{"id":223143,"date":"2022-10-08T14:41:25","date_gmt":"2022-10-08T14:41:25","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/como-putin-perdio-corazones-y-mentes-en-el-este-de-ucrania\/"},"modified":"2022-10-08T14:41:27","modified_gmt":"2022-10-08T14:41:27","slug":"como-putin-perdio-corazones-y-mentes-en-el-este-de-ucrania","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/como-putin-perdio-corazones-y-mentes-en-el-este-de-ucrania\/","title":{"rendered":"C\u00f3mo Putin perdi\u00f3 corazones y mentes en el este de Ucrania"},"content":{"rendered":"


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\"<spanFotograf\u00eda: Alexander Ermochenko\/Reuters<\/span>\u00bb src=\u00bbhttps:\/\/s.yimg.com\/ny\/api\/res\/1.2\/22fl2XPuCgCrs8zbpuvhTw–\/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTk2MDtoPTU3Ng–\/https:\/\/s.yimg.com\/uu\/api\/res\/1.2\/qrB.hlyuwC0JTYLEZCoj_g–~B\/aD02MDA7dz0xMDAwO2FwcGlkPXl0YWNoeW9u\/https:\/\/media.zenfs.com\/en\/theguardian_763\/a7e3767e8230bc05c32209be8716ace0″ data-src=\u00bbhttps:\/\/s.yimg.com\/ny\/api\/res\/1.2\/22fl2XPuCgCrs8zbpuvhTw–\/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTk2MDtoPTU3Ng–\/https:\/\/s.yimg.com\/uu\/api\/res\/1.2\/qrB.hlyuwC0JTYLEZCoj_g–~B\/aD02MDA7dz0xMDAwO2FwcGlkPXl0YWNoeW9u\/https:\/\/media.zenfs.com\/en\/theguardian_763\/a7e3767e8230bc05c32209be8716ace0″\/><\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n

Fotograf\u00eda: Alexander Ermochenko\/Reuters<\/span><\/figcaption><\/p>\n<\/figure>\n

Vladimir Putin se ha convencido a s\u00ed mismo de que la \u201creunificaci\u00f3n\u201d del sureste de Ucrania y Rusia es una inevitabilidad hist\u00f3rica, tan obvia que merecer\u00e1 solo un p\u00e1rrafo en el heroico libro de texto que est\u00e1 escribiendo en su cabeza. Pero el reciente anuncio del Kremlin de que la gran mayor\u00eda de los residentes de las provincias de Luhansk, Donetsk, Zaporizhzhia y Kherson votaron a favor de separarse y unirse a Rusia es producto de una fantas\u00eda absurda. Esto es obvio para los residentes de la regi\u00f3n dispersos por la guerra e incluso para m\u00ed, que pas\u00e9 los \u00faltimos seis a\u00f1os trabajando en proyectos humanitarios y de desarrollo en Sievierodonetsk, la capital temporal del oblast de Luhansk.<\/p>\n

Esto se debe a que este rinc\u00f3n m\u00e1s oriental de Ucrania siempre ha sido el lugar donde las cuestiones de su identidad nacional y su enredo cultural con Rusia han quedado m\u00e1s al descubierto.<\/p>\n

En 2014, hubo una alienaci\u00f3n pol\u00edtica generalizada en la regi\u00f3n de Luhansk despu\u00e9s de la revoluci\u00f3n Euromaidan en Kyiv. Cuando fueron encuestados, la mayor\u00eda de los residentes de la regi\u00f3n cuestionaron la legitimidad del nuevo gobierno. Rusia aprovech\u00f3 esta alienaci\u00f3n para atraer a miles de ellos a las estructuras paramilitares y administrativas de las \u201cRep\u00fablicas Populares de Lugansk y Donetsk\u201d y para ocultar su propia invasi\u00f3n del este de Ucrania. Kyiv envi\u00f3 al ej\u00e9rcito y logr\u00f3 recuperar la mitad de la regi\u00f3n despu\u00e9s de intensos combates. Hubo destrucci\u00f3n y v\u00edctimas civiles en ambos lados, pero particularmente en la \u201cRep\u00fablica Popular\u201d: la experiencia de la violencia hizo mucho para cimentar el esp\u00edritu separatista de este peque\u00f1o estado ruso.<\/p>\n

Llegu\u00e9 a la mitad de la regi\u00f3n de Luhansk controlada por el gobierno en marzo de 2015, justo despu\u00e9s de que el segundo acuerdo de Minsk congelara la l\u00ednea del frente y redujera considerablemente la intensidad de los combates. Inmediatamente vi que la regi\u00f3n de Lugansk era ideol\u00f3gicamente diversa. Hab\u00eda residentes pro-ucranianos, desde estudiantes y j\u00f3venes profesionales hasta granjeros canosos y trabajadores de f\u00e1bricas, muchos con apellidos rusos y que hablaban ruso. Y hab\u00eda separatistas apenas disimulados, m\u00e1s o menos de la misma demograf\u00eda (aunque sacaron especial fuerza de las filas de jubilados cuyas vidas se desmoronaron en el caos de la d\u00e9cada de 1990).<\/p>\n