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La guarnici\u00f3n nizar\u00ed<\/span> en Gird Castle resisti\u00f3 la horda mongola de Hulagu Khan durante 17 a\u00f1os antes de rendirse en diciembre de 1270. La fortaleza se elev\u00f3 300 metros sobre las llanuras circundantes del actual este de Ir\u00e1n, con tres anillos de fortificaciones que encierran su base. Pero la escasez de suministros y un brote de c\u00f3lera obligaron a los defensores a abandonar sus puestos despu\u00e9s de uno de los asedios m\u00e1s largos de la historia medieval.<\/p>\n Ochocientos a\u00f1os despu\u00e9s, las fortificaciones restantes en Gird Castle se enfrentan al ataque de un nuevo invasor: la arena. Durante los \u00faltimos tres meses, Bijan Rouhani, arque\u00f3logo de la Universidad de Oxford, ha estado monitoreando unos 700 sitios en la regi\u00f3n iran\u00ed de Sist\u00e1n utilizando im\u00e1genes satelitales. Su comparaci\u00f3n de fotos de la inteligencia estadounidense tomadas en 1977 y las im\u00e1genes m\u00e1s recientes de Google Earth del \u00e1rea muestra el avance de vastas dunas que ahora casi entierran la fortaleza de Gird.<\/p>\n Este verano, la sequ\u00eda ha revelado una serie de sitios arqueol\u00f3gicos previamente ocultos, ya que los bajos niveles de agua han permitido a los arque\u00f3logos acceder a ruinas hist\u00f3ricas en Espa\u00f1a, Irak y China. Pero as\u00ed como el cambio clim\u00e1tico da, tambi\u00e9n quita: el aumento del calor est\u00e1 da\u00f1ando algunos sitios antiguos y estimulando la desertificaci\u00f3n que est\u00e1 enterrando a otros, entre ellos el Castillo Gird. Es un problema creciente con pocas soluciones comprobadas.<\/p>\n \u201cPodemos ver muchos otros sitios desde la Edad del Bronce hasta los per\u00edodos isl\u00e1micos en el \u00e1rea, as\u00ed como r\u00edos y canales antiguos\u201d, dice Rouhani. \u201cLa mayor\u00eda de estos sitios ahora est\u00e1n enterrados bajo la arena y se ven afectados por el viento de arena de 120 d\u00edas cada a\u00f1o\u201d.<\/p>\n La antigua ciudad de Zahedan Kohneh ha corrido la misma suerte que el Castillo Gird. Fue la capital de Sist\u00e1n cuando Gird cay\u00f3 ante los mongoles y una vez fue una de las ciudades m\u00e1s grandes de Ir\u00e1n; hoy est\u00e1 cubierta por una creciente capa de arena. Los arque\u00f3logos que monitorean sitios en otras regiones, pa\u00edses y continentes informan historias similares. Ahmed Mutasim Abdalla Mahmoud, investigador especializado en el movimiento de la arena en la Universidad de Nottingham, dice que la arena representa la mayor amenaza para las pir\u00e1mides nubias de Sud\u00e1n, construidas hace unos 4.500 a\u00f1os. Advierte que las 200 pir\u00e1mides en El Kurru, Jebel Barkal y Meroe en el r\u00edo Nilo pronto podr\u00edan desaparecer bajo la arena.<\/p>\n \u201cLa amenaza se ha visto exacerbada por el cambio clim\u00e1tico, que ha hecho que la tierra sea m\u00e1s \u00e1rida y las tormentas de arena sean m\u00e1s frecuentes\u201d, escribe en The Conversation. \u201cLas arenas en movimiento pueden engullir casas enteras en las zonas rurales de Sud\u00e1n y cubrir campos, canales de riego y riberas de r\u00edos\u201d.<\/p>\n Mahmoud y otros arque\u00f3logos reconocen que la gente de estas \u00e1reas ha luchado contra la invasi\u00f3n de las dunas de arena durante milenios. Pero los cient\u00edficos del clima no dejan dudas de que la actividad humana est\u00e1 acelerando la desertificaci\u00f3n. Algunos pronostican que al ritmo actual, las emisiones har\u00e1n que la regi\u00f3n de Medio Oriente y \u00c1frica del Norte se caliente 4 grados cent\u00edgrados en los pr\u00f3ximos 30 a\u00f1os. Estas temperaturas en aumento provocan sequ\u00edas, y las sequ\u00edas transforman la tierra en desierto. M\u00e1s de dos tercios de la masa terrestre de Ir\u00e1n muestra ahora una susceptibilidad \u201calta\u201d o \u201cmuy alta\u201d a la desertificaci\u00f3n.<\/p>\n<\/div>\n