<\/picture>\n <\/div>\n<\/p><\/div>\nMarilyn Monroe era a la vez hermosa y brutal. A lo largo de su corta vida, que termin\u00f3 despu\u00e9s de 36 a\u00f1os de un aparente suicidio, encarn\u00f3 la contradicci\u00f3n de ser una de las figuras p\u00fablicas m\u00e1s queridas y maltratadas del mundo. En su vida y arte, su dolor aliment\u00f3 su glamour. La brutalidad de su infancia \u2014una madre esquizofr\u00e9nica que no la quer\u00eda, un padre que la abandon\u00f3 antes de que ella naciera, probablemente abuso en un hogar de acogida\u2014 cre\u00f3 en la joven Norma Jeane Baker una especie de necesidad primordial de transformarse a s\u00ed misma y a su vida en el polo opuesto de toda esa mugre angustiosa. En pel\u00edculas, revistas e imaginaciones, una vez Norma, ahora Marilyn se convirti\u00f3 en sin\u00f3nimo de feminidad suave: tetas, trasero, pesta\u00f1as; piel, seda, diamantes. Ella era la estetizaci\u00f3n del dolor femenino encarnado, y esto es fundamental para nuestra fascinaci\u00f3n perdurable con ella casi 60 a\u00f1os despu\u00e9s de su muerte.<\/p>\n
En la iteraci\u00f3n m\u00e1s reciente de esta obsesi\u00f3n, la pel\u00edcula biogr\u00e1fica semificticia de Netflix, Rubio<\/em>, la violencia y el anhelo juegan a quemarropa. Hay violaciones superficiales, mamadas drogadas y un feto parlante profundamente inquietante en la versi\u00f3n cinematogr\u00e1fica de Andrew Dominik de la vida de Marilyn, que fue adaptada de la biograf\u00eda semificticia aclamada por la cr\u00edtica de Joyce Carol Oates. Pero las partes m\u00e1s dif\u00edciles de ver son la esperanza de que no morir\u00e1 en el rostro de Marilyn y el deseo de ser amado que vibra visiblemente justo debajo de su superficie. Es incompatible con la historia que nos contamos sobre la curaci\u00f3n, la autodeterminaci\u00f3n y la independencia de la mujer: que un \u00edcono que se hizo a s\u00ed misma de manera tan completa a\u00fan podr\u00eda pasar su vida esperando a ser elegida. A diferencia de otros \u00edconos de su \u00e9poca, Lauren Bacall, Katherine Hepburn, ella no se trataba de hacer que los hombres se dieran cuenta de que hab\u00edan encontrado m\u00e1s que su pareja en una mujer. Marilyn se trataba de algo que ya hab\u00eda comenzado a caer en desgracia a mediados del siglo XX y ha seguido perdiendo popularidad desde entonces, que es la idea de que una mujer necesita que un hombre la ame.<\/p>\nes dif\u00edcil culpar Rubio’<\/em>Soy Marilyn por sentirse as\u00ed, dadas las particularidades de su vida. Su madre, Gladys, fue abandonada por su padre antes de que ella naciera. Gladys cre\u00eda que si no fuera por su hija, \u00e9l se habr\u00eda quedado, y no se avergonz\u00f3 de compartir esto con Norma Jeane. Gladys en la vida real era una madre soltera con poco dinero y esquizofrenia, hechos Rubio<\/em> extrapola de para representar a una madre que intenta asesinar a su hija en una escena y en otra lleva a Norma Jeane a las colinas de Hollywood en llamas durante un brote psic\u00f3tico, descuidada y salvaje de rabia. La Gladys real, como la ficticia, finalmente fue confinada a instituciones mentales. En su madre, la joven Marilyn vio el doble peligro de dejar que el dolor se expresara sin mediaci\u00f3n y de emprender una vida sin un hombre.<\/p>\nNo ten\u00eda la intenci\u00f3n de permitir que le sucediera ninguna de esas cosas. La historia est\u00e1 repleta de mujeres que quer\u00edan m\u00e1s para s\u00ed mismas que lo poco que les daban, pero la psiquiatr\u00eda es clara: Superar la epigen\u00e9tica del abuso es un proceso arduo y t\u00edpicamente de por vida. La delgada l\u00ednea entre Marilyn y su madre es que solo Marilyn encontr\u00f3 una manera de estetizar su dolor. Para usarlo como combustible para convertirse en lo que el mundo quer\u00eda de una mujer: una pinup d\u00f3cil dispuesta a sonre\u00edr, al menos por un rato, en la cara de la obscenidad. Por el contrario, el dolor de Gladys se hundi\u00f3 en su interior, convirti\u00e9ndola en la mujer demacrada, rabiosa y poco maternal que las sociedades han evitado, marginado y encerrado desde el inicio del mundo.<\/p>\n