{"id":205544,"date":"2022-10-01T00:20:06","date_gmt":"2022-10-01T00:20:06","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/los-rituales-de-tyshawn-sorey-se-apoderan-de-la-armeria\/"},"modified":"2022-10-01T00:20:08","modified_gmt":"2022-10-01T00:20:08","slug":"los-rituales-de-tyshawn-sorey-se-apoderan-de-la-armeria","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/los-rituales-de-tyshawn-sorey-se-apoderan-de-la-armeria\/","title":{"rendered":"Los rituales de Tyshawn Sorey se apoderan de la armer\u00eda"},"content":{"rendered":"


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Derick \u201cSpectacular Slicc\u201d Murreld en Luz monocrom\u00e1tica.<\/em>
\n Foto: Stephanie Berger<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\n

Reduzca la velocidad de una pulsaci\u00f3n lo suficiente, extr\u00e1igala lo suficiente y el cerebro comenzar\u00e1 a llenar las extensiones con grietas y patrones. Tyshawn Sorey\u00b4s Luz monocrom\u00e1tica<\/em>, un tramo ininterrumpido de 90 minutos de casi quietud que llena el abismo del Drill Hall en Park Avenue Armory, comienza a fracturarse de esa manera unos minutos despu\u00e9s, de modo que las canciones y sonatas en miniatura toman forma entre ritmos como pilares. Los acordes sostenidos de un coro recorren los colores arm\u00f3nicos a un ritmo tan glacial que puedes escuchar las disonancias temblar. El bar\u00edtono Davone Tines deconstruye el himno \u201cA veces me siento como un ni\u00f1o sin madre\u201d en sus intervalos y fonemas separados. Un solo de viola interpola peque\u00f1os conciertos de cinco segundos y luego cae en el silencio. El piano y la celesta suenan espasm\u00f3dicamente, desplegando todo el ciclo de vida de un sonido a medida que se forma, brilla y se disipa. Un percusionista emite un trueno silencioso en los timbales.<\/p>\n

Sorey y el director Peter Sellars, que envuelve la partitura con movimiento, danza, pintura y luz, describen la obra como un \u201critual\u201d. Y s\u00ed, idealmente, te deslizar\u00edas a la caverna oscura desde la calle fren\u00e9tica, dejar\u00edas que el ritmo card\u00edaco descienda y la mente se aclare, y absorber\u00e1s la arquitectura de la pieza. Estoy seguro de que muchos en la audiencia tuvieron esa experiencia, pero despu\u00e9s de una hora m\u00e1s o menos, me encontr\u00e9 luchando por disipar la impaciencia, deseando que la m\u00fasica se construyera, espesara y acelerara el ritmo, para darme alg\u00fan evento para enganchar. sobre. No hizo ninguna de esas cosas porque Sorey tiene la confianza para ce\u00f1irse a la lentitud y la duraci\u00f3n y dejar que la audiencia se encargue de ello. \u201cLo que experimentan depende de qui\u00e9nes son\u201d, dijo Sorey al cr\u00edtico de jazz Nate Chinen. \u201cY si quien es es una persona que est\u00e1 interesada en ver c\u00f3mo esto podr\u00eda afectarlo, o cu\u00e1l es su relaci\u00f3n con \u00e9l, no le queda m\u00e1s remedio que aceptar lo que la totalidad de todo significa para \u00e9l. Requiere que profundicen m\u00e1s en s\u00ed mismos\u201d. En otras palabras, si me irrito, es porque soy superficial.<\/p>\n

Luz monocrom\u00e1tica<\/em> comenz\u00f3 como un doble homenaje: a la Capilla Rothko, el espacio ecum\u00e9nico en Houston bordeado con pinturas casi negras donde una versi\u00f3n anterior recibi\u00f3 su primera presentaci\u00f3n, y a la \u201cCapilla Rothko\u201d, una media hora de m\u00fasica silenciosa y reverente del compositor Morton Feldman. Para el estreno de la secuela en Nueva York, Sorey ampli\u00f3 dr\u00e1sticamente la partitura y Sellars la modific\u00f3 con dimensiones visuales, f\u00edsicas y arquitect\u00f3nicas. Ocho grandes cuadros de Julie Mehretu cuelgan del techo y encierran al p\u00fablico como las paredes de la capilla octogonal de Houston. En lugar del carb\u00f3n sombr\u00edo de Rothko, las abstracciones de Mehretu vibran con manchas y madejas de color, cambiando de tonalidad bajo la iluminaci\u00f3n de James Ingalls. Frente a cada lienzo, un bailar\u00edn solista, coreografiado por Reggie \u201cRegg Roc\u201d Gray, traduce el movimiento pintado en las expresivas contorsiones y deslizamientos del baile callejero nacido en Brooklyn conocido como flexn. A veces, los bailarines ruedan bajo las pantallas pintadas y reaparecen al otro lado como sombras, con los miembros doblados como pinceladas negras animadas. Tines canta mientras procesiona al paso de un sumo sacerdote alrededor del per\u00edmetro elevado, luego avanza por el pasillo hasta el centro donde Sorey, con una t\u00fanica ceremonial, preside a los m\u00fasicos.<\/p>\n

Toda esta pompa se esfuerza por compensar el fr\u00edo sereno de la m\u00fasica, pero termina socav\u00e1ndolo con una especie de pompa nerviosa. Al final, prefer\u00ed cerrar los ojos y dejar que los sonidos de vidrieras de alto brillo de Sorey aterrizaran en el o\u00eddo y se prolongaran todo el tiempo que quisieran, incluso mientras me reprochaban por no rendirme a su magia meditativa.<\/p>\n<\/p><\/div>\n


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