JONATHAN NACKSTRAND \/ AFP<\/span> <\/figcaption><\/figure>\nEn una ensalada, en su tostada por la ma\u00f1ana o en un plato: los suecos comen tomates en verano e invierno. En cuanto vuelve el buen tiempo, la producci\u00f3n local, en invernaderos, cubre el 30% de las necesidades. En invierno, el 97% de los tomates se importan, principalmente de los Pa\u00edses Bajos, pero tambi\u00e9n de Espa\u00f1a o Marruecos. El 3% restante -unas 30 toneladas semanales- proceden de los invernaderos de la empresa Nordic Greens, en Trelleborg, al sur del pa\u00eds.<\/p>\n Leer tambi\u00e9n <\/span> Art\u00edculo reservado para nuestros suscriptores<\/span><\/span> En Andaluc\u00eda, sumergirse en el infierno de los invernaderos de tomate ecol\u00f3gico <\/span> <\/section>\nPero este invierno, por primera vez desde 2014, los consumidores tendr\u00e1n que prescindir de \u00e9l. Una vez recogidos los \u00faltimos tomates de verano, a finales de octubre, los invernaderos se vaciar\u00e1n y limpiar\u00e1n a fondo, antes de que se reanude la producci\u00f3n en primavera. El motivo: el coste de la electricidad, que es demasiado elevado para asegurar la rentabilidad de un cultivo de invierno.<\/p>\n
Junto a los invernaderos, dos grandes calderas de le\u00f1a producen la energ\u00eda necesaria para calentar los edificios con una superficie equivalente a veintiocho campos de f\u00fatbol. Pero cuando el sol sale a las 8:30 a. m. y se pone a las 3:45 p. m. en diciembre, la luz del d\u00eda no es suficiente para cultivar tomates. Entonces es necesario encender los cientos de l\u00e1mparas LED colgadas en los techos de cristal.<\/p>\nLea tambi\u00e9n:<\/span> Art\u00edculo reservado para nuestros suscriptores<\/span><\/span> Las granjas verticales, un modelo controvertido para la agricultura del ma\u00f1ana <\/span> <\/section>\nSin embargo, no es solo el precio de la electricidad lo que ha aumentado: la inflaci\u00f3n tambi\u00e9n afecta a las semillas, las plantas y los fertilizantes. El coste de los envases ha aumentado un 50% en los \u00faltimos meses. El de la urea, utilizada para el tratamiento del \u00f3xido de nitr\u00f3geno en chimeneas de calderas, ha pasado \u00abde 2 a 11 coronas <\/em>[de 0,18 \u00e0 1,01 euros] el kilo \u00bb<\/em>. El administrador del sitio, Mindaugas Krasauskas, de 43 a\u00f1os, dibuja un gr\u00e1fico en una pizarra. Nacido en Lituania, empez\u00f3 aqu\u00ed como temporero hace unos veinte a\u00f1os.<\/p>\n\nLa inflaci\u00f3n tambi\u00e9n afecta a semillas, plantas y fertilizantes<\/p>\n<\/blockquote>\n
Entre abril y octubre, explica, los invernaderos consumen 300 MWh de electricidad al mes. En invierno, las necesidades se multiplican por cuatro, hasta llegar a los 1.200 MWh. Hasta 2021, Nordic Greens pagaba alrededor de 60 c\u00e9ntimos de corona por kWh, o 1 mill\u00f3n de coronas al a\u00f1o. \u201cLuego, los precios comenzaron a fluctuar, subiendo hasta 2,50 coronas. Desde agosto hemos pasado a 3,60 coronas de media, con picos de 5-6 coronas, en determinados d\u00edas, diez veces m\u00e1s de lo que pag\u00e1bamos antes de 2021.<\/em><\/p>\nA este nivel, cultivar tomates en invierno ya no tiene ning\u00fan inter\u00e9s, asegura el Sr. Krasauskas. Porque si los clientes est\u00e1n dispuestos a pagar un poco m\u00e1s por productos locales, existen l\u00edmites: \u201cLos tomates no son como la leche o la carne, que los consumidores seguir\u00e1n comprando, aunque suban los precios. Si pasamos los costos a los clientes, comprar\u00e1n otra cosa. \u00bb<\/em><\/p>\nTe queda el 28,96% de este art\u00edculo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.<\/strong><\/p>\n<\/p><\/div>\n
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