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Sergei Gerasimov est\u00e1 resistiendo en Kharkiv. En su diario de guerra, el escritor ucraniano relata la horrible, incluso absurda, vida cotidiana en una ciudad que fue bombardeada hasta hace poco.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n
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\u00abYo tambi\u00e9n estoy harto, as\u00ed que no nos escondamos y no interrumpamos nuestro paseo\u00bb. \u2013 En J\u00e1rkov, abril de 2022.<\/h2>\n Alkis Konstantinidis \/ Reuters<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
20 de junio de 2022<\/p>\n
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Estoy viendo carpas en la piscina de una pescader\u00eda. Parecen estar nadando sin rumbo, pero en realidad quieren vivir como t\u00fa y como yo, e inventan sus estrategias para sobrevivir.<\/p>\n
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Uno de ellos me mira desde un rinc\u00f3n inferior: sabe muy bien que la telara\u00f1a o la mano humana rara vez llegan all\u00ed. Otro nada bajo la superficie, jadeando por aire para aguantar m\u00e1s tiempo. Un tercero casi se ha ido y apenas tiene fuerzas para mover la cola, aunque no quiere nadar boca arriba.<\/p>\n
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Los peque\u00f1os me miran con la expresi\u00f3n: \u00bfC\u00f3mo puede pasar esto? \u00a1Soy muy joven para morir! Y un pesado pez viejo con las aletas rotas los mira condescendiente: As\u00ed es la vida, mis peque\u00f1os. Solo ac\u00e9ptalo.<\/p>\n
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Cualquiera que sea su estrategia, su final es el mismo: un hombre con un delantal impermeable los agarra por las branquias o por los ojos, se los muestra a un cliente y luego los golpea en la cabeza con un martillo. Y, sin embargo, nunca dejar\u00e1n de inventar estrategias de supervivencia y de darles sentido. Es realmente dif\u00edcil morir cuando no le ves ning\u00fan sentido.<\/p>\n
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Kharkiv ahora est\u00e1 siendo bombardeado a\u00fan m\u00e1s fuerte. Hace unos d\u00edas jugamos tenis en la cancha que de alguna manera logramos restaurar, y todo el tiempo las armas estaban golpeando, y los graduados tambi\u00e9n estaban golpeando. La plaza est\u00e1 en la parte norte, ahora casi desierta de la ciudad.<\/p>\n
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Vimos calles vac\u00edas en la zona y edificios que parec\u00edan vac\u00edos porque algunas de las ventanas estaban rotas. Jugar al tenis es nuestra estrategia de supervivencia: si tienes que sentarte en una habitaci\u00f3n durante meses sin moverte, tu cuerpo se descarga como una bater\u00eda. Su coraz\u00f3n comienza a latir m\u00e1s r\u00e1pido, se ve mucho mayor y siente dolor en muchos lugares inesperados. Por eso jugamos al tenis, independientemente de las armas y los grados.<\/p>\n
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La estrategia de supervivencia m\u00e1s com\u00fan, y la \u00fanica que funciona, resulta ser la huida. Unas 500.000 personas, quiz\u00e1s muchas m\u00e1s, han huido de Kharkiv. En la casa donde vivimos, tres de cada cuatro apartamentos est\u00e1n vac\u00edos.<\/p>\n
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Es una sensaci\u00f3n extra\u00f1a estar solo en la casa subiendo las escaleras por la noche unos minutos antes del toque de queda. Ya est\u00e1 oscuro; No enciendo la luz porque no se permite luz despu\u00e9s de las 10 de la noche; el silencio lo impregna todo y hace que todo el edificio sea ac\u00fasticamente transparente. A trav\u00e9s de muchas paredes puedo escuchar a alguien hablando o caminando, y puedo escuchar claramente a un perro ladrando a unas veinte habitaciones de distancia.<\/p>\n
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Algunas personas en Kharkiv no han salido de sus s\u00f3tanos o refugios antia\u00e9reos durante casi cuatro meses. En su mayor\u00eda son viejos o neur\u00f3ticos o no tienen ad\u00f3nde ir. No es una buena estrategia para sobrevivir, porque si un misil golpea una pared sobre un s\u00f3tano lleno de gente, la mayor\u00eda de ellos est\u00e1n condenados.<\/p>\n
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Pero tambi\u00e9n ocurren milagros. Una mujer que sobrevivi\u00f3 bajo cientos de toneladas de bloques de hormig\u00f3n derrumbados dice que los escombros la presionaron por todos lados con tanta fuerza que no pod\u00eda moverse y apenas pod\u00eda respirar. La \u00fanica parte de su cuerpo que se sent\u00eda libre era la parte inferior de su pierna. Sac\u00f3 algo de madera con \u00e9l y comenz\u00f3 a tocarlo. Llam\u00f3 a la puerta durante tres horas antes de que la oyeran. Tuvo m\u00e1s suerte que la carpa en el acuario.<\/p>\n
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Es tarde en la noche. Lena y yo caminamos por la calle. El sol ya se ha puesto. El aire es fresco y huele a jazm\u00edn. En alg\u00fan lugar a lo lejos suena la alarma antia\u00e9rea, luego suena otra, mucho m\u00e1s cerca. Algo malo viene de esta direcci\u00f3n.<\/p>\n
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\u00ab\u00a1Estoy tan harta de todo esto!\u00bb, dice Lena.<\/p>\n
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Yo tambi\u00e9n estoy harto, as\u00ed que no nos escondamos ni interrumpamos nuestro paseo. Disfrutamos de la belleza de las flores y el aroma del jazm\u00edn.<\/p>\n
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\u00abSi ves una explosi\u00f3n, t\u00edrate inmediatamente\u00bb, le digo a Lena. \u00abNo pienses ni dudes, solo cae\u00bb.<\/p>\n
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Esta es nuestra estrategia de supervivencia ahora.<\/p>\n
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