Una demanda inusual entre la tatuadora Catherine Alexander y Take-Two Interactive ha concluido con una victoria para Alexander, quien argument\u00f3 con \u00e9xito que WWE 2K16, WWE 2K17 y WWE 2K18 reprodujeron su trabajo sin su permiso.<\/p>\n
Las ra\u00edces del caso se remontan a 2009, cuando Alexander intent\u00f3 negociar un acuerdo de licencia con el editor de juegos Take-Two Interactive para los tatuajes que le hab\u00eda hecho al luchador profesional Randy Orton entre 2002 y 2008. Take-Two rechaz\u00f3 la propuesta. pero le ofreci\u00f3 $450 por el derecho a usar las im\u00e1genes; ella se neg\u00f3, pero Take-Two sigui\u00f3 adelante y los us\u00f3 de todos modos.<\/p>\n