central durante unas semanas en el verano de 1868 para relajarse. Pero lo hizo de inc\u00f3gnito, como \u00abLady Louise Kent, condesa de Kent\u00bb. Ahora su tataranieta la sigue en una misi\u00f3n estatal. \u00a1Y c\u00f3mo! La Reina recorrer\u00e1 m\u00e1s de 1000 kil\u00f3metros de ida y vuelta por todo el pa\u00eds, o mejor dicho: prisa. Pero la visita real tambi\u00e9n pasar\u00e1 a la historia como una curiosidad. Una \u00abvisita de estado de oportunidades perdidas\u00bb, como resumi\u00f3 m\u00e1s tarde el \u00abWeltwoche\u00bb. Gobernado por \u00abpolic\u00edas, notables y verg\u00fcenzas\u00bb.<\/p>\n

<\/p>\n

folklore deseado<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

Ya en 1976, los diplom\u00e1ticos brit\u00e1nicos sondearon a los confederados debido a la visita real. El Consejo Federal est\u00e1 satisfecho con este \u00abpunto culminante\u00bb de la relaci\u00f3n mutua. Sin embargo, se necesita tiempo para llegar a un acuerdo, porque no quiere ofender a la Reina si solicita una visita de regreso del Presidente Federal; en ese momento, el \u00abprimus inter pares\u00bb inter pares del gobierno en funciones no pod\u00eda viajar al exterior. . Cuando la diplomacia suiza lleg\u00f3 a la conclusi\u00f3n en la primavera de 1979 de que ten\u00edan que \u00abaceptar el deseo de la Reina\u00bb, la sensacional noticia lleg\u00f3 inmediatamente a los medios de comunicaci\u00f3n, a trav\u00e9s de una indiscreci\u00f3n en el departamento de asuntos exteriores. Londres \u00abno se divierte\u00bb, pero la verg\u00fcenza no pone en peligro la visita de la Reina.<\/p>\n

<\/p>\n

Un programa de visitas ha estado en proceso durante meses. Al final es \u00abuna especie de concordancia entre elementos del programa modelo suizo, propuestas brit\u00e1nicas y deseos de diferentes partes de Suiza\u00bb, escribe<\/a> el jefe federal de protocolo Hans-Jakob Kaufmann. Se puso en contacto con el centro nacional de tr\u00e1fico en una etapa temprana, despu\u00e9s de todo, el visitante importante deber\u00eda ser la mejor publicidad para Suiza: \u00abLa reina Isabel II y el pr\u00edncipe Felipe parecen, como se nos asegura, ser receptivos al folclore y los eventos tur\u00edsticos, entre otros. cosas.\u00bb<\/p>\n

<\/p>\n

El programa adjunto cubre alrededor de dos docenas de p\u00e1ginas, con estaciones en la ciudad federal de Berna, en el Castillo de Chillon en Montreux, en el Comit\u00e9 Internacional de la Cruz Roja en Ginebra, en la exposici\u00f3n de jardines \u00abGreen 80\u00bb en Basilea, en el R\u00fctli y finalmente en Z\u00farich. La mayor\u00eda de los viajes se realizan en el tren especial SBB, para el viaje ocasional en autom\u00f3vil se vuela en un Rolls-Royce Phantom VI rojo oscuro y negro, como corresponde a su estado. Las personas que se encuentran con la Reina reciben las instrucciones m\u00e1s precisas: d\u00f3nde pararse, qu\u00e9 ponerse, qu\u00e9 decir. En las \u00abDirectrices\u00bb dice, por ejemplo, que no se esperan \u00abreverencias ni reverencias cortesanas\u00bb de los suizos. Es \u00abgeneralmente com\u00fan\u00bb no dirigirse a la pareja real por su cuenta. Si se trata de una conversaci\u00f3n, el \u00absaludo a la Reina: la primera vez ‘Su Majestad’, las siguientes veces ‘Se\u00f1ora’ (pronunciado ‘M\u00e4-m’)\u00bb.<\/p>\n

<\/p>\n

\n
\"Protegido <\/div>
\n
\n

Protegido en todo momento por guardias de seguridad: Isabel II el 30 de abril de 1980 durante una escala en Wimmis, en el Oberland bern\u00e9s.<\/h2>\n

piedra clave<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

El sistema de seguridad es particularmente complejo. Recientemente, terroristas del IRA de Irlanda del Norte han llevado a cabo varios ataques contra representantes del reino. En Suiza, tambi\u00e9n preocupan las actividades de la RAF alemana y los j\u00f3venes rebeldes. Se estima que 2.000 polic\u00edas custodian a la Reina en todo momento, y el ej\u00e9rcito tambi\u00e9n est\u00e1 ayudando. La protecci\u00f3n tambi\u00e9n incluye un servicio de urgencias m\u00e9dicas y dentales, incluyendo hemoderivados con el grupo sangu\u00edneo de la reina. Cuando la Reina llega a Berna en tren despu\u00e9s de aterrizar en Kloten, se apostan francotiradores en los tejados alrededor del Palacio Federal. En las calles, como en todos los lugares donde aparecer\u00e1 la Reina, hay un ambiente de fiesta popular. Las campanas de la iglesia suenan, los saludos de armas est\u00e1n atronando desde el Kleine Schanze.<\/p>\n

<\/p>\n

Consejero federal grosero<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

En el Palacio Federal dice Presidente Chevallaz<\/a>: \u00abEn estos momentos de entusiasmo, estallan en el pueblo suizo los sentimientos mon\u00e1rquicos, que de otro modo les son negados\u00bb. la reina respondido<\/a>, fue un placer especial para ella ver por s\u00ed misma el hermoso pa\u00eds que su esposo y su hijo mayor, Charles, conoc\u00edan gracias a los deportes de invierno. Sin embargo, tambi\u00e9n enfatiz\u00f3 lo que los dos pa\u00edses ten\u00edan en com\u00fan, como la libertad del individuo, y le entreg\u00f3 al Presidente Federal una copia de la Carta Magna de 1215. El Consejo Federal le entreg\u00f3 un reloj de pulsera Longines engastado con 36 diamantes, que cubri\u00f3 el presupuesto de regalos para los jefes de estado al m\u00e1ximo: 10.000 francos. Hay una brida hecha a mano en Suiza para el pr\u00edncipe Felipe, amante de los caballos. Originalmente, quer\u00edan complacerlo con un arma de caza, pero luego descubrieron que las armas en cuesti\u00f3n solo se fabrican en Austria e Italia.<\/p>\n

<\/p>\n

La Reina y su s\u00e9quito est\u00e1n alojados en Landschl\u00f6sschen Lohn del Consejo Federal, cerca de Berna. El pr\u00edncipe consorte Felipe duerme all\u00ed en la misma cama de nogal en la que Winston Churchill so\u00f1\u00f3 con una Europa unida durante su legendaria visita a Suiza en 1946: \u00ab\u00a1Que surja Europa!\u00bb El gran banquete estatal con todo el Consejo Federal se lleva a cabo en el ayuntamiento de Berna (c\u00f3digo de vestimenta: esmoquin). Un gran s\u00e9quito medi\u00e1tico siempre forma parte de la fiesta, informando sobre cada gesto y cada frase, pero por supuesto tambi\u00e9n sobre la ropa de la reina: \u00bfDe qu\u00e9 colores son las ropas y los sombreros hoy?<\/p>\n

<\/p>\n

Esto lleva a un alboroto. El ministro de Finanzas Willi Ritschard, el socialdem\u00f3crata conocido por sus dichos concisos, piensa poco en la pompa mon\u00e1rquica, especialmente en el Primero de Mayo, D\u00eda del Trabajo. En un discurso distribuido a los medios con anticipaci\u00f3n, retumba: \u00abNo hago reverencias. Me sorprende bastante que tantos suizos compren los folletos que describen todo lo que viste una reina, hasta la ropa interior (…). Pero muchas personas se preocupan m\u00e1s por eso que por su propia digesti\u00f3n. Los suizos somos republicanos\u00bb.<\/p>\n

<\/p>\n

El presidente federal Chevallaz intervino de inmediato con Ritschard, en vano. El peri\u00f3dico \u00abDer Bund\u00bb critica: \u00abPara decirlo suavemente, este texto es vulgarmente de mal gusto\u00bb. Mientras tanto, Ritschard imita a los inocentes, \u00a1no fue una intenci\u00f3n personal contra la Reina! Tambi\u00e9n sabe que parte de la poblaci\u00f3n est\u00e1 de su parte, que se muestra molesta en cartas al editor por el despilfarro del dinero de los contribuyentes: \u201c\u00bfCu\u00e1nto nos cuesta este ding-a-ling? Le das a\u00fan m\u00e1s a una dama que podr\u00eda cambiar sus joyas. Posteriormente, el gobierno federal anunci\u00f3 la cantidad total de 85.000 francos, casi el doble de lo presupuestado originalmente.<\/p>\n

<\/p>\n

Con Tell en el R\u00fctli<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

Otro incidente ocurri\u00f3 el 1 de mayo en el \u00abGreen 80\u00bb de Basilea. La reina est\u00e1 plantando una haya cobriza en la exposici\u00f3n nacional de jardines, \u00abuna especie de mini-Disneylandia helv\u00e9tica conservadora\u00bb (\u00abBlick\u00bb). El Pr\u00edncipe Felipe y el Consejero Federal Kurt Furgler y su esposa tambi\u00e9n toman la pala, mientras el coro de hombres de St. Johann canta \u00abToda la vida fluye fuera de ti\u00bb. La reina va tan bien protegida que no se da cuenta de que unos 200 militantes de izquierda intentan interrumpir su actuaci\u00f3n con pancartas, bolsas de pintura, huevos y piedras. Cantan: \u00ab\u00a1Marcha, Reina flambeada!\u00bb o \u00ab\u00a1Reina, pi\u00e9rdete!\u00bb. Tambi\u00e9n hay una amenaza de bomba. Los guardias de seguridad entran en acci\u00f3n. Al igual que un d\u00eda despu\u00e9s, por cierto, cuando los manifestantes quer\u00edan molestar a la Reina en la entrada de Z\u00farich con m\u00fasica rock a todo volumen desde el techo de una casa, la polic\u00eda cort\u00f3 r\u00e1pidamente la electricidad.<\/p>\n

<\/p>\n

\n
\"\u201cUna <\/div>
\n
\n

\u201cUna especie de mini-Disneylandia suiza y sofocante\u201d: el 1 de mayo de 1980, la Reina brit\u00e1nica, en presencia del Ministro de Justicia Kurt Furgler, planta una haya cobriza en el \u201cGreen 80\u201d de Basilea.<\/h2>\n

piedra clave<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

Tambi\u00e9n se suscitan cr\u00edticas por el excesivo celo de la polic\u00eda. Durante la visita de Estado, se dijo que la reina, rigurosamente protegida, estaba \u00abdisgustada\u00bb porque casi solo ve las espaldas de los polic\u00edas de Suiza. Quiere poder mirar a la gente a los ojos. Los medios locales y brit\u00e1nicos coinciden en que el programa, el protocolo y la polic\u00eda llevaron a una visita de estado demasiado est\u00e9ril y distante.<\/p>\n

<\/p>\n

La Reina solo puede estar cerca de la gente en el R\u00fctli, la \u201ccuna de la naci\u00f3n\u201d. Lleg\u00f3 al prado en el lago de Lucerna el 2 de mayo con la \u00abCiudad de Lucerna\u00bb, y probablemente bien alimentada (\u00abbuf\u00e9 de granjero\u00bb en el barco: pierna de jam\u00f3n en masa, Lucerna C H\u00fcgelipastetli, lech\u00f3n, ensalada de pollo Thurgau, carne Innerschwyz ensalada, cerdo asado con ciruelas pasas, Appenzeller Mostbr\u00f6ckli, B\u00fcndnerfleisch, salami del Ticino y zampone). Se encuentra con m\u00fasicos de trompeta alpina, abanderados y artistas de la Tellspielgesellschaft. \u00abUn verdadero suizo central no come arenques\u00bb, dice el tipo de la barba y el vestido de piel, que imita a Wilhelm Tell, y, contrariamente al protocolo, saluda a la reina con un \u00abbuenos d\u00edas\u00bb. Isabel II se lo toma con calma.<\/p>\n

<\/p>\n

La reina equivocada<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

Por otro lado, Kurt H. Illi, el bullicioso director de tr\u00e1fico de Lucerne, fue recibido con abusos y desgracias por parte de las autoridades. Debido a que la Reina solo presenta sus respetos a la Ciudad de las Luces en un cuarto de hora – ese es el tiempo que necesita para llegar desde la estaci\u00f3n de tren con el Rolls-Royce por el muelle hasta la \u00abCiudad de Lucerna\u00bb – Illi organiza un evento internacional codiciado reina-doble. Con ella, no bene una mujer francesa, pasea tranquilamente frente a las vistas de la ciudad. Incluso los peri\u00f3dicos ingleses informan sobre el truco de marketing.<\/p>\n

<\/p>\n

La Embajada de Suiza en Londres sigue de cerca lo que se escribe sobre la visita de estado de la Reina. en el reporte final<\/a>que fue telegrafiado a Berna a finales de mayo de 1980, dice: \u00abEn resumen, la imagen de Suiza en la prensa brit\u00e1nica aparece como envidiable por su tranquilidad y prosperidad, a menudo farisaica, taca\u00f1a (desarrollo ayuda), a menudo extravagantes y, en algunos aspectos, aburridos, pero forasteros totalmente adorables\u00bb.<\/p>\n

<\/p>\n

Por otro lado, como dijo la Reina al despedirse de Suiza, fue beneficioso: \u201cNos llevaremos los mejores recuerdos de la calurosa acogida que nos brind\u00f3 el pueblo suizo\u201d.<\/p>\n

<\/p>\n

<\/p>\n
\n
\n
\n

La reina Isabel II y el pr\u00edncipe Felipe llegan al aeropuerto de Z\u00farich-Kloten el 29 de abril de 1980.<\/h2>\n

piedra clave<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n

<\/div>\n<\/div>\n

<\/p>\n

<\/div>\n


\n
Source link-58 <\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

La Reina brit\u00e1nica visit\u00f3 la Confederaci\u00f3n en 1980. Una mirada atras. \u00abCuna de la naci\u00f3n\u00bb: la reina Isabel II llega al R\u00fctliwiese el 2 de mayo de 1980 junto con…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":154265,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1],"tags":[370,478,1342,976,582,10846,107,581,44601,1474,4431,1583,44602,9879],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/154264"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=154264"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/154264\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":154266,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/154264\/revisions\/154266"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/154265"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=154264"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=154264"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=154264"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}