\/<\/span> Este robot Kiwibot est\u00e1 esperando que lo carguen con mi muffin. Luego, un trabajador lo llev\u00f3 al otro lado de la calle en el scooter.<\/div>\nTimoteo B. Lee<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n\n<\/aside>\n<\/p>\n
Hab\u00eda estado siguiendo al robot durante unos cinco minutos cuando pareci\u00f3 perderse irremediablemente.<\/span><\/p>\nEl veh\u00edculo de cuatro ruedas, del tama\u00f1o y la forma de una hielera grande, navegaba por el campus de la Universidad de Howard en Washington, DC. Una pantalla digital en el frente mostraba un par de ojos de dibujos animados pixelados, pero el robot estaba luchando por comprender su entorno.<\/span><\/p>\nEl robot se detuvo repetidamente, dio la vuelta, volvi\u00f3 sobre sus pasos y volvi\u00f3 a girar. Cuando lleg\u00f3 a una intersecci\u00f3n, parec\u00eda tener miedo de cruzar la calle. En cambio, dio la vuelta y retrocedi\u00f3 unos 200 pies antes de congelarse una vez m\u00e1s.<\/span><\/p>\nFinalmente, una mujer joven se subi\u00f3 a un scooter y recogi\u00f3 al robot confundido. Me identifiqu\u00e9 como reportero y le dije que recientemente hab\u00eda pedido una magdalena para que la entregara un robot. Me enter\u00e9 de que el robot, fabricado por una empresa llamada Kiwibot, no maneja bien el tr\u00e1fico vehicular. Necesitaba ayuda para cruzar la calle para poder recoger mi muffin. As\u00ed que la mujer sali\u00f3 disparada en su scooter con el robot en equilibrio frente a ella.<\/span><\/p>\nLa alcanc\u00e9 y la vi poner mi muffin en el robot, poner el robot de nuevo en su scooter y cruzar la calle una vez m\u00e1s. Luego, el robot se dirigi\u00f3 al punto de entrega elegido, donde pude recuperar la magdalena sin m\u00e1s dificultad.<\/span><\/p>\nEsto no parec\u00eda un negocio viable, al menos no todav\u00eda. Se supone que los robots ahorran trabajo humano, y este robot no estaba haciendo eso.<\/span><\/p>\nPero otra compa\u00f1\u00eda de robots para aceras parece estar mucho m\u00e1s avanzada. Dos semanas antes de mi visita a Howard, conduje hasta Fairfax, Virginia, donde docenas de robots entregaban comida en el campus de la Universidad George Mason. Consegu\u00ed que uno de ellos me entregara una dona sin ninguna dificultad y vi muchos robots cruzar las calles sin ayuda.<\/span><\/p>\nLos robots de George Mason provienen de una startup llamada Starship. Ryan Tuohy, director comercial de la empresa, me dijo que la empresa tiene 2000 robots en funcionamiento en todo el mundo, frente a los 700 de hace dos a\u00f1os. Y dijo que la compa\u00f1\u00eda est\u00e1 planeando un r\u00e1pido crecimiento en los pr\u00f3ximos meses. <\/span><\/p>\n\u201cLa econom\u00eda de nuestra unidad\u201d, es decir, el costo por entrega de ejecutar el servicio, \u201cest\u00e1 ahora en el punto en el que se me permite expandirme tan r\u00e1pido como podamos\u201d, dijo Tuohy a Ars en una entrevista telef\u00f3nica. \u201cYa sabemos cu\u00e1les son los pr\u00f3ximos campus, cu\u00e1les son las pr\u00f3ximas ciudades, todas estas cosas. Es cuesti\u00f3n de que los robots salgan de la l\u00ednea y contraten gente para estas \u00e1reas\u201d.<\/span><\/p>\nDespu\u00e9s de m\u00e1s de cinco a\u00f1os informando sobre tecnolog\u00edas de conducci\u00f3n aut\u00f3noma, he aprendido a ser esc\u00e9ptico cuando las empresas me dicen que est\u00e1n al borde de la comercializaci\u00f3n a gran escala. Pero despu\u00e9s de ver los robots de Tuohy en acci\u00f3n, le creo.<\/span><\/p>\nDurante los pr\u00f3ximos dos a\u00f1os, espero que muchos m\u00e1s campus universitarios presenten robots Starship. Y durante la pr\u00f3xima d\u00e9cada o dos, espero que tecnolog\u00eda como esta tambi\u00e9n est\u00e9 ampliamente disponible fuera del campus.<\/span><\/p>\n