Fotograf\u00eda: Alexander Ermochenko\/Reuters<\/span><\/figcaption><\/p>\n<\/figure>\nVladimir Putin se ha convencido a s\u00ed mismo de que la \u201creunificaci\u00f3n\u201d del sureste de Ucrania y Rusia es una inevitabilidad hist\u00f3rica, tan obvia que merecer\u00e1 solo un p\u00e1rrafo en el heroico libro de texto que est\u00e1 escribiendo en su cabeza. Pero el reciente anuncio del Kremlin de que la gran mayor\u00eda de los residentes de las provincias de Luhansk, Donetsk, Zaporizhzhia y Kherson votaron a favor de separarse y unirse a Rusia es producto de una fantas\u00eda absurda. Esto es obvio para los residentes de la regi\u00f3n dispersos por la guerra e incluso para m\u00ed, que pas\u00e9 los \u00faltimos seis a\u00f1os trabajando en proyectos humanitarios y de desarrollo en Sievierodonetsk, la capital temporal del oblast de Luhansk.<\/p>\n
Esto se debe a que este rinc\u00f3n m\u00e1s oriental de Ucrania siempre ha sido el lugar donde las cuestiones de su identidad nacional y su enredo cultural con Rusia han quedado m\u00e1s al descubierto.<\/p>\n
En 2014, hubo una alienaci\u00f3n pol\u00edtica generalizada en la regi\u00f3n de Luhansk despu\u00e9s de la revoluci\u00f3n Euromaidan en Kyiv. Cuando fueron encuestados, la mayor\u00eda de los residentes de la regi\u00f3n cuestionaron la legitimidad del nuevo gobierno. Rusia aprovech\u00f3 esta alienaci\u00f3n para atraer a miles de ellos a las estructuras paramilitares y administrativas de las \u201cRep\u00fablicas Populares de Lugansk y Donetsk\u201d y para ocultar su propia invasi\u00f3n del este de Ucrania. Kyiv envi\u00f3 al ej\u00e9rcito y logr\u00f3 recuperar la mitad de la regi\u00f3n despu\u00e9s de intensos combates. Hubo destrucci\u00f3n y v\u00edctimas civiles en ambos lados, pero particularmente en la \u201cRep\u00fablica Popular\u201d: la experiencia de la violencia hizo mucho para cimentar el esp\u00edritu separatista de este peque\u00f1o estado ruso.<\/p>\n
Llegu\u00e9 a la mitad de la regi\u00f3n de Luhansk controlada por el gobierno en marzo de 2015, justo despu\u00e9s de que el segundo acuerdo de Minsk congelara la l\u00ednea del frente y redujera considerablemente la intensidad de los combates. Inmediatamente vi que la regi\u00f3n de Lugansk era ideol\u00f3gicamente diversa. Hab\u00eda residentes pro-ucranianos, desde estudiantes y j\u00f3venes profesionales hasta granjeros canosos y trabajadores de f\u00e1bricas, muchos con apellidos rusos y que hablaban ruso. Y hab\u00eda separatistas apenas disimulados, m\u00e1s o menos de la misma demograf\u00eda (aunque sacaron especial fuerza de las filas de jubilados cuyas vidas se desmoronaron en el caos de la d\u00e9cada de 1990).<\/p>\n
La historia contin\u00faa<\/button><\/p>\nEn el medio hab\u00eda un espectro de los ideol\u00f3gicamente no comprometidos, los adaptadores. Mosc\u00fa siempre los equipar\u00f3 con los simpatizantes y separatistas rusos m\u00e1s apasionados porque hablaban predominantemente ruso y, en general, percib\u00edan positivamente el pasado sovi\u00e9tico. En 2014, fue capaz de inclinar muchos adaptadores hacia los separatistas ac\u00e9rrimos, jugando con la percepci\u00f3n de que el estado ucraniano era inestable, si no fallaba. Amigos pro-ucranianos en Sievierodonetsk me dijeron que la primavera de 2014 fue un momento profundamente inquietante para ellos, ya que una ola de separatismo se extendi\u00f3 por su comunidad.<\/p>\n
Relacionado: <\/span>‘Alguien ser\u00e1 v\u00edctima’: los expertos revelan la angustia de la \u00e9lite mientras la guerra de Rusia se tambalea<\/p>\nRusia, estoy seguro, pens\u00f3 que este seguir\u00eda siendo el caso en 2022. Toda la premisa de la invasi\u00f3n descuidada pero destructiva de Putin es que los residentes de Donbas son solo rusos de una provincia perdida, por lo que su relaci\u00f3n con Ucrania no podr\u00eda mejorar. Pero mucho cambi\u00f3 en esos ocho a\u00f1os. Ucrania pudo reafirmar el apoyo a favor de la unidad y orientar a muchos adaptadores hacia ese campo al demostrar una capacidad estatal razonablemente buena.<\/p>\n
Las autoridades locales y nacionales mejoraron significativamente las carreteras, los parques, las escuelas, los estadios, los edificios de apartamentos comunales y otros espacios p\u00fablicos. Aparecieron nuevos centros de atenci\u00f3n al p\u00fablico. Ciudades como Mariupol, Kramatorsk y Sievierodonetsk se volvieron notablemente m\u00e1s atractivas en lugar de caer en el caos como hab\u00eda predicho Rusia. Esto contrastaba con la cercana \u201cRep\u00fablica Popular\u201d, donde el aislamiento econ\u00f3mico de Ucrania y la gesti\u00f3n cleptocr\u00e1tica y semicolonial de Rusia solo trajeron degradaci\u00f3n.<\/p>\n
De ninguna manera el separatismo y el sentimiento prorruso desaparecieron del oblast de Lugansk. Ambos tienen profundas ra\u00edces en una cultura pol\u00edtica que consistentemente otorg\u00f3 mayor\u00edas a los partidos prorrusos en las elecciones locales a lo largo de ocho a\u00f1os de guerra. Pero Ucrania, con la ayuda de los propios errores del Kremlin, separ\u00f3 con \u00e9xito las ideas de separatismo, prosperidad y desarrollo.<\/p>\n
Y Kyiv practic\u00f3 una cierta moderaci\u00f3n pol\u00edtica que amortigu\u00f3 una mayor radicalizaci\u00f3n. Es cierto que impuso la descomunizaci\u00f3n que condujo a la \u201cca\u00edda de Lenin\u201d de cientos de monumentos y al cambio de nombre de miles de calles. Pero cumpli\u00f3 su promesa de dejar en paz los monumentos del Ej\u00e9rcito Rojo, que tienen tanto significado en la memoria de la Segunda Guerra Mundial. Rusia advirti\u00f3 que las iglesias del patriarcado de Mosc\u00fa en el este ser\u00edan tomadas por la fuerza por los nacionalistas despu\u00e9s de que la iglesia ortodoxa ucraniana obtuviera la independencia. Nunca sucedi\u00f3. Kyiv aprob\u00f3 una nueva ley ling\u00fc\u00edstica para aumentar el uso del ucraniano, pero se hizo cumplir con moderaci\u00f3n y tacto en el este. El sentimiento prorruso se cocin\u00f3 a fuego lento pero no se desbord\u00f3.<\/p>\n
Y as\u00ed fue que cuando las tropas rusas entraron en las ciudades rurales del norte del oblast de Luhansk este a\u00f1o, no se encontraron con pan y sal, el tradicional saludo de hospitalidad eslava, sino con multitudes valientes y desafiantes de ucranianos que bloquearon sus tanques, agitaron el azul. y bandera amarilla, y en general aturdi\u00f3 la mente de Vladimir Putin, quien estaba seguro de que esa gente no pod\u00eda existir.<\/p>\n
Lo que sigui\u00f3 fue puro horror. Rusia dispers\u00f3 violentamente a los manifestantes e impuso su brutal ocupaci\u00f3n en el norte rural del oblast de Lugansk. El ej\u00e9rcito ucraniano se retir\u00f3 a las ciudades controladas por el gobierno, que los rusos bombardearon hasta convertirlas en escombros. As\u00ed desapareci\u00f3 mi casa en Sievierodonetsk, donde mi hija hab\u00eda nacido unos meses antes.<\/p>\n
Ha sido un momento de la verdad para los residentes prorrusos. Algunos se duplicaron; un conocido anciano me dijo felizmente: \u201cPutin est\u00e1 haciendo todo bien en Sievierodonetsk. Como hubiera hecho Stalin. Otro dijo en agon\u00eda: \u201cMi patria ha venido y ha destruido mi hogar. Ahora no tengo patria\u201d. No todos cambiar\u00e1n de opini\u00f3n, pero la terrible guerra de Rusia en el oblast de Lugansk acelerar\u00e1 la plena integraci\u00f3n y consolidaci\u00f3n de sus residentes en la naci\u00f3n ucraniana.<\/p>\n<\/div>\n
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