{"id":162152,"date":"2022-09-13T02:25:37","date_gmt":"2022-09-13T02:25:37","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/volveran-a-equivocarse-las-encuestas-en-2022\/"},"modified":"2022-09-13T02:25:38","modified_gmt":"2022-09-13T02:25:38","slug":"volveran-a-equivocarse-las-encuestas-en-2022","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/volveran-a-equivocarse-las-encuestas-en-2022\/","title":{"rendered":"\u00bfVolver\u00e1n a equivocarse las encuestas en 2022?"},"content":{"rendered":"


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Como dice el refr\u00e1n, los resultados de las elecciones son las \u00fanicas encuestas que realmente importan.
\n Foto: Joseph Prezioso\/AFP v\u00eda Getty Images<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\n

Parte del optimismo reciente de los dem\u00f3cratas sobre las elecciones intermedias de 2022 provino de acontecimientos de la vida real, incluido el desempe\u00f1o superior de los candidatos dem\u00f3cratas en elecciones especiales y la sensaci\u00f3n palpable de que el panorama del problema despu\u00e9s de Dobbs<\/em> el fin del derecho federal al aborto es significativamente m\u00e1s favorable para ellas. Pero la creencia de que nos acercamos a un t\u00e9rmino medio at\u00edpico en el que el partido del presidente podr\u00eda hacerlo bastante bien tambi\u00e9n se basa en las encuestas, particularmente en la boleta electoral gen\u00e9rica del Congreso, una aproximaci\u00f3n del voto popular nacional en la C\u00e1mara. Desde noviembre de 2021 hasta julio de 2022, los republicanos lideraron la boleta gen\u00e9rica en los promedios de RealClearPolitics. Pero ahora los dem\u00f3cratas tienen una ventaja del 0,4 por ciento en los promedios del RCP y un 1,3 por ciento m\u00e1s sustancial en los promedios de FiveThirtyEight. A los dem\u00f3cratas tambi\u00e9n les est\u00e1 yendo bastante bien en las encuestas p\u00fablicas de las contiendas individuales por el Senado. Sus candidatos lideran s\u00f3lidamente en Arizona, Pensilvania y Wisconsin, y por poco en Georgia, Nevada y Ohio; tambi\u00e9n son sorprendentemente competitivos en las encuestas de Florida y Carolina del Norte. La versi\u00f3n puramente basada en encuestas del pron\u00f3stico de FiveThirtyEight para 2022 les da a los dem\u00f3cratas un 80 por ciento de probabilidades de mantener el control del Senado y un 39 por ciento de posibilidades de aferrarse a la C\u00e1mara.<\/p>\n

Por contexto, las encuestas nos dicen que a los dem\u00f3cratas les est\u00e1 yendo casi tan bien como a Hillary Clinton en la recta final de la carrera presidencial de 2016; los pron\u00f3sticos de mitad de mandato m\u00e1s tremendamente optimistas se acercan a la avalancha que, seg\u00fan las encuestas, era probable que Joe Biden ganara en 2020. En otras palabras, gran parte del optimismo dem\u00f3crata se basa en la suposici\u00f3n de que las encuestas de 2022 son m\u00e1s precisas que las de 2016 o 2020. Y como Nate Cohn del New York Veces<\/em> se\u00f1ala, esa suposici\u00f3n podr\u00eda estar equivocada una vez m\u00e1s:<\/p>\n

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A principios del ciclo de 2020, notamos que Joe Biden parec\u00eda estar superando a la Sra. Clinton en los mismos lugares donde las encuestas la sobreestimaron cuatro a\u00f1os antes. Ese patr\u00f3n no significaba necesariamente que las encuestas estar\u00edan equivocadas \u2014podr\u00eda haber reflejado simplemente la fuerza prometida de Biden entre los votantes blancos de la clase trabajadora, por ejemplo\u2014 pero fue una se\u00f1al de advertencia.<\/p>\n

Esa se\u00f1al de advertencia vuelve a parpadear: los candidatos dem\u00f3cratas al Senado est\u00e1n superando las expectativas en los mismos lugares donde las encuestas sobreestimaron a Biden en 2020 y a Clinton en 2016.<\/p>\n<\/blockquote>\n

Sin duda, es una se\u00f1al de advertencia, particularmente en Arizona, Nevada, Ohio y Pensilvania, todos los estados disputados por el Senado en 2022 donde los errores en las encuestas a favor de los dem\u00f3cratas en 2016 y 2020 fueron bastante atroces. Pero no est\u00e1 claro por qu\u00e9 ocurrieron estos errores de sondeo en primer lugar. Despu\u00e9s de 2016, la sabidur\u00eda predominante fue que los encuestadores estaban submuestreando a los votantes blancos de la clase trabajadora donde Trump estaba obteniendo grandes ganancias sobre los candidatos republicanos anteriores. Muchos encuestadores cambiaron sus metodolog\u00edas para dar cuenta de ese problema, dejando a los analistas en conflicto y\/o desconcertados por los errores de encuesta a\u00fan mayores de 2020. Para ser claros, 2020 fue un a\u00f1o extra\u00f1o, con la explosi\u00f3n de la votaci\u00f3n por correo impulsada por una pandemia que hizo que las encuestas tradicionales (y m\u00e1s precisamente, las estimaciones de los patrones de participaci\u00f3n) significativamente m\u00e1s dif\u00edcil. Una autopsia realizada por cinco encuestadores de la campa\u00f1a dem\u00f3crata no lleg\u00f3 a una conclusi\u00f3n clara, aparte de se\u00f1alar que los errores de encuesta fueron m\u00e1s extremos en los estados republicanos. Una teor\u00eda completamente plausible fue que la interminable satanizaci\u00f3n de los medios de comunicaci\u00f3n y de todas las encuestas en las que no le estaba yendo bien por parte de Donald Trump llev\u00f3 a muchos de sus seguidores a negarse desproporcionadamente a participar en las encuestas, al igual que se negaron desproporcionadamente a emitir votos por correo despu\u00e9s del ataque de Trump a ese m\u00e9todo de votaci\u00f3n.<\/p>\n

Pero Trump no est\u00e1 en ninguna boleta electoral (directamente, al menos) en 2022, y vale la pena se\u00f1alar que las encuestas en 2018, la \u00faltima mitad de mandato cuando Trump estuvo en el cargo, fueron bastante precisas. En ese a\u00f1o, adem\u00e1s, los dem\u00f3cratas superaron su posici\u00f3n en las encuestas, ganando el voto popular nacional de la C\u00e1mara por un 8,4 por ciento despu\u00e9s de liderar la boleta gen\u00e9rica del Congreso por un 7,3 por ciento (en los promedios del RCP). Si las encuestas en estos d\u00edas subestiman sistem\u00e1ticamente la fuerza de los votantes republicanos, eso no deber\u00eda haber sucedido.<\/p>\n

Los errores de 2020 desencadenaron otro espasmo de conversaciones ignorantes (pero influyentes) sobre la abolici\u00f3n total de las encuestas o la reducci\u00f3n masiva de la confianza en ellas. Pero el desempe\u00f1o de las encuestas desde entonces ha sido dif\u00edcil de caracterizar limpiamente. Las encuestas publicadas estuvieron muy lejos de la realidad en las elecciones de destituci\u00f3n de gobernadores de California de septiembre de 2021, pero esta vez, el error t\u00edpico fue subestimar en gran medida la participaci\u00f3n dem\u00f3crata. En las elecciones estatales fuera de a\u00f1o de oto\u00f1o de 2021, las encuestas fueron bastante precisas en Virginia, pero no tanto en Nueva Jersey (donde los republicanos perdieron pero obtuvieron mejores resultados en las encuestas).<\/p>\n

En resumen, es dif\u00edcil predecir si las encuestas estar\u00e1n equivocadas en noviembre y, de ser as\u00ed, de qu\u00e9 manera se reducir\u00e1n los errores. El inconformista Nate Cohn claramente est\u00e1 tratando de arrojar agua fr\u00eda sobre el optimismo dem\u00f3crata al citar el error de la encuesta de 2016-2020 que subestim\u00f3 el voto republicano en ciertos estados que est\u00e1n celebrando elecciones cruciales para el Senado en 2022. Y puede tener raz\u00f3n si la desconfianza incesante y cada vez mayor entre los republicanos de todas las instituciones electorales, desde los dise\u00f1adores de boletas hasta los contadores de votos, los analistas de los medios y los encuestadores, que hemos visto desde noviembre de 2020 significa que la base republicana ahora eludir\u00e1 rutinariamente las encuestas. m\u00e1s r\u00e1pido de lo que los encuestadores pueden ajustar por su ausencia en las muestras. Las dudas que tenemos sobre las encuestas reflejan dudas m\u00e1s amplias sobre el \u201cefecto Trump\u201d en 2022. No est\u00e1 en la boleta, pero est\u00e1 muy presente en el discurso pol\u00edtico, e incluso como un fantasma mal\u00e9volo, puede haber cambiado permanentemente la forma de pensar de sus seguidores. sobre votar, responder encuestas o (faltar) el respeto a los resultados electorales.<\/p>\n

Como siempre, es inteligente prestar atenci\u00f3n a los promedios de las encuestas en lugar de las encuestas individuales; tomar en serio los m\u00e1rgenes de error; y recordar que los factores estructurales (como la manipulaci\u00f3n en las contiendas por la C\u00e1mara y el Colegio Electoral en las contiendas presidenciales) significan que no se pueden convertir mec\u00e1nicamente los votos populares en resultados. Una cosa es segura: la industria de las encuestas est\u00e1 rezando por un buen a\u00f1o en t\u00e9rminos de precisi\u00f3n, para que no consignemos el an\u00e1lisis preelectoral y la interpretaci\u00f3n postelectoral a los terriblemente arbitrarios dioses del giro y el cumplimiento de los deseos.<\/p>\n

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